David García de la Loma, colegiado palentino: «Es raro que un árbitro reciba tanto cariño»

Un maldito cáncer tuvo la culpa de que David no pudiese hacer su debut en la categoría que le correspondía tras haber logrado el ascenso a Segunda RFEF.Concretamente un sarcoma sinovial, por el cual tuvieron que amputarle una parte del brazo derecho. A partir de ese momento, la vida le cambió para siempre. «Tras lograr el ascenso, me percaté de un bulto en el brazo derecho que era bastante aparatoso y que me molestaba. Pero decidí centrarme en las pruebas físicas y en exámenes. A las dos semanas de lograr el ascenso, me dan el resultado de las pruebas y me diagnostican un sarcoma sinovial», explica David.

Tras la operación, meses enteros de quimioterapia y rehabilitación en el Hospital Río Carrión. «Lo más duro tanto física, como mentalmente fue la quimio. Cada vez que me encontraba un poco mejor, volvía a ingresar», señala el colegiado. Tras perder parte de su brazo, solo podía pensar en cómo se desenvolvería en circunstancias que a cualquiera le pueden parecer normales. «En aquellos primeros días tenía una mentalidad muy negativa», reconoce David, aunque la fuerza de voluntad le ayudó a sobrellevar aquellos momentos tan duros.

«Ahora todo son retos, desde comer un simple yogur a atarme las zapatillas», explica el palentino, que, de momento, no ha pensado en ponerse una prótesis. «Aún no le he dado mucha importancia. Con la quimio no podía ponérmela porque tenía muchos cambios de peso», señala.

Tras nueve meses de lucha y superación, regresaba –el pasado sábado– a los terrenos de juego, aunque no a Segunda RFEF sino a Segunda División Regional Cadete. Junto a él, su hermano Sergio y uno de sus mejores amigos, Rubén Díez, árbitro asistente de la Primera RFEF. Nadie mejor para acompañarle en su regreso. «Quería volver al fútbol. Hablé con el Comité Nacional y Regional el pasado verano y todos estuvimos de acuerdo en que la Segunda RFEF pasaba a un segundo plano porque tenía que recuperarme tras la operación y la quimio. Me recuperé bastante rápido, pero a estas alturas el rodaje de los equipos es muy alto porque se están jugando todo y yo llegaba sin él. Este año me dedicaré a coger sensaciones desde la base y ya el año que viene, empezamos fuerte», admite.

La goleada de la Leonesa al CIA poco importa en esta crónica de superación en la que David acabó manteado y aplaudido. La alegría de verle en los terrenos de juego era más que suficiente. El palentino ha recibido estos días el apoyo de grandes profesionales del arbitraje como Xavier Estrada Fernández o incluso míticos como Rafa Guerrero. «El partido era lo menos importante porque hace nueve meses, el pasado mes de julio, no sabía que iba a ser de mí y poderme ver otra vez arbitrando fue un cúmulo de emociones. Además rodeado de la gente que me quiere».

Su vuelta a los terrenos de juego ha venido prácticamente acompañada de su regreso al trabajo en la empresa NTT Data en Valladolid. «Empecé el 1 de marzo. Con el arbitraje decidí esperar un poco más porque quería encontrarme mejor físicamente. He tenido que readaptarme a una sola mano para trabajar con el ordenador, pero no he tenido problemas. El pasado año estaba estudiando un Máster y la defensa del proyecto la hice después de la operación, lo que me ha servido para regresar al trabajo».

Nueve meses de sacrificio y lucha por regresar a una nueva vida que le llevará de nuevo a los terrenos de juego este fin de semana en el CIA-Ponferradina de la Primera Regional Cadete.