«Soy ágil bajo palos»

Pablo Barbero (Nava de la Asunción, 1993) se postula como el sustituto de Facundo en la portería de la Gimnástica Segoviana durante el tiempo que el guardameta uruguayo esté de baja por la fractura del tabique nasal, de la que se operó este pasado lunes. Pablo está tranquilo. Superó el examen que se le presentó el pasado domingo, cuando tuvo que saltar al campo en los últimos minutos del partido que su equipo ganaba por la mínima a la Arandina, y ahora tiene ganas de poder jugar varios encuentros consecutivos. Una oportunidad que no tuvo la temporada pasada, en la que compartió portería con Iván, debido a una lesión en el hombro que sufrió. Este año tampoco pudo empezar al mismo ritmo que sus compañeros por una lesión en la rodilla izquierda, pero en el primer partido al que fue convocado, el domingo pasado ante la Arandina, ya le tocó salir a jugar.

¿Es un marrón o un premio sustituir a Facundo?

Hombre, el otro día, en el momento que era, contra el líder, que se suponía que iba a achuchar, sí que era un marrón. Sales a calentar pensando que no va a ser nada, pero cuando vi que Facundo no podía seguir... Al final toca jugar. A nadie le gusta salir así, pero bueno, es lo que toca y para eso estamos. Habrá que hacer lo que sea para ganarse la titularidad. Ahora hay una oportunidad, aunque sea de esta manera. A trabajar duro y a ver si enlazo unos cuantos partidos consecutivos porque el año pasado, cuando empecé a jugar, me lesioné el hombro y al final solo jugué tres partidos. He tenido suerte ahora porque en el primer partido que he ido convocado me ha tocado salir.

Cuando retiraban a Facundo en camilla se acercó y pareció decirle algo. ¿Qué le comentó?

Nada, le dije que estaba bien y que se iba a recuperar pronto. Le di un beso en la frente y salí a jugar. Le vi preocupado, pero pensé que menos mal que no se estaba viendo. La verdad es que me asusté un poco porque pensaba que no era para tanto, pensaba que era el hombro. Pero cuando le vi... Qué susto.

¿Ha hablado con él esta semana?

Sí, el domingo después del partido le llamé y me cogió él el móvil. Estaba en el hospital, pero todavía no le habían dicho nada; le iban a hacer las pruebas. Me dijo que estaba un poco mareado por bien. Después por el grupo de Whatssap hemos ido hablando todos y nos ha dicho que bien. Quería ya entrenar porque pensaba que no se había roto la nariz. Pero me extrañó mucho porque según le vi... Y al final sí que le han operado. A ver si va todo bien. Ahora nos quedamos aquí Loren [Lorenzo, el tercer portero] y yo, mano a mano.

¿Les ha dado algún consejo Facundo?

Aquí en los entrenamientos hacemos cada uno nuestras apreciaciones. Estamos con Lele [Aurelio Navarro, el preparador de porteros] y entre nosotros nos decimos cosas sobre nuestros movimientos. Quizás a Lorenzo, que lleva menos tiempo a este nivel, sí que le enseñamos más nosotros. La verdad es que nos ayudamos bastante entre los tres.

¿Y cómo definiría al Pablo portero?

Soy ágil bajo palos. Nunca he tenido mucha altura y por arriba me ha costado más, pero procuro ser valiente; sobre todo en las faltas. En los córners me cuesta más, pero las faltas se me dan bastante bien. También me gusta jugar adelantado, por si hay que salir a cortar alguna jugada; voy mejorando con los pies, el mano a mano me va bien... Pero sobre todo soy ágil bajo palos.

¿En qué porteros se fija?

A mí me gustaba mucho Oliver Kahn. Siempre me ha gustado muchísimo; desde que era pequeño. Por cómo era, por la actitud que tenía, por su antimadridismo... Es que no se le escapaba ni un balón. Y luego actuales el que más me ha sorprendido es Irureta, el de Eibar. Es pequeñito, pero no veas cómo salta. Va arriba muy bien. Es el nivel que es, porque es el Eibar y al final no se le ve tanto. También me gusta mucho Mariño. Y Courtois, que me parece el portero perfecto. Yo que además soy del Atleti, para mí es de lo mejor que hemos tenido. También me gustaba mucho Asenjo. No son porteros que se parezcan mucho entre sí, pero me quedo sobre todo con Oliver Kahn y Courtois.

¿Está olvidada ya la lesión que le impidió iniciar la pretemporada junto al resto de sus compañeros?

Sí, ya estoy bastante bien. Entreno con normalidad y termino todos los entrenamientos, algo que hace dos semanas era imposible; no terminaba ni un entrenamiento. Todavía noto la lesión en algún movimiento. Es que el ligamento interno es muy jodido. Influye en muchos movimientos del portero; tira mucho.

¿Puede ser este su momento?

El año pasado jugué tres partidos, pero, por ejemplo, jugaba en casa y fuera no. Al final, es un partido sí, uno no, no sabes si vas a jugar... Tienes esa incertidumbre. Ahora sé que por lo menos dos o tres partidos voy a enganchar, y eso da confianza. Mañana (por hoy) es además un campo genial, La Balastera. Hay que ganar porque tenemos una gran oportunidad de engancharnos arriba. Qué mejores partidos que los de ahora para engancharnos arriba. La semana que viene volvemos a jugar en casa. Dos campos de puta madre.

¿Es más fácil entrar en el equipo ahora que está muy bien?

Sí, entras más seguro porque sabes que el equipo está funcionando muy bien. Atrás estamos muy bien. Ha habido partidos en los que hemos terminado con la portería a cero; los dos líderes han llegado aquí y ninguno nos ha metido gol. Nos han metido goles al final, pero eso es fútbol también. Un córner, una falta... Y yo creo que ahora el equipo está muy bien y que no hay mejor momento para entrar que ahora. Cuando están las cosas mal, no tienes tanta confianza y sabes que puede salir un desastre de partido. Y La Albuera, joder. Muchos pitos, muchas cosas. Me quedo flipado. Pero bueno, bien. Ahora que las cosas están bien, funcionando.