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Apsas y Mario Gaspar Salvador Sas-Efe
Aspas agita la lucha por la permanencia

Aspas agita la lucha por la permanencia

La reaparición del céltico intranquiliza a Huesca, Rayo, Real Valladolid y Villarreal, pero está por ver si aguantará el frenetico ritmo de partidos que restan

Martes, 2 de abril 2019, 07:29

Huesca, Celta, Rayo, Real Valladolid, Villarreal. Los cinco equipos que se juegan la permanencia en las nueve jornadas que restan. Cinco escuadras a las que pueden sumarse a nada que se descuiden Levante (11 puntos de 45), Girona (con el Pucela el peor equipo en su feudo de toda la Liga), y Espanyol (una derrota hoy ante el getafe le metería en la pelea). Todos ellos se han reforzado en invierno tratando de huir de la quema, pero ninguno ha fichado a nadie de la calidad de Iago Aspas. El de Moaña ha estado dos meses parado, ha regresado y con él la adrenalina ha vuelto a las venas viguesas. Él solito se encargó de que el Villarreal no se escapara en la clasificación. Con sus dos goles, retuvo a los castellonenses en la parte caliente de la tabla. Y cuantos más haya, mejor.

La importancia del delantero es tal que pese a no haber jugado once de los doce encuentros de su equipo en 2019 por una rotura de fibras fue capaz de marcar dos goles en su reaparición. No marcaba ningún tanto en LaLiga Santander desde el 1 de diciembre frente al Huesca –el afamado guionista de la Liga sigue haciendo de las suyas–, pero parece que para los genios como él lo de recuperar el ritmo y todo eso no va estrictamente con él.

Con todo, desde algunos estamentos médicos se oyen voces que advierten de que la recuperación de Aspas puede verse comprometida si se le fuerza demasiado. Ocho semanas ausente de la competición en un futbolista profesional es mucho tiempo, y el futbolista ha regresado en una semana en la que se juegan tres partidos en ocho días.

Sucumbir a la tentación de alinearle todos o casi todos los minutos para conseguir los puntos que necesita el equipo –debe ganar cuatro de los nueve que quedan– supone comprar boletos para una nueva lesión. Aspas debe ser dosificado con prudencia por mucho que su reaparición haya supuesto una explosión de optimismo y los rivales de los célticos consideran que las semanas de inactividad han de notarse, por fuerza, en estos próximos partidos.

Al igual que suele producirse una reacción en los jugadores cuando se cambia de entrenador, ver en el campo al jugador más determinante de tu equipo y al que se lleva esperando como el maná, produce un efecto a corto plazo muy reconocible. Está por ver, claro, lo que perdurará en el tiempo ese efecto.

En Huesca, a todo o nada

El miércoles, 20:30, se miden en El Alcoraz oscenses y vigueses. El segundo partido en cuatro días vital para los hombres que comandan Fran Escribá y Aspas. Pero también determinante para los de Francisco y Enric Gallego.

El Huesca no puede no ganar el partido, así de sencillo. Es un cálculo que sobra por inútil. Pero en la capital del Alto Aragón se temen que como ellos tienen que ganar y el Celta no puede perder, el partido acabe en un empate que les arregla algo a los gallegos y nada a ellos.

Víctor Lorente, el responsable de la radio pública aragonesa de seguir la información del Huesca, señala de manera gráfica que esta temporada en los azulgrana es «la temporada del casi. Casi ganamos al Madrid, casi puntuamos en Valencia... Y me temo que al final será la temporada del casi nos salvamos».

Para que el casi siga estando presente, los oscenses necesitan cinco victorias. Y una de ellas debe ser ante el Celta. Y todo porque los vigueses se miden después a la Real Sociedad, un equipo «que ya está en tierra de nadie y que es difícil que sorprenda en Balaídos a un Celta que tiene la obligación de ganar», vaticina Lorente, que considera que Aspas jugará en El Alcoraz porque el equipo le necesita y si hay que arriesgar, es mejor hacerlo a domicilio.

El Rayo, que habrá de enfrentarse a los vigueses en la última jornada de Liga y en Balaídos en un partido que apunta a dramático por la permanencia, volvió a puntuar dos meses después, con un 1-1 contra el Betis después de siete jornadas consecutivas de derrotas, con quince goles en contra y cinco a favor. La contratación de Paco Jémez, en su reestreno con el equipo franjirrojo casi cuatro años después, no fue todo lo revulsivo que se pretendía, y el equipo franjirrojo no tiene tiempo que perder. Al igual que Huesca y Celta necesita cinco victorias para salvarse, pero ha de jugar con los dos, lo que le da cierta ventaja al depender de sí mismo.

Y restan Levante y Girona. Los de Eusebio juegan hoy con el Atlético, un equipo que se les da bien en los últimos tiempos, pero una derrota les mete seguro en toda la pomada. Y el Levante, que parece haber entrado en barrena, y al que no puntuar en Bilbao le acarreará nervios por que puede verse superado por Valladolid o por Villareal. O por ambos.

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