Ganar para resarcirse y para no empezar a preocuparse

Manu González tendrá en el banquillo visitante al técnico más joven de la categoría, Pablo Álvarez, de 27 años y con experiencia previa dirigiendo al Izarra. El entrenador gimnástico puede contar ya con Cidoncha, que dadas las circunstancias del partido, lo normal es que debute. El otro giro que podría darle al once es la entrada de Rafa Llorente, un jugador que ha deslumbrado en pretemporada y que no destacó especialmente en los minutos que tuvo en el primer partido.

Lo principal que va a buscar el equipo es permanecer fiel a su idiosincrasia y hacer valer la confianza con la que el equipo juega en casa. «Va a ser muy difícil esta categoría, hay rivales muy buenos y vamos a necesitar de su apoyo toda la temporada», comentaba el entrenador. Vencer es la premisa para evitar los nervios, porque aunque el mensaje del entrenador era comedido, sobre que los principios de las temporada están para ajustar y que los primeros resultados no pueden condicionar, dos partidos consecutivos recibiendo ciertos mensajes negativos pueden disparar los fantasmas de momentos pasados.

El equipo piensa que la «bienvenida» que les dio el Adarve a la categoría les ha podido reforzar. Y sabiendo que este partido va a ser completamente diferente, la primera de las claves ha de estar en el centro del campo, donde el Navalcarnero acumula muchos jugadores de talento. La segunda premisa, intentar que la Gimnástica recupere la costumbre de jugar con las líneas más juntas. Que los centrales no busquen, como en el Vicente del Bosque, la falsa seguridad de echarse atrás, sino que acompañen los movimientos de presión de las líneas de arriba. Eso, y minimizar pérdidas y errores individuales. Por otra parte, la entrada de Llorente puede hacer que los extremos rivales se preocupen más de sus espaldas y condicionar de esa manera su ataque.

El Navalcarnero viene de ganar su primer partido con plena solvencia frente a la Unión Deportiva Llanera con dos goles de Fran Pérez y Raúl Beneit sin demasiados apuros y dominando todos los aspectos del juego.