Sergio Perela
Segovia
Miércoles, 31 de marzo 2021, 13:04
EL pasado fin de semana, con una victoria contundente frente al Carbajosa, las chicas del Segosala Merkamueble se proclameban campeonas de la competición de fútbol sala regional. «Creía que mi reacción iba a ser más de alegría», rememora Agustín Pérez, su entrenador y además presidente del club, «pero la sensación fue más de orgullo. Orgullo por las chicas, en la cara de algunas se veían las lágrimas. Con nuestra filosofía es a veces más difícil que lleguen los resultados».
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El tema de la filosofía del equipo merece mayor explicación, porque además del orgullo por lo conseguido, se atisba también en las palabras de Pérez el orgullo de haberse, de alguna manera, salido con la suya. «No hemos ganado a pesar de haber dado minutos a todas las jugadoras, sino que hemos ganado gracias a jugar con todas. No se trata de sacar pecho, sino de reforzar la idea porque dentro del club también se genera a veces debate. Se suelen valorar los resultados. Pues siguiendo esta línea también hay resultados y, de esta forma, creo que se valoran más».
La temporada todavía no ha terminado para ellas, pero las jornadas que restan son de mero trámite. Ahora lo que más ansían saber es cómo será la posible fase de ascenso a Segunda División. Porque el club no tiene ninguna duda de que quiere afrontarla. «Siempre hemos tenido en mente estar lo más arriba posible. Si económicamente se puede, tiraremos, aunque nunca saldríamos a competir con deuda por mínima que fuera», confirma el presidente. Eso, pensar en un ascenso de categoría, es mucho más costoso cuando se habla del equipo masculino, pero en Segosala entienden que es asumible para el femenino, pues «no es tan gravoso. Si mantenemos el apoyo del Ayuntamiento, no habría problema». Eso sí, para ello es necesario reforzar la estructura de club y contar con un filial en regional, para tener la continuidad de alguna manera garantizada.
Lo más complicado de todos modos ahora es saber cómo se puede ascender. Porque en la competición de Segosala, condicionada como todas por la situación pandémica, únicamente había cinco equipos. Pero hay una serie de competiciones que todavía están abiertas, en juego, y la Federación prefiere esperar a que terminen para ver cómo diseña los ascensos. Ahora mismo hay cinco territoriales que saben que tienen el ascenso directo, que son Galicia, Andalucía, Castilla la Mancha, Cataluña y Murcia. Además de esos cinco equipos que ascienden de forma directa ganando sus competiciones, cabrán en ese saco del ascenso otros siete equipos. Quedan diez competiciones territoriales por terminar y ahí es donde se abre la esperanza de que incluso se decrete algún ascenso directo más y pueda caer en gracia al equipo segoviano. «Entendemos que competiciones como la de Madrid, fuerte y con 15 equipos; Extremadura que tiene 11 y Aragón que cuenta con otros 12, posiblemente asciendan directamente. Pero nosotros tenemos que esperar. Es una pena en este sentido porque el hecho de saber cómo son las fases, contra quién puedes enfrentarte y demás, te permitiría prepararte mejor», subraya Agustín Pérez.
Para esta segunda fase, si es que finalmente existe, van a tener los mismos problemas de planificación que al comenzar la competición. Hubo muchas dudas sobre si habría o no competición, aunque contaban con la aquiescencia de todas las jugadoras; pero la competición se fue retrasando hasta el mes de diciembre para ver si se podía ir capeando la inestable y creciente influencia de la covid. Y, en ese momento, es donde Pérez piensa que dio con una de las claves del reciente éxito: bajar el pistón en la preparación. «Vi que la situación se prolongaba y tenía miedo de tensar demasiado en el trabajo previo y que llegasen justas a la competición, así que bajé el ritmo y luego lo volvimos a subir cuando faltaban dos semanas ya para comenzar».
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Además de esa cuestión física, se sumó un contratiempo que, a la larga, resultó decisivo también. Cuando iba a comenzar la competición surgieron positivos en el equipo y entraron en ella con dos semanas de retraso. Ahí es donde Pérez pone el acento en la implicación del equipo, de sus jugadoras. «Tengo un equipo de edades comprendidas entre los 14 y los 34, tengo de todo. Es verdad que se ha ido rejuveneciendo, pero tengo todavía esa mezcla que me encanta porque supone concentrar la ilusión de las más jóvenes con un grupo de veteranas que integra a las nuevas y que funciona». La tercera clave que reconoce en su análisis el entrenador es que no metió presión de inicio con ninguna aspiración. Esa preferencia por la filosofía, tan recurrente, del 'partido a partido', ha sido importante para salir a todas las canchas a competir siempre buscando la satisfacción de darlo todo, sin más presiones. Ahora, veremos cómo, este equipo luchará por llegar a Segunda División.
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