Otro clásico para el Atlético

Si el Atlético de Madrid es un equipo fiel a sus costumbres, y elige cada verano Los Ángeles de San Rafael como lugar de concentración de pretemporada, el conjunto rojiblanco también mantiene la tradición de cenar en el restaurante José María, en esa visita anual dentro de la preparación que siguen los de Simeone.

Allá donde se encuentre, la plantilla del Atlético no pasa desapercibida. Sus rostros son conocidos y el autocar y la indumentaria de los jugadores también ayuda . Da alguna pista. Y aunque habitual, uno de los clásicos, como lo definió el propio José María Ruiz, (como uno de esos Atlético de Madrid-Real Madrid), levanta pasiones y como no podía ser de otra manera, desató la pasión en las inmediaciones del restaurante, sobre todo entre los jóvenes que persiguen inmortalizar junto a sus ídolos ese momento, bien con una fotografía, bien con un autógrafo. En un cuaderno, en la camiseta, en cualquier sitio en el que se pueda lucir. Llegaron diez minutos antes de la hora que estaba prevista, y media hora antes ya se notaba ambiente por los alrededores; sin aglomeraciones, sin prisas, con tranquilidad.

Primero llegó el grueso de la expedición, con el cuerpo técnico a la cabeza. Después, algunos como Koke. Un poco más tarde, Augusto, y por último Nico Gaitán, el último fichaje, Caminero, y el presidente, Enrique Cerezo. Todavía faltaba uno por llegar al restaurante, el consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín. «Es todo un honor para nosotros; son ya muchos años los que venimos celebrando esta cena de pretemporada y como no podía ser menos, estamos encantados», comentó José María Ruiz.

El presidente del club, Enrique Cerezo manifestó que el camino del Atlético de Madrid «empieza ahora, en el restaurante José María y de aquí salimos reforzados con ganas de empezar la temporada y sobre todo, terminarla bien», dijo.

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