Víctor Valdés.
Bélgica

Víctor Valdés jugará cedido en el Standard de Lieja

El portero abandona el Manchester United, donde estaba viviendo un calvario con Louis Van Gaal

Rodrigo Errasti Mendiguren

Jueves, 21 de enero 2016, 12:11

Fin al calvario de Víctor Valdés. En marzo de 2014 era uno de los tres mejores porteros del mundo. Quizá el mejor. Pero entonces llegó una grave lesión de rodilla, lo que mezclado con una serie de decisiones erróneas le han llevado a ir como cedido menos de dos años después por el Standard de Lieja belga. El propio guardameta, de 34 años, confirmó su salida del club inglés con un mensaje en sus redes sociales. «Gracias a todos por vuestro apoyo durante estos meses de duro trabajo para mí, ¡nunca lo olvidaré! ¡Nos vemos pronto!», señala el portero en un mensaje incluye en una imagen con la etiqueta «Gracias familia del Manchester United». Aunque todavía falta por concretar algunos detalles, los red devils se harán cargo de partede la ficha de Valdés, que apenas ha jugado dos duelos oficiales (ante Arsenal y Hull City por lesión de David de Gea) en estos 15 meses desde que llegó libre en noviembre de 2014. Tras rechazar ofertas de Turquía y México, estará en Bélgica hasta junio cuando expira su contrato con el United.

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El propio jugador ha confirmado su salida del United con un mensaje en su cuenta de Twitter. "Gracias a todos por vuestro apoyo durante estos meses de duro trabajo para mí, ¡nunca lo olvidaré! ¡Nos vemos pronto!", señala el portero que incluye en el tuit una imagen con el nombre del Manchester United.

La polémica del filial

De hecho se comportó de un modo que inspiró a muchos de los jóvenes de la cantera segúnd reveló en su día el técnico del filial Warren Joyce. En enero, antes de la victoria por 2-1 sobre el Liverpool en la U21 Sports Village Valle Leigh, Valdés le preguntó al técnico si podía poner en un video del atleta estadounidense Dick Hoyt quien completa maratones y triatlones empujó la silla de su hijo tetrapléjico Rick. «Es un tipo muy humilde y un modelo profesional. Los muchachos estuvieron en la sala escuchando. Fue increíble y Victor contó que Guardiola solía hacer eso. Él es un tipo muy humilde y un modelo profesional». Su foto con los escudos de los tres equipos contra los que jugó (Chelsea, Tottenham y Liverpool), de sus compañeros junto auna interrogación y el escueto: #respect para pedir respeto hacia él fue su tumba con Van Gaal. Tras un verano agitado en el que no se cerró a última hora su pase al Besiktas, de hecho se había despedido de sus compañeros con los que ya no podía ejercitarse en Carrington pese a estar inscrito legamente para la Premier.

El asunto arrancó mal desde el primer momento. El holandés, que en privado prometió al catalán más oportunidades de las que luego disfrutó ya que De Gea estuvo a un nivel extraordinario y jugó todos los minutos hasta que se lesionó, quizá olvidó que Valdés, con tres Champions, seis Ligas, un Mundial o una Eurocopa a sus espaldas, no era un cualquiera que iba a querer jugar con el equipo filial una vez que estuviese recuperado. Más cuando el guardameta de Hospitalet se rebeló contra él en noviembre de 2002, cuando había decidido que regresara al filial, tras consultarlo con el responsable del fútbol base Joaquim Rifé, para jugar ante el Reus un partido de Segunda B a las órdenes de Quique Costas ya que Van Gaal contaba en el primer equipo, con Roberto Bonano y Robert Enke. El entrenador del filial dijo entonces: «Es una falta grave; faltó al respeto a Van Gaal, a mí y a sus compañeros. Me da pena. Y no tenía razones para ello».

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El Mónaco le abandonó

Cuando el catalán abandonó el Barcelona pensando que el Mónaco le firmaría como había prometido, Valdés incluyó al actual entrenador del Manchester United, que le hizo debutar el 14 de agosto de 2002 en un partido de previa de Champions ante el Legia Varsovia, entre sus agradecimientos. «Gracias a Louis Van Gaal, por demostrar tener el valor necesario para apostar por el talento que solo sus ojos saben ver. Él inició la construcción de un Barça histórico, del que he tenido el privilegio de formar parte». El propio Van Gaal ha sido el que luego ha estado cerca de enterrar profesionalmente al portero, al que siempre apoyó un vestuario con el que tiene una gran relación. Condenado a ejercitarse en solitario en Carrington, recordó a través de social media que luchaba «por ser libre» y disfrutar de su profesión para «no defraudar» a los que desean volver a verlo sobre un terreno de juego. Hace unos meses ya se mostró algo arrepentido de su salida del Barcelona, explicando que «no fue la deseada» en Radio Cadena Nacional de Colombia y que si pudiera «cambiaría la jugada» en la que se produjo la desgraciada lesión ante el Celta en el Camp Nou. «Se produjo una falta y como capitán presioné al árbitro, que venía de haber pitado penalti por una falta fuera del área en otro partido. El colegiado me dio la razón y finalmente pitó libre directo. Aquello cambió mi vida. Si hubiera sido penalti, no me hubiera lesionado», lamentó el meta.

El portero catalán tocó fondo con la lesión y reconoció que en Ausburgo, donde completaba su tratamiento, volvió a la vida real. «Volví a pagar un café, a tocar monedas. Me compraba mi billete de tranvía e iba yo solo con las muletas. Volví a estar solo», reveló sobre cómo se sintió después de la lesión. «Después de una lesión así, la gente te trata como un lisiado y te aparta porque consideran que ya no vales», pero añadió que gracias a lo que vivió y a su fuerza de voluntad se convenció a sí mismo de que no era así. ¿Qué lección aprendió? «Hay que dejar de lado a los que te dejan solo». Valdés explicó ese día un episodio que vivió cuando era pequeño y que podría haber terminado con la amputación de su pierna. Según el portero, cuando tenía doce años sintió un día un dolor muy fuerte en el aductor, que al día siguiente le bajó al pie, con lo que le ingresaron en el hospital para comprobar qué le ocurría. Tras una semana de pruebas descubrieron que tenía una bacteria que le estaba comiendo el hueso de la tibia y rápidamente fue sometido a una intervención de la cual no se sabían las consecuencias exactas. «Yo no sabía ni si me tenían que cortar la pierna, pero por suerte, quizás gracias a ese ángel de la guarda que me acompaña, todo salió bien y la pierna me creció a la par que la otra», recordó.

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Otro de los momentos impactantes de la entrevista fue cuando el entrevistador le pregunta sobre qué es lo que le gustaría volver a vivir, a lo que el meta respondió que el día en que nació, «porque cambiaría muchas cosas» . Sin ir más lejos, Valdés reiteró que nunca le ha gustado ser portero, que desde que era pequeño le hicieron «creer que él valía para esto» y tuvo la suerte de llegar a ser profesional, pero que no volvería a serlo prque no le compensa el sufrimiento. Veremos ahora si la experiencia en Lieja, a menos que se rompa en el último minuto como sucedió con el Besiktas, le cambia. Porque hasta Del Bosque le lanzó un guiño hace unos meses, recordando su importancia para el grupo en el pasado.

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