Derrota del Palencia Cristo ante el líder en el tramo final

Mantuvo el tipo en el cuerpo a cuerpo el equipo de Chuchi Jorques, que planteó un partido atrevido, adelantando la presión y buscando ser protagonista con el esférico, todo ello apuntalado por una línea de tres zagueros reforzada por el recuperado Mingotes y con gran proyección por los costados para Montes y Cobo. Se le indigestó ese planteamiento al equipo carballiñés, que apenas logró acercarse al marco de Guille con un remate alto de Escobar a la salida de un córner.

No fue más prolífico el balance del colectivo morado –ayer con la equipación alternativa–, que solo hizo trabajar al guardameta Diego con un lanzamiento con bote de su tocayo tras una jugada confusa en la que chocaron el criterio del árbitro y su asistente.

El duelo de Segunda RFEFavanzó en equilibrio por el comprometido trabajo defensivo del Palencia Cristo Atlético, que fue ganando metros ante las crecientes quejas locales por el criterio arbitral. A la media hora, una falta de Marcos –en idéntica posición, en la frontal del área, a un libre directo que había chutado alto Álex Fernández minutos antes– encendió de nuevo las protestas en la grada local al no apreciar el trencilla una mano en el interior del área de Ale Hernández, que tapó una grieta generada por él mismo en la barrera.

Las continuas interrupciones evitaron que la contienda cogiese velocidad. El esquema dispuesto por Chuchi Jorques dibujó una superioridad en la medular que otorgó cierta sensación de color al Palencia Cristo, obcecado con buscar balones largos sobre la zaga verde. Las primeras llegadas desde segunda línea de José Carlos y Adrián Cruz optaron a romper un empate que reflejaba con fidelidad la igualdad del primer periodo.

Más suelto en el reinicio operó el vertical José Carlos, protagonista de las dos primeras escaramuzas del segundo periodo. Fue el reflejo de la progresiva caída de un conjunto del Otero que mantuvo el nivel hasta la hora de juego, cuando protagonizó una doble aproximación. Probó suerte el recién entrado Adri con un tiro taponado por un defensor, y en la acción posterior Diego armó una volea centrada tras caza un balón en el área. Pero ninguna de esas jugadas concluyeron con lo que ambos conjuntos buscaban, el gol.

La réplica abrió la secuencia de dominio anfitrión en la que el entramado palentino empezó a resquebrajarse. Entre Mingotes, sobre Escobar, y Arroyo, ante Marcos, evitaron el gol en una gran acción de Pibe, canalizador de los mejores minutos del Arenteiro. El talentoso mediapunta argentino puso minutos después un centro al área que no alcanzó a cabecear Romay y que Mingotes casi emboca en su portería. Incluso con la luz de reserva encendida, Montes se lanzó en un contragolpe bien llevado por Adrián Castro en el que Diego sacó una mano salvadora.

Dominio del centro

Al Arenteiro le costaba cada vez menos llegar al área rival. Ya dominaba el centro del campo y generaba peligro por las bandas. Escobar, siempre bien vigilado, pivotó en el área para buscar un disparo a la media vuelta que se perdió por encima del larguero.

Los cambios de Javi Rey dotaron de mayor velocidad al bando ourensano, mientras que los recursos de Jorques no consiguieron alterar el peligroso camino por el que discurría la contienda. Pibe, incansable, todavía volvió a avisar en otra falta concedida en la frontal del área que se fue a córner tras tocar en la barrera. Y también con un lanzamiento al palo tras robar un pase pifiado por Guille. Su derechazo lo llegó a tocar Isra, desviando la trayectoria hacia la madera.

El empeño de Pibe tuvo premio, ya en el 83, en una falta lateral botada con veneno al área pequeña. El menudo zaguero Germán Nóvoa no alcanzó a peinar el esférico, pero ejerció de amenaza ante una posible salida de Guille, que vio entrar la parábola pegada al palo sin margen para reaccionar. El Arenteiro amarró sin mayor problema el botín ante la tímida rebelión del recambio Álvaro Suárez, que en el añadido evitó la sentencia del fatigado Escobar.