Á. m.
Palencia
Miércoles, 21 de noviembre 2018, 11:59
El defensa del Real Madrid Nacho Fernández está inmerso en estas fechas en su lesión de rodilla, que le tendrá alejado de los terrenos de juego hasta el próximo año. Ese contratiempo y el parón de selecciones sirvieron para que el polivalente defensa disfrutase de ... un bonito día en el norte de España, visitando en Cantabria el parque de Cabarceno. Tras contemplar los encantos de la naturaleza, el canterano blanco emprendió rumbo hasta Palencia para disfrutar de los sabores tradicionales del restaurante palentino de La Encina, situado en la calle Casañé.
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Acompañado de su mujer y sus dos hijos, Nacho Fernández también compartió mesa con otra pareja y su hijo. «Comieron tortilla de la casa y de segundo lechazo asado. Los más pequeños disfrutaron de unas chuletillas de lechazo a la brasa y unos entrantes, entre los que destacaba la morcilla. Todo muy sencillo y todo típico de Palencia y de nuestro restaurante», destacaron desde el asador palentino.
Y es que el polivalente defensa quiso degustar 'in situ' unos de los platos típicos del restaurante palentino, la tortilla de patata, que tantos premios (ganador del II, IV y X Campeonato de España de Tortillas de Patata) ha aportado a La Encina y cuya repercusión ya ha traspasado las fronteras regionales. El trato con el central madrileño fue siempre correcto y desde La Encina destacan la normalidad de una de las estrellas del primer equipo blanco. «Le dimos la enhorabuena por su carrera deportiva. Fue un cliente muy agradable y muy sencillo. En ningún momento se las dio de ser una estrella del fútbol. Nada más ver a la familia te das cuenta de que es muy normal», afirman desde las cocinas de La Encina, quienes también se percataron de la lesión que arrastra el defensa blanco. «Llevaba una férula en la rodilla derecha que le inmovilizaba. Se notaba que le costaba doblar», continúan.
Tras atender amablemente a los empleados de La Encina, Nacho, junto con su familia, emprendió rumbo a su vehículo, situado en el extremo de la calle Casañé con la Avenida Cardenal Cisneros. Allí, otro aficionado del Real Madrid charló distendidamente con el central blanco e inmortalizó el momento con una fotografía que guardará durante bastante tiempo.
La visita a Palencia sirvió para que el central madridista se olvidara durante unas horas de la lesión sufrida en el último enfrentamiento liguero contra el Celta de Vigo. Una mala noticia que se sumó a la no convocatoria de Luis Enrique para el trascendental encuentro contra Croacia y el amistoso contra Bosnia. Tras su paso por el norte de la provincia, el defensa madrileño se centrará en la recuperación de su rodilla derecha. Esa que le ha obligado a parar dos meses y que le ha llevado a conocer Cantabria y los encantos del restaurante palentino La Encina.
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