El Betis le quita una vida más al Simancas

Ahí claudicó el Villa de Simancas, si es que no lo venía haciendo ya por el hecho de no aprovechar su tiempo –13 minutos– de superioridad numérica, además inmerecida, tras una expulsión que merece capítulo aparte. En otro derbi al menos habría servido para agitarlo, pero solo valió para desnivelar las fuerzas de una contienda que emoción tenía más por drama que por belleza.

Era difícil pronosticar quién entraría mejor al verde y fue todavía más complejo resolver la duda tras los primeros compases. Betis y Villa de Simancas se buscaban las cosquillas por dentro, buscando hacer un papel en el que ninguno de los dos iba sobrado de experiencia. Por fuera había algo más de peligro, en clave verdiblanca, porque enfrente ni Jhony ni Dua hacían acto de presencia. La presión del Betis era constante y ante la falta de jugadores aseados para encontrar área rival, el primero llegó a balón parado. Puso fin a un rato de aplomo en el que solo Miguel Velázquez se acercó al gol, pero se topó con las partes nobles de Villalba.

Había colgado varios corner el Betis desde el flanco izquierdo, muy cerrados. En uno de ellos la defensa del Villa de Simancas hizo el pasmarote. Nadie acertó a despejar y Álex Pérez pasaba por allí para empujarla y adelantar a su equipo. Irse al descanso con esa alegría era alentador, tras una primera parte donde lo más intenso fue el balonazo que se llevó el colegiado, que desató una de las pocas ovaciones en la grada –para animarlo, por supuesto–. Pero con el Betis de por medio no se queda nadie tranquilo.

A los cuatro minutos de regresar, la constatación. Centro desde la derecha con mucho veneno que, ante la no salida de Alberto, Andrés remató a la red, previo control. Al igual que el conjunto de Alberto Parras se había difuminado tras el gol en contra –no se ubicó en todo lo que restó de primera mitad– con el empate se soltó. Jugó con el nerviosismo del Betis, pero sin probar a Alberto más veces. Tampoco contra diez.

La expulsión sobró. Primero porque lo ocurrido tras una obstrucción clara de Álex Pérez fue un forcejeo con Jhony en el que ambos tuvieron la misma culpa. Y en segundo lugar porque el partido andaba lo suficientemente calmado como para no azuzarlo con un lance de juego. No lo entendió así el árbutro, que dejó al Betis con un integrante menos, pero con el Villa de Simancas sin capacidad para aprovecharlo.

Sí mejoró, con más dominio que llegadas hasta que vino el error. En una pésima salida de balón Miguel Velázquez echó a correr hacia la portería y fue derribado por Chirry en el límite del área. Era el último hombre, la roja era clara, y el colegiado no señaló penalti, pero como si lo fuera. Al encargado de lanzarla lo mismo le daba dentro que fuera porque ya le clavó una falta igual al Villa de Simancas en la primera vuelta. Nada por aquí, Gallego por allá.

La rúbrica la puso Iván seis minutos más tarde con una acción en velocidad sin casi oposición, con la que pide a gritos la titularidad. El Betis necesita jugadores como él, con garra e intensidad cuando los choques se allanan. Con dos goles de ventaja el conjunto de Yepes puso la sordina y es ahí cuando los visitantes espabilaron. De poco serviría ya.

Jhony, prácticamente cojo, comenzó a encarar con peligro, sin poder arreglar lo que en 80 minutos no había podido construirse. Le faltó físico al equipo de Parras, que deberá volver a engancharse a una pelea por la salvación en la que en Canterac se dejó una vida.

El Laguna no pudo frenar su sangría defensiva ante La Cistérniga, que dejó escapar dos puntos en el tramo final. Fer adelantó a los visitantes gracias a un gran cabezazo, pero de nuevo fueron incapaces de aguantar la ventaja. Prieto, con un buen disparo colocado en posible fuera de juego, y Pavel, que sigue en gracia, voltearon el marcador.

Tras el descanso, la defensa local aguantó férrea los sucesivos intentos del Laguna de buscarle la espalda, pero a falta de cinco minutos un defensor anfitrión desvió un disparo de Isma Casado. Para entonces su equipo estaba con diez, pero eso no evitó que fuera a por el triunfo en un descuento donde el Laguna buscó la épica sin éxito.

El Mojados arranca la segunda vuelta con una goleada en casa del colista. Se encarriló muy pronto con un gol de Cuéllar a los doce minutos. El nuevo pichichi de la liga volvió a marcar su ley con un doblete que mandó el partido a la lona. Chatún suma 17 de los últimos 23 goles del conjunto amarillo.

Todavía dio tiempo a que antes del descanso Alvi marcara el cuarto, y el Peñaranda solo pudo maquillar el resultado con un tanto de Aitor. Cuéllar firmó la manita en el tramo final con la que el Mojados vuelve a acariciar el play-off.

La Pedraja se recupera con un triunfo por la mínima ante el Ribert, que se gestionó en la primera mitad. Walter adelantó al conjunto salmantino, pero los pupilos de Mariano Gutiérrez remontaron con un doblete de Jorge, que mantiene al equipo en la pelea por la salvación.