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Pedro Rodríguez
Madrid
Miércoles, 15 de enero 2025, 12:52
El Manchester City dejó escapar una victoria en el Gtech Community Stadium tras un empate 2-2 frente al Brentford, con un gol de Christian Norgaard en el minuto 92 que evidenció las carencias defensivas del equipo de Pep Guardiola. Sin embargo, más allá del resultado, lo más llamativo fue la charla entre el técnico catalán y su portero, Stefan Ortega, tras el pitido final.
Guardiola, visiblemente frustrado, se dirigió directamente a Ortega en una escena que ha generado todo tipo de comentarios en redes sociales. Abrazos, golpes en el pecho y gestos vehementes marcaron la interacción. Ahora, gracias a un análisis del Daily Mail con un experto en lectura de labios, se ha revelado el motivo del enfado: Guardiola le recriminaba a Ortega no haber ralentizado el juego en los últimos minutos, incluso si eso implicaba recibir una tarjeta amarilla.
«¡Que te saquen amarilla, acepta esa amarilla...!», le dice Guardiola al portero, exigiendo una gestión más inteligente del tiempo para evitar que el Brentford pudiera organizar su ataque final.
Pep Guardiola GOES OFF at Stefan Ortega after Manchester City blew a two-goal lead 😡
— Optus Sport (@OptusSport) January 14, 2025
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Stefan Ortega, quien se ha ganado la titularidad en ausencia del lesionado Ederson, tuvo una actuación discreta y quedó en el punto de mira tras el tanto del empate. Según Guardiola, el portero pudo haber evitado la acción clave del Brentford si hubiera demorado el saque de puerta en los últimos instantes.
En la rueda de prensa posterior, Guardiola intentó suavizar la situación: «Le dije lo bien que jugó. Sus pases fueron increíbles, especialmente el que dio a Haaland. Estoy muy contento con su desempeño», afirmó, aunque sus gestos en el campo parecían contar otra historia.
El desenlace del partido reveló un problema recurrente en el Manchester City: la falta de concentración en los momentos clave. Para Guardiola, obsesionado con los detalles, esta situación resultó particularmente frustrante. El empate mantiene al equipo una jornada más fuera de los puestos europeos, a tan solo una semana de enfrentarse al PSG en París, en un partido crucial para la clasificación a la siguiente ronda de la Champions.
«Hay momentos en los que tienes que tomar decisiones diferentes. No fue solo Stefan, sino en general. En partidos como este, cada segundo cuenta», comentó el técnico, sin ocultar su descontento por la gestión del tramo final del encuentro.
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