Dicen que la fe mueve montañas. Puede que sea verdad, como lo puede ser que sirva para ganar partidos. Valladolid mantuvo esa fe, como la selección española, para disfrutar del triunfo de la selección ante Francia y del pase a la final. La ilusión y ... el optimismo que ha cruzado la geografía española también llegó a Valladolid antes del partido de semifinal de la Eurocopa entre España y Francia. Fueron muchos los vallisoletanos que no se lo quisieron perder, incluso reservando mesa en algún bar de la ciudad con antelación. Había que calentar motores, que la tarde prometía emociones. Ambiente por todo lo alto, como en el bar Julepe o en el Bar.co y en otros tantos de la capital y provincia.
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Alberto Pérez es uno de esos aficionados que antes del encuentro confesó vivir esta semifinal con cierto nerviosismo «porque está Mbappé ahí ( y sin máscara) y España tiene bajas que se van a notar. Esperemos que el juego de España se imponga a la dureza de Francia». Y nervios hubo, para dar y tomar. Los últimos cinco minutos de añadido fueron un tormento. De morderse hasta las uñas de los pies, esperando que el árbitro pitara el final.
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Todo era confianza. El camino de España en esta Eurocopa y su juego era una garantía. Ricardo Gómez. «El grupo es esperanzador y yo creo que vamos a ganar 4-0», vaticinó antes del comienzo. No fue un 4-0, pero la alegría no se la quitará nadie. A su lado, más comedida, Sofía Navarrete apuntaba que «todos aquí tenemos ilusión y esperanza en llegar a la final», mientras que Juan Alcalde estaba convencido de ganar a Francia. «No hay chance, tenemos a los chavalillos por banda que son de lo mejor, esto está ganado».
Bajó un poco de nivel esa confianza cuando Francia se adelantó en el marcador, pero ganó enteros con el golazo de Yamal y más aún cuando Koundé marcaba en propia puerta tras un disparo de Dani Olmo. Ventaja para una España que supo aguantar hasta el final para disfrute de los aficionados vallisoletanos. Los gritos de «España, España» y los de «yo soy español» seguro que han traspasado los límites provinciales llegando hasta Alemania. Euforia desatada. Y queda la final. Valladolid volverá a estar con la selección.
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