La Bañeza remonta en el campo del Villamuriel

El Plásticos Magonsa Villamuriel volvió a demostrar este sábado que no sabe vivir de las rentas. Ese sueño de muchos que se deja entrever en cada décimo de Lotería que compramos y que se resume tan bien en ese anuncio de la Primitiva que nos recuerda aquello de no tenemos sueños baratos, no es para los cerrateños. El equipo de Francis Olea tampoco tiene sueños baratos, quiere afianzarse en Tercera y eso es complicado, pero muchas veces es bueno conformarse con una pedrea que te permita seguir jugando la semana que viene que apostarlo todo y quedarte sin nada.

El Villamuriel empezó con mucho ímpetu. Se fue a la administración de lotería, compró un décimo de cada número para el sorteo de este sábado y en solo un cuarto de hora Javichi cantó el número cerrateño. Aitor protagonizó una buena jugada por la banda izquierda, centró y allí estaba el 10 vestido de verde, que colocó el balón ajustado al palo y el portero de La Bañeza, Sánchez, fue incapaz de atajar el testarazo, que se coló en la portería para dar el primer y único premio al cuadro local.

Al Villamuriel le tocó la pedrea, buscó suerte y dio con ella rápidamente, pero se mostró insaciable y quiso más. Los de Francis Olea festejaron el tanto con ganas, pero parecía que ese premio les sabía a poco y, en lugar de controlar el partido, jugar con la posesión y especular un poco con el resultado, siguieron con el guion que habían utilizado antes del gol: una escaleta divertida para el espectador, pero un tanto arriesgada. Tanto que en el minuto 33 La Bañeza estuvo a punto de lograr la igualada de penalti, pero Sevi aguantó los nervios, supo esperar, se tiró a su derecha y atajó al balón con una frialdad propia de un guardameta de otra categoría.

El susto no sirvió al Villamuriel para recapacitar, dar un ligero paso atrás y esperar a La Bañeza en la línea de tres cuartos. Los cerrateños siguieron fieles a su estilo aguerrido, un tanto temerario, y La Bañeza aprovechó esa circunstancia para marcar el tanto del empate en el peor momento posible.La afición estaba pidiendo al colegiado que pitase el final de la primera mitad y Villodres pasó en el área a Ramón, quién logró la igualada.

La tablilla con el número 1 apareció en el casillero del equipo local del marcador analógico del Rafael Vázquez y, en ese mismo momento, Reinoso Mangas decretó el final de la primera parte. Las caras de los jugadores del Villamuriel camino a los vestuarios eran un poema. El gol de La Bañeza fue un golpe tan duro que sus efectos se prolongaron hasta la segunda mitad. Los de verde seguían en estado de shock tras el descanso y el equipo visitante aprovechó la situación para dar la vuelta al marcador del todo. Solo habían transcurrido 35 segundos desde el pitido del árbitro y David se coló entre la defensa, disparó a puerta, marcó el 1-2 y dejó el Rafael Vázquez Sedano en un silencio que no se vivía desde hace casi año medio, y es que los cerrateños llevaban todo ese tiempo sin perder en casa.

La Bañeza sí que dio un paso atrás después de marcar el segundo gol y el Villamuriel intentó sin demasiado acierto llegar a la portería visitante. La entrada de Tuco en el campo, que debutaba en Tercera con el Villamuriel, dio un poco más de orden al equipo y Dani permitió añadir algo de verticalidad al juego, pero el peligro solo llegó a balón parado. Primero fue Jesús el que cabeceó alto un buen saque de esquina de Tuco y luego Fer estuvo a punto de conseguir la igualada con un buen disparo de falta, pero el balón no entró y el partido de este sábado sirvió para que el Villamuriel volviese a tener la misma sensación que le dejó el encuentro de la semana pasada: ese mal cuerpo que se le queda a uno cuando va a la administración de lotería y la pantalla dice aquello de su número no ha sido premiado.