Borrar
Miembros de la UD El Espinar San Rafael, el pasado miércoles, durante la celebración del cuarto premio de la Lotería de Navidad. Pedro Luis Merino
La UD El Espinar San Rafael le pide a la lotería una nueva directiva

La UD El Espinar San Rafael le pide a la lotería una nueva directiva

El club espinariego llevó la suerte al pueblo repartiendo nueve millones en una pirueta del destino que el presidente quiere que sea la última de su largo mandato

Sergio Perela

Segovia

Lunes, 27 de diciembre 2021, 16:53

José Antonio Díez cumplirá 73 años en el próximo mes de abril y antes, en febrero, habrá cumplido otra efeméride importante en su vida: 43 años dedicándole tiempo a la UD El Espinar San Rafael, primero como secretario y luego ya como presidente. «Esto», se refiere al hecho de haber repartido nada más y nada menos que nueve millones de euros entre el pueblo a través de participaciones de lotería, «puede haber sido lo más grande que le ha pasado al club».

Atiende al teléfono muy dicharachero mientras sale del bar en el que se encuentra esperando al tesorero del club, puesto que la llamada llega justo en el momento en que se mantiene la reunión con la entidad financiera que va a ayudarles a organizar el reparto del dinero que el cuarto premio de la famosa lotería de Navidad les dejó. Ese número 42833 se ha repartido mucho por la localidad segoviana precisamente porque han sido los jugadores del club los que han ido vendiéndolo. El presidente bromea con la celebración del día 22, que a él se le prolongó «hasta las once o doce de la noche». En su cabeza, los números están muy frescos: 2.240 participaciones de cuatro euros cada una, puesto que uno se quedaba en el club, van a dejar alrededor de 8.960.000 euros. De todo ese dinero, ellos se van a quedar directamente con 40.000 euros, puesto que llevaban dos décimos del mismo número. «El funcionamiento de esta temporada estaba casi cerrado y cubierto con lo que teníamos y, además, ya habíamos quitado casi toda la deuda. Lo que haremos será cancelarla entera y calculamos que nos quedará para cubrir otra temporada y media o quizá dos».

La deuda que tenían no era demasiado grande y la tenían con un transportista del pueblo, algo que les pasa a muchos clubes deportivos. «Estábamos pagándole poco a poco, para ir cancelando», comenta Díez, que enseguida bromea con que, de alguna manera, al empresario transportista también le ha terminado tocando un pellizco de ese premio al poder el club pagar todo lo que quedaba pendiente. En realidad, el gran problema de esta entidad deportiva humilde no estaba en lo económico, sino más en lo social. Cuando se habla con José Antonio de lo que se va a hacer con el dinero, él enseguida contesta con cierto aire de resignación: «Seguiremos haciendo igual, con nuestras ideas y nuestras formas de trabajar, a no ser que convoquemos elecciones a final de la temporada y entre alguien nuevo con otras ideas. Porque nosotros estamos como Junta Gestora».

En el mes de mayo pasado la Unión Deportiva convocó elecciones y, como en tantos y tantos casos parecidos que se dan en clubes modestos, no se presentó nadie y los que estaban han tenido que seguir como interinos. No es algo que le guste para nada a José Antonio Díez, que considera que su tiempo en el club está terminado y que además cierra el razonamiento con un lacónico «no tengo ya ganas de trabajar». A sus 73 años ha pasado más tiempo planificando el sueño del club para El Espinar que otras muchas cosas de su vida y está cansado. Tanto él como los que le acompañan en la aventura saben que sus ideas quizá ya no estén tan vigentes y que seguro que gente más joven, con otras ideas y mayor empuje, puede trabajar mejor para perpetuar el legado. «Van a ser tres meses complicados», comenta sobre el planteamiento de volver a convocar elecciones y buscar relevo a final de temporada. Pero también guarda la esperanza de que este premio de la lotería ayude a que alguien decida dar el paso y presentarse, «porque las cuentas salen, no hay deuda y es una buena situación para entrar a trabajar». Él, por si acaso, ya adelanta que aunque no tiene ganas de trabajar echaría una mano a quien pudiera querer tomar el relevo.

Por y para el pueblo

Para una localidad de poco más de 9.000 habitantes, contar con un club deportivo que englobe en sus filas a unas 150 personas entre jugadores, entrenadores y delegados, es bastante considerable. Cuenta con equipos en las categorías de base y un equipo de referencia en Aficionados que es el orgullo de su directiva, porque «tiene una media de edad de aproximadamente 21 años, muy joven. Pero es que además todos, todos, todos han salido de la cantera del club, de la cantera del pueblo», recalca el presidente de la junta gestora.

En realidad esa aspiración que se ha conseguido en esta temporada ha sido la de este hombre desde que entró en el club. «Esta directiva siempre ha tenido una idea muy clara, que es que los chavales de El Espinar tengan un equipo en el que tengan minutos para jugar», dice mientras enseguida matiza que no se trata de nada chovinista. Es más bien la aspiración de que la juventud del pueblo interesada en el deporte, en este caso en el fútbol, sepa que tiene un club en casa en el que va a jugar, va a divertirse, va a crecer en el deporte y sin necesidad de tener que irse a buscar esa oportunidad o esos minutos a la capital o a cualquier otro pueblo. De hecho, en los últimos años se están inscribiendo muchachos de localidades cercanas como San Rafael o Las Navas, detalle que hace pensar a José Antonio que «muy mal no lo estaremos haciendo».

Esta misma semana esperan tener todo hablado con la entidad financiera que va a ayudarles a repartir el dinero entre todos los agraciados, muchos de ellos familiares directos de los miembros del club. No se fía, porque las ha visto de todos los colores, pero no cierra la puerta que este empujón económico invite a una remesa de espinariegos más jóvenes a tomar el relevo y perpetuar el la UD El Espinar San Rafael. «Es posible que se anime alguien», sonríe, «porque todo es posible en esta vida». Una forma de verbalizar que la ilusión de no seguir como Junta Gestora está ahí, aunque quizá prefiera que no crezca demasiado, no sea que de nuevo se convoquen elecciones y nadie quiera tomar las riendas.

El presente más inmediato del club está garantizado por este cuarto premio de la lotería de Navidad. Jugadores hay en la base y con un primer equipo tan joven, da para continuar con la labor deportiva en un futuro próximo. Con todo eso en el escaparate, José Antonio sigue poniendo su mejor sonrisa para ver quién puede sucederle en el puesto para que El Espinar siga ofreciendo la opción deportiva a sus jóvenes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla La UD El Espinar San Rafael le pide a la lotería una nueva directiva