«Que llegara el domingo y poder jugar era lo más importante para mí»

Ricardo de Andrés vuelve al campo municipal de La Albuera apenas tres días después de que se supiera que cuelga las botas. Tras dieciséis temporadas en activo (doce de ellas en la Segoviana, de la que ha llegado a ser el capitán), ha llegado el momento de decir adiós a su etapa como jugador. Y no le resulta fácil ya que, según asegura, ha disfrutado «muchísimo» del fútbol.

¿Se amontonan los recuerdos estos días?

He procurado un poco no darle muchas vueltas, pero también el hecho de que mucha gente se haya puesto en contacto conmigo mediante mensajes sí que ha hecho que me hayan hecho recordar viejos tiempos. Con algunas de esas personas hacía tiempo que no entablaba conversación.

¿Cuáles han sido las razones que le han conducido a tomar esta decisión?

La edad. Tengo 35 años y cuando llegas a cierta edad sabes que el momento, tarde o temprano, va a llegar. Siempre he tenido claro que no quería una retirada por obligación porque el club en el que estuviera ya no quisiera contar con mis servicios; por no ser ya rentable para el equipo o porque las propias lesiones me hicieran ya retirarme. Sí que es verdad que cuando en el club en el que estás te encuentras a gusto y quieren seguir contando contigo, es más complicado tomar la decisión. Pero creo que he tomado la más adecuada.

Han hecho de todo por convencerle ¿no?

Sí, sí que es verdad que han mostrado interés por que siguiera jugando. Pero también desde cierto respeto, porque tanto Agustín como Ramsés, que son los que llevan ahora estos temas del club, han pasado hace no tanto por esta situación y saben que tomar la decisión es complicado. Han intentado convencerme, han mostrado su interés para que siguiera y yo se lo agradezco, pero yo ya había tomado la decisión y lo había meditado mucho antes hasta llegar a este punto. Este año antes de empezar ya me lo tomé interiormente como que iba a ser el último, y a no ser que pasara algo muy extraño a final de temporada que me hiciera cambiar de opinión, me iba a mantener firme en lo que había decidido.

¿Cómo se imagina la vida ahora sin tener que entrenar y sin jugar cada fin de semana?

Igual. Es verdad que muchas de las rutinas que he tenido hasta ahora van a cambiar, porque no tendré por obligación entrenamientos todas las tardes, partidos... Pero ya me buscaré otras actividades. El deporte me encanta, el fútbol me encanta, y lo que no voy a hacer es quedarme en casa. Porque no dejo el fútbol para quedarme metido en casa, sino para vivir otra nueva vida. Tengo ilusión por hacer nuevas cosas, nuevos deportes, y tener también más tiempo para estar con mi familia.

¿Le gustaría iniciar una carrera en otra faceta como pueda ser la de entrenador, delegado o directivo?

Siempre he dicho que para mí el fútbol es una pasión y seguramente siga ligado. No sé dónde ni cuándo, pero casi seguro voy a seguir ligado al fútbol. Me gustaría que estuviese enfocado sobre todo a entrenar. La faceta de directivo no es algo que me llame la atención en principio; me gusta más estar en el terreno de juego. Ya he entrenado equipos, me estoy sacando los títulos ya solo me falta el nivel nacional y tengo intención de hacerlo, y si en el futuro hay alguna buena opción o alguna oportunidad, entrenaré. Y si no, el fútbol base es muy bonito.

¿Qué es lo más bonito de poder estar tanto años jugando al fútbol?

Poder jugar al fútbol, que siempre ha sido mi pasión, desde niño. Poder alargar aquello con lo que siempre has disfrutado durante todos estos años ha sido súper bonito. Por las amistades que se hacen, por las vivencias que tienes... He pasado momentos maravillosos, pero sobre todo ha sido el hecho de jugar en sí. El juego para mí es precioso, de las cosas más bonitas. Dentro del campo te olvidas de todo, no tienes problemas, y solo estás centrado en jugar y en hacer las cosas bien. Para mí, que llegara el domingo y jugar el partido era el momento más importante de la semana.

Además, en su caso ha tenido la oportunidad de salir a otros lugares como Marbella, Villaralbo...

Tres o cuatro años antes de ir a Marbella ya hubo varios equipos que me llamaron. Nunca acababa de tomar la decisión porque siempre teníamos buenos equipos aquí en Segovia y tenía muchísima ilusión por subir y jugar con la Segoviana en Segunda B. Y decía: Lo voy a intentar otro año. El último que no ascendimos yo tenía ya 27 años, había jugado siete temporadas en la Segoviana y de nuevo no lo habíamos conseguido, así que decidí salir para vivir otra experiencia y ver cómo es el fútbol fuera de casa. No me arrepiento porque disfruté muchísimo jugando e hice muchas amistades. Pero en ninguno de esos tres años que estuve fuera disfruté tanto jugando al fútbol como lo he hecho en Segovia.

Después regresó y en 2011 logró ese ascenso que tanto deseaba. ¿Ha sido ese el mejor momento de su trayectoria como futbolista?

Con la Segoviana he vivido momentos muy gratificantes, pero seguramente más que el ascenso el mejor fue ver al equipo en Segunda B, que era por lo que habíamos luchado durante tantos años tantos compañeros que se habían quedado en el camino intentándolo. Empezar ese año en Segunda B fue una satisfacción grandísima. Pero solo el inicio. Después se convirtió en un calvario ver cómo se te escapaba de las manos algo que había costado tanto conseguir.

¿Esa irrupción en Segunda B fue incluso más satisfactoria que las eliminatorias de Copa ante el Athletic o el Sevilla?

Eso yo lo viví como premios inolvidables que conseguimos sin esperarlo mucho y que disfrutamos muchísimo. Fueron momentos imborrables y muy bonitos, pero estar en Segunda B fue conseguir el objetivo por el que se había luchado durante tanto tiempo.

También les ha tocado vivir momentos muy duros. ¿La pasión con la que dice que ha vivido el fútbol le ha compensado esos momentos difíciles?

Bueno... Al final en el fútbol, tanto lo bueno como lo malo, lo vives muy intensamente y quizás eso es lo que te engancha. Sí que es verdad que hemos pasado por momentos malos, como no conseguir ascensos, pero el deporte y la vida es así; te enseña a encajar los fracasos. Me hubiera gustado que en mis años en la Segoviana hubiéramos tenido alguna alegría más y alguna tristeza menos, pero he disfrutado de una trayectoria deportiva muy bonita.

¿De los compañeros con los que ha jugado con cuál se queda?

No quiero ser injusto con nadie porque aquí en la Segoviana he jugado con jugadores buenísimos. Pero uno con el que he coincidido más años y yo siempre quería que le dijeran en las alineaciones es Mariano. Siempre quería que estuviera en mi equipo porque daba muchísimo y me gustaba mucho jugar con él; nos entendíamos muy bien. Pero hay un montón de jugadores por los que he sentido mucha admiración. Al principio, cuando empecé, veía jugar a Barto, a Valle, a Yaco, y les admiraba. Guardo muy buen recuerdo de muchos porque además por aquí han pasado muy buenos jugadores.

Dice todo el mundo que su baja va a ser muy difícil de suplir.

Viendo las renovaciones que se están produciendo y que todo el mundo prácticamente sigue, creo que hay mejor equipo incluso que el año pasado. Entiendo que la gente que me ha visto jugar me haya cogido cariño, y lo agradezco muchísimo, pero la Segoviana va a tener un equipazo. Los jugadores que se han fichado son muy buenos, se ha mantenido a otros que eran muy importantes, y hay equipo para luchar por el ascenso y por todo. Mi baja se olvidará desde el lunes cuando el equipo empiece a entrenar y a funcionar. Cuando nos vamos hay gente que siente pena, pero el equipo sigue.

¿Se ve reflejado en alguno de los compañeros que deja?

No, porque luego cada uno somos diferentes en características. A la hora de jugar a lo mejor Manu sí que puede ser el que más se asemeje a mí. Por la capacidad que tiene para roba balones, para ayudar al compañero, para estar cerca de la jugada... Roberto tiene otras características pero sé que va a asumir el rol de capitán perfectamente junto con Chema y Anel. En ese aspecto no va a haber problema porque durante estos años los capitanes hemos sido cuatro, no se ha podido identificar a ninguno claramente. Y luego, más el fichaje de Domingo y Chupo, que para mí es un centrocampista completísimo si puede jugar en el centro porque las circunstancias se lo permitan, creo que hay un centro del campo muy bueno y con jugadores de características diferentes, que para mí es importante.

En lo institucional parece que el club vive un buen momento.

Sí. Solo se habla de fútbol, que es de lo que se tiene que hablar en un club de Tercera División. De renovaciones, de bajas, de fichajes... Las directivas están para dar estabilidad al club y para cumplir con lo que prometen a los jugadores. O por lo menos, si no se consigue, hacer todo lo posible. Y a partir de ahí, los jugadores tienen que jugar y darlo todo en el campo. Si todo el mundo cumple con lo suyo, el equipo irá bien. Se podrán ganar más o menos partidos, pero la sensación que habrá en torno al club es que las cosas se hacen bien.

¿Va a seguir yendo a La Albuera?

Sí hombre. Como he dicho, no quiero dejar de jugar al fútbol para quedarme encerrado en casa. Estoy deseando venir a ver el primer partido de Liga o los de pretemporada. Seré un asiduo de La Albuera porque me gusta el fútbol y, por supuesto, me gustará ver a mis compañeros y seré un hincha más de la Segoviana.