Pelea multitudinaria en el fútbol brasileño

Hinchas del Cruzeiro, equipo de Ronaldo, y el Coritiba terminan a palos en medio del campo

La vergonzosa disputa se produjo tras el gol del Coritiba en el minuto 91 de juego, teniendo que parar el encuentro durante más de media hora

Diego G. Chaparro

Valladolid

Lunes, 13 de noviembre 2023, 16:13

Imágenes vergonzosas llegan desde Brasil, donde el fútbol ha sido protagonista por causas ajenas a lo deportivo. El partido entre el Cruzeiro, equipo brasileño de Ronaldo Nazario, y el Coritiba ha tenido que pausarse por una pelea multitudinaria entre las aficiones de ... ambos conjuntos.

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Todo ocurrió en el minuto 91, cuando el Coritiba se adelantó en el marcador. Los hinchas del Cruzeiro optaron por saltar al campo con el objetivo de frenar el partido, a lo que los aficionados del equipo rival respondieron de la misma forma. Todo acabó con una batalla campal a puñetazos y palos, dejando mal parados a algunos de estos temerarios.

La pelea ocurrió ante la atenta mirada de Ronaldo, que está viviendo una crisis deportiva como dueño de uno de los clubes clásicos del fútbol brasileño. El Cruzeiro necesitaba ganar, ya que está luchando por no descender a segunda división. De hecho, los propios aficionados han acudido a lo largo de la semana a los entrenamientos del club para hacerse notar ante sus jugadores.

El punto álgido del conflicto, con ambas aficiones asaltando el Vila Capanema, estadio del Coritiba, hizo palpable una tensión que llevaba escalando varios días. La seguridad del recinto no pudo hacer nada, aunque por suerte todos los jugadores, entre los que se encontraba Jesé Rodríguez, pudieron acceder a los vestuarios y protegerse. El partido tuvo que ser interrumpido, aunque tras media hora en el que se hizo todo lo posible para guardar la seguridad, el balón volvió a correr.

Respecto a los heridos, no hay información de que exista algún damnificado de gravedad, aunque algunos hinchas tuvieron que ser trasladados en camillas y atendidos por cuerpos médicos en las propias gradas del estadio. Brasil vuelve a proyectar así una imagen que dista mucho de estar a la altura del deporte rey.

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