Un gol de Charaf hace justicia al juego del Palencia Cristo

Este Palencia Cristo parece destinado a sufrir. Los de Rubén Gala ganaron al Mirandés B (2-1) en medio de la ansiedad, después de fallar locasiones clarísimas, errar desde el punto de penalti y desesperarse ante el tanto visitante. Solo un gol de Charaf hizo justicia y devolvió la tranquilidad a La Balastera.

El balón apenas había tocado el césped, cuando Javi Bueno abrió el marcador. Tras una buena jugada de Álvaro por la banda derecha, el esférico quedó suelto en el área para que apareciera Javi Bueno y con un disparo seco pusiera el 1-0 en el marcador. A los palentinos les sonreía el fútbol. Los visitantes acusaron el golpe de encajar tan rápido y los morados se hicieron con el control del partido. Por si fuera poco, Jonai derribó a Edu Gallardo dentro del área y el colegiado señaló penalti. Parecía que el Palencia Cristo iba a cerrar el partido antes del minuto 15, pero el destino guardaba una carta en los guantes de Alberto. El guardameta del Mirandés B se creció para adivinar el lado al que iba a lanzarle Edu Vallecillo y detener el penalti. De repente eran los morados los que recibían un mazazo. Pero supieron reponerse. Adrián estuvo a punto de poner el 2-0 en un bonito disparo ajustado al segundo palo, pero la pelota se marchó fuera por milímetros.

Los palentinos habían encontrado una vía de agua en la adelantada zaga del Mirandés B y tanto Edu Gallardo como Álvaro eran puñales que cortaban la línea defensiva rival. Mientras, Sergio, que volvía a la portería morada tras la expulsión de Miguel, vivía el partido con la mayor tranquilidad, ya que el Mirandés B no encontraba el camino para desarbolar a la defensa morada a pesar de que Rubén Gala había tenido que improvisar a Viti de lateral por culpa de las innumerables bajas del equipo. Además, volvía a la titularidad Selles en el centro de la defensa. En la primera parte, los locales fueron muy solidarios en el esfuerzo para que no se notaran las ausencias. El primer tiro a puerta del Mirandés B fue un disparo muy lejano de Zuzu, que atrapó sin problemas Sergio.

El Palencia Cristo seguía buscando el segundo tanto, pero Alberto había blindado su portería. El guardameta del Mirandés B hizo un paradón a tiro de Javi Bueno tras una gran combinación entre Edu Vallecillo y Pablo. El rechace cayó a los pies del 9 palentino, pero su disparo lo sacó Buka bajo palos. A los morados se les volvían a apagar las luces a la hora de cerrar el partido. El paso por los vestuarios solo trajo el cambio de Viti por Dani Burgos, obligado por las circunstancias. El centrocampista, ayer reconvertido en lateral, se había jugado la expulsión al agarrar al un rival cuando ya tenía una amarilla. Rubén Gala decidió no arriesgar e hizo el cambio en el descanso. Por lo demás, los morados seguían dominando el partido, aunque con llegadas menos peligrosas. Y el Mirandés B comenzaba a desperezarse. Lucas avisó desde fuera del área después de la primera jugada bien hilvanada de los visitante y Gala empezó a pensar en los cambios para volver a activar a sus jugadores. Pero antes iba a llegar el gol del Mirandés B.

La defensa palentina se despistó y Lucas finalizó el mano a mano con Sergio con mucha tranquilidad. Los morados tenían que volver a empezar tras haber tenido suficientes ocasiones como para haber sentenciado el choque. Edu Gallardo pudo haber devuelto la tranquilidad a los suyos tras un buen pase de Álvaro, pero Alberto, inconmensurable, lo impidió. Gala decidió no esperar más y metió a Charaf y Blanco por Edu Vallecillo y Adri. El centrocampista llegado desde la cantera del Real Valladolid estuvo muy cerca de marcar con un disparo magnífico desde fuera del área, pero Alberto volvió a hacerse enorme para negarle el gol. El empate había golpeado a los morados, que no encontraban el camino a la portería rival. Seguían dominando el balón, pero sin la profundidad necesaria para agobiar a la zaga del Mirandés B. Charaf mejoró al equipo y un pase suyo en profundidad terminó en un remate claro de Javi Bueno, que quiso colocar demasiado su disparo y acabó mandando el balón fuera. Faltaban 9 minutos para el final y cada ocasión fallada era un puñal en el corazón del Palencia Cristo. El partido se convirtió en un carrusel de pérdidas de tiempo del Mirandés B. Hasta que apareció Charaf y todo cambió. El exblanquivioleta remató al fondo de las mallas un centro medido de Dani Burgos y el Palencia Cristo podrá vivir tranquilo el parón de la liga.