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á. muñoz
Palencia
Miércoles, 10 de octubre 2018, 23:49
Corría el 10 de octubre de 2006, cuando La nueva Balastera levantaba el telón. La función no podía ser mejor, pues un España- Italia sub 21 era el encargado de dar el pistoletazo de salida al nuevo estadio de la ciudad, donde viviría asiduamente ... el extinto Club de Fútbol Palencia. Nuevo hogar para un equipo que por aquel entonces insuflaba ilusión entre los aficionados palentinos al fútbol.
En el 2006, la polémica no se instalaba en la supervivencia de los equipos palentinos, si no en el coste de la obra del nuevo feudo morado, pues la construcción de La Balastera alcanzaba los 18 millones, 7,5 más de lo previsto. «Con los 18 millones de euros que ha costado, se podía haber creado la ciudad deportiva», señalaba en septiembre de 2006 la edil popular Rosa Cuesta, quien fue respondida por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Marisa Martín. «El Ayuntamiento lo que hace es permutar el solar de la vieja Balastera por la ejecución del nuevo estadio, de sus sistemas generales y su urbanización», aseguraba la socialista.
Polémicas aparte. La ilusión en el fútbol estaba intacta y por delante aún se asomaban buenos años para el fútbol palentino. La afluencia media en los partidos del conjunto morado superaba las 2.000 personas y en los bares se comentaban las andanzas del equipo que dirigía por aquel entonces Alfonso del Barrio, que empezaba a otear el ascenso a la categoría de plata del fútbol nacional. Tras un 'play off' infructuoso contra el Huesca (equipo actualmente de Primera División), los palentinos pasaron una temporada por el infierno de Tercera para volver un año más tarde a Segunda División de la mano de Pepe Calvo, quien llevó al equipo a otra fase de ascenso contra el Real Jaén. Eran otros tiempos.
Con el sueño de ser un equipo importante en el seno de los aficionados, las noticias que generaba el Club de Fútbol Palencia empezaban a estar más relacionadas con las deudas y los juicios. Lo extradeportivo goleaba a lo deportivo y el equipo terminó padeciendo una situación que finalizó con una triste desaparición. El fútbol palentino recibió una estocada incurable el 4 de diciembre de 2012 y de esa aún no se ha recuperado.
Con la proliferación de nuevos clubes, los aficionados seguían huérfanos. El Cristo Atlético mantenía su equipo en Tercera División, mientras el resto de conjuntos se preocupaban por escalar por la provincial y regional. Entre esos equipos empezó a despuntar el Deportivo Palencia, que intentaba recoger la ilusión del fútbol. Tras alcanzar la Tercera y dar el salto a la Segunda División B, la historia en el fútbol palentino se volvió a repetir.
Como si del día de la marmota se tratase, el Deportivo empezó a ser noticia, otra vez, por sus continuas visitas a los juzgados. Las deudas volvían a aflorar y los descensos (uno deportivo y otro administrativo) hundieron al equipo a la Regional. La herida del fútbol palentino, que seguía abierta, se hacía aún más grande. Aunque aún no ha desaparecido el Depor, el club morado se encuentra en un estado similar a la muerte cerebral.
Mientras los máximos exponentes del fútbol palentino se desmoronaban, el Cristo Atlético, que modificó en el verano de 2017 su nombre para incluir el nombre de la ciudad, se mantenía en Tercera (con dos 'play off' de ascenso a Segunda División B). El buenhacer en los despachos de David Nieto y compañía no se ha transformado todavía en una gran masa social, necesaria para que el club siga ese paulatino crecimiento y recoja todos los aficionados que arrastraba principalmente el Club de Fútbol Palencia. Conformándose con la Tercera se encuentran ahora mismo los aficionados en Palencia, que han visto un ligero hilo de esperanza con el Club Internacional de la Amistad juvenil de División de Honor, que el pasado domingo reunió en La Balastera a más de mil personas, gracias, entre otros asuntos, por recibir en casa al Atlético de Madrid.
El estadio palentino, dedicado al fútbol en un principio, se ha tenido que adaptar a las exigencias de la ciudad y ha empezado a albergar los encuentros del primer equipo de rugby, modificando las dimensiones del campo de fútbol. Y es que La Balastera ha sido testigo del castigo que ha sufrido en estos años los equipos de la ciudad, en la que fútbol no es el deporte que más público mueve cada fin de semana. Esta historia continuará.
Pero La Balastera no solo ha acogido las contiendas del deporte palentino, si no que en tres ocasiones visitó la selección sub 21 el estadio palentino. La primera vez, en la inauguración (10/10/2006), 'La Rojita', encabezada por jugadores como David Silva, Soldado, Moyá o Albiol, perdió contra la Italia de Chiellini y Montolivo, quienes anotaron los goles de la victoria. En la segunda ocasión, el 10 de septiembre de 2008, el protagonismo recayó en el portero palentino Sergio Asenjo, que vino acompañado por jugadores como Gerard Piqué, Monreal o Azpilicueta, entre otros. No fue la única ocasión, que Asenjo pisó el césped de La Balastera como jugador, ya que en el 2007, el palentino defendió la camiseta del Real Valladolid en el duelo de Segunda B entre su equipo y el Club de Fútbol Palencia. La tercera vez que la selección sub 21 jugó en La Balastera, el fútbol palentino ya estaba dañado. En esa ocasión, España se enfrentaba a Alemania con Julen Lopetegui en el banquillo y con jugadores en el campo como Isco, Morata, Kepa, Sergi Roberto o Carvajal en el campo. Los internacionales consiguieron la victoria y Palencia pudo vibrar con buen fútbol durante una jornada.
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