Luis Javier González
Segovia
Domingo, 5 de mayo 2024, 20:58
Para jugadores como Silva, campeón de liga con la Gimnástica Segoviana en su primer año, el club es sinónimo de éxito. Pero detrás quedan un sinfín de fases de ascenso frustradas por goles dramáticos como Lealtad o Algeciras. Una historia reciente confinada en Tercera División, ... pues las tres veces que el club se asomó a Segunda B perdió la categoría a las primeras del año. El quinto ascenso de la época moderna, en los últimos 25 años, es el que más vértigo da, la cima del club en su historia. Dadas sus dimensiones, su presupuesto, es la historia de un alpinista que corona un ochomil con sandalias y un abrigo de pana.
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El primer ascenso de la Gimnástica Segoviana llegó a una jornada del final. Tras ocupar el segundo puesto en la temporada regular del curso 1998-99, a seis puntos del Zamora, campeón del grupo VIII de la Tercera División, disputo una fase de ascenso en modo de liguilla: cuatro equipos que se medían a ida y vuelta a lo largo de seis jornadas para un solo puesto en Segunda B. El sorteo emparejó a los azulgranas con el Amorós –el segundo filial del Atlético de Madrid–, el Cerceda y el Marino de Luanco.
Las tres primeras jornadas fueron muy parejas, pues los azulgranas encabezaban la tabla empatados a puntos con los madrileños y un punto más que los asturianos. Ya entonces La Albuera tuvo la llave del ascenso, pues los segovianos ganaron en casa sus partidos de la cuarta y quinta jornada ante estos dos rivales. El día clave fue esta última, el 27 de junio, en plenas fiestas de Segovia, ante el Marino de Luanco, que llegaba vivo y colando a la cita, con la amenaza de ponerse al frente de la tabla con una victoria para asegurar el ascenso la semana siguiente en Asturias. Pero no tuvieron opción. La Segoviana ganaba 3-0 a los 23 minutos y no sufrió para asegurar un 4-1 final. En una época de transistores y teléfonos fijos, afortunadamente no hizo falta mirar a otros campos en busca de ayuda.
Hubo que esperar 12 años para celebrar el siguiente ascenso, en 2011, una década de grandes temporadas regulares que desembocaron en drama. Al final, el premio llegó tras un curso más regular. Los segovianos, terceros, superaron al Arroyo, extremeño, en la primera ronda de una fase de ascenso que se ya discutía en eliminatorias directas. En la segunda, sufrieron de lo lindo para conservar en Noja el 2-0 de la ida en un partido loco que terminó 4-2, un resultado suficiente porque el ganador se decidía por el valor doble de los goles en campo contrario. Así se llegó a la final con el Logroñés, que se impuso 0-1 en La Albuera y parecía tener la sartén en el mango. Pero Anel firmó la gran noche de su carrera y marcó los tres goles de un 0-3 para la historia. El siguiente curso en Segunda B también acabó en descenso y tocó otro lustro de peregrinaje en Tercera con una final por volver a la categoría de bronce, en 2015, perdida en Algeciras por un 2-1 global.
Escrito en letras de oro está también el ascenso ante el Atlético Malagueño. Cuando la Segoviana se proclamó campeona del grupo VIII de Tercera División, accedió a una eliminatoria directa por el ascenso con el resto de campeones. Y recibió quizás la peor bola del bombo, el filial de un Primera con jugadores como Javi Ontiveros y Youssef En-Nesyri. Los azulgranas cayeron 1-0 en tierras andaluzas en la ida, pero evitaron males mayores. Y se conjuraron en La Albuera, a rebosar con cerca de 3.500 espectadores, para una victoria imponente por 4-0 gestada en un gran despliegue defensivo –en especial, Chema–, la dirección de Fernán y el balón parado. Domingo sorprendió con dos goles y se ganó el apelativo de 'Héroe'.
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El ascenso más asumido fue el de Tercera a Segunda RFEF en el curso 2020-21, tras la reconfiguración de las categorías del fútbol español. La Segoviana dominó sin paliativos la categoría, dividida entonces en dos grupos. Tras medirse a ida y vuelta, los tres mejores de cada uno disputaban una liguilla en busca de dos puestos de ascenso directo. Pero se mantenía el tanteo de la temporada regular y la Segoviana, que ganó sus 16 primeros partidos, pudo incluso llegar ascendida a la fase final de haber ganado el último partido de la fase regular en La Granja. Así que una vez allí, lo hizo a la primera, ganando 0-2 en León al filial de la Cultural en una tarde agridulce porque Diego Gómez se rompió el ligamento cruzado de la rodilla.
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