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nacho bolívar
Martes, 4 de febrero 2020, 00:52
El Granada, uno de los equipos revelación de la temporada, y el Valencia, vigente campeón de la Copa del Rey, se ven las caras este martes en el Nuevo Los Cármenes con la intención de añadir el pase a las semifinales coperas a la buena campaña que han completado hasta ahora.
Ambos equipos llegan al encuentro tras sendas victorias en Liga como locales y después de haber superado con dificultades las respectivas eliminatorias de octavos de final a domicilio frente a equipos de inferior categoría.
La formación que dirige Diego Martínez se ha plantado en los cuartos de final, algo que no conseguía este club desde hacía diecinueve años, tras dejar en la cuneta a dos equipos de Tercera (2-3 ante el L'Hospitalet y 0-1 al Tamaraceite) y a otros dos de Segunda B (se 1-3 al Badalona y 2-3 al Badajoz).
El técnico ha utilizado hasta ahora en Copa a jugadores con menos minutos que en Liga, aunque la histórica oportunidad que se le presenta este martes, con un cruce a partido único como local por un sitio en semifinales, le podría llevar a tirar de habituales en el once inicial. El Granada sueña con poder disputar su cuarta semifinal copera tras las de 1945, 1959, año en el que perdería la final ante el Barça, y 1969.
Sí que parece claro que seguirá como titular Aarón Escandell, el meta de la Copa, y que también retornarán al once jugadores que jugaron en Badajoz y no lo fueron ante el Espanyol como Jesús Vallejo, Álvaro Vadillo o el lateral Dimitri Foulquier.
El resto de la alineación estará determinado por el estado físico de algunos de los que llevan una gran carga de minutos en sus piernas al haber tenido el Granada entre Liga y Copa un enero cargado de partidos, sin perder de vista tampoco la visita del sábado al campo del Atlético de Madrid en Liga.
Es seguro que no podrá jugar ninguno de los cuatro futbolistas que continúan de baja médica por lesión: los defensas Joaquín Marín 'Quini' y el colombiano Neyder Lozano, el medio Ángel Montoro y el media punta Fede Vico.
La expectación para el partido en Granada es máxima y los abonados podrán acceder al estadio de forma gratuita por lo que se espera que el Nuevo Los Cármenes roce el lleno.
El Valencia llega a esta cita tras haber reconducido en los últimos cuatro encuentros su aciago arranque de 2020, pero también tocado por la grave lesión que sufrió este sábado en el triunfo ante el Celta de Vigo el central Ezequiel Garay.
Su ausencia da motivos a Albert Celades a apostar por la pareja formada por Mouctar Diakhaby y Eliaquim Mangala.
Otra de las incógnitas es si con la llegada de Alessandro Florenzi, que debutó a gran nivel el sábado, tendrá oportunidades en el flanco derecho de la defensiva el portugués Thierry Correia, que ha sufrido en las dos primeras eliminatorias coperas.
Sí que parece que seguirán con los minutos que no tienen en la Liga jugadores como Jaume Costa, Kang In Lee o Geoffrey Kondogbia, aunque en el caso de que este último dependerá de la lectura que haga Celades con Coquelin, que está sancionado para este fin de semana en Liga.
En cualquier caso, se da por hecho que Dani Parejo seguirá en la sala de máquinas del equipo pese al importante choque del sábado en el campo de un Getafe al que quiere arrebatarle una plaza de Champions.
También podría regresar al once el delantero Rodrigo Moreno, que entró desde el banquillo el sábado tras su frustrado traspaso al Barcelona de días atrás y fue clave en la victoria. Además los problemas físicos de José Luis Gayà y de Kevin Gameiro, así como la posibilidad de que viaje Gonçalo Guedes han hecho que el Valencia no haya dado lista de convocados.
A sus 34 años, el delantero valenciano Roberto Soldado hundió a sus excompañeros con un doblete en el Nuevo Los Cármenes e hizo historia con y para el Granada, que accede a su cuarta semifinal de Copa del Rey, la primera desde 1969. Los andaluces fueron justos vencedores a los puntos en un duelo extraordinario en la primera mitad y más contenido tras el merecido descanso. Se resolvió la noche mágica en una acción de VAR en la que el veterano Jaume Costa pecó de imprudente por saltar con el brazo abierto y en alto y a Soldado no le tembló el pulso para transformar el consiguiente penalti.
Aunque le penúltima ronda ya se disputa a doble partido y las opciones del modesto disminuyen, los rojiblancos están a un paso de alcanzar la que sería segunda final de su historia. En el lejano 59, perdieron la entonces Copa del Generalísimo ante el Barça en el Santiago Bernabéu (4-1). Después de superar tres prórrogas a lo largo del torneo ante L'Hospitalet, Badalona y Badajoz, el cuadro nazarí se hizo fuerte en Los Cármenes y acabó con los sueños del vigente campeón de Copa, que se quedó en puertas de su cuarta semifinal en cinco años. Duro golpe para Albert Celades, que pecó de conservador al retirar cerca del final a Rodrigo Moreno, su goleador, para introducir a Florenzi, un veterano ex de la Roma pero novato en el Valencia.
Granada
Aarón; Foulquier, Vallejo, Germán, Neva; Puertas, Gonalons (Eteki, min. 85), Herrera, Vadillo (Víctor Díaz); Soldado y Carlos Fernández (Darwin Machís, min. 69).
2
-
1
Valencia
Jaume; Wass, Gabriel, Diakhaby, Jaume Costa; Parejo, Coquelin, Carlos Soler, Ferran Torres (Guedes, min. 68); Maxi Gómez y Rodrigo Moreno (Florenzi, min. 87).
goles: 1-0: min. 2, Soldado; 1-1: min. 40, Rodrigo Moreno. 2-1: min. 90+3, Soldado, de penalti.
árbitro: González-González (Castellano-leonés): Mostró amarilla a Gonalons, Soldado.
incidencias: Partido de cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes.
El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, acertó en el cambio de formato de la Superpoca, no en su disputa en Arabia Saudí, y se ha lucido al cambiar la Copa del Rey. Si en las rondas previas, a partido único en feudo de los equipos de inferior categoría, dejó numerosas sorpresas y emoción al máximo, el primer tiempo del duelo a vida o muerte entre el Granada y el Valencia fue un monumento al fútbol. El ida y vuelta no gusta los entrenadores modernos, que se decantan por un juego mucho más controlado y equilibrado, sin asumir grandes riesgos, pero enamora a los aficionados.
Otras temporadas, este tipo de eliminatorias se caracterizaban por partidos de ida con poca chicha y dos equipos más pendientes de no perder que de resolver. Unos y otros se temían, jugaban con el resultado y pensaban más en el segundo y definitivo asalto. Ahora, todo es diferente, y más si no de los contendientes se adelanta rápido en el marcador. Diego Martínez, técnico nazarí, puso de relieve en la víspera que era un día para disfrutar y sus jugadores entendieron el mensaje con una puesta magnífica que sorprendió al Valencia.
Roberto Soldado no conoce a viejas amistades cuando salta a un campo de fútbol. Siempre ha sido un jugador de fuerte carácter, pero a medida que se ha hecho veterano ha aprendido aún más triquiñuelas, ese otro fútbol del que hablan los tópicos. El exvalencianista suele estar en todas y fue protagonista en una noche especial para él. Marcó un gran gol, al sorprender a Jaume Doménech con un gran disparo desde la frontal con el empeine. Pudo resolver quizá el Granada en el primer acto, pero dejó vivo a un equipo son siete vidas en este torneo. Estrelló incluso dos balones en el poste, uno por mediación de Foulquier y otro por obra de Yangel Herrera, pero se fue fatigando.
Fue creciendo el Valencia de forma paulatina. El equipo de Celades sufría en defensa, ya que la ausencia de Garay es fundamental por el liderazgo, contundencia y experiencia del argentino, pero también llegaba con claridad ante un rival que se partía. Rodrigo acertó para marcar tras un gran pase de Parejo, pero el VAR anuló el gol por una cuestión de medio pie. Cerca del descanso ya no hubo celebración interruptus del hispano-brasileño, de nuevo certero.
Como es lógico, decreció sobremanera el ritmo tras la reanudación. Hubo más miedo mutuo. Se sintió aparentemente más cómodo el Valencia, aunque la ocasión más clara la tuvo el Granada. Salvó a su equipo Jaume, inmenso para desviar un disparo raso del venezolano Machís. La prórroga parecía inevitable, pero la evitó un mano imprudente de Jaume Costa, y más con el VAR, que este tipo de cosas no las perdona. Penalti en el descuento y lección de maestría de Soldado, verdugo de sus ex.
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