La sangrante herida del fútbol sala segoviano

Sin duda, las desapariciones del Caja Segovia y del Segovia Futsal son los golpes más llamativos de una herida que no deja de sangrar desde hace tiempo. Pero hay más síntomas o causas, de menor tamaño e importancia, que poco a poco y año a año van lastimando la salud de un deporte del que Segovia, a pesar de todo, sigue siendo referencia en Castilla y León. Sirva como ejemplo que en la temporada 2009-2010, en plena crisis económica, se llegaron a tramitar 1.739 fichas para jugar al fútbol sala en Segovia en alguna de las competiciones organizadas por la Federación de Castilla y León. Casi 1.800 jugadores repartidos en 152 equipos, desde categoría prebenjamín a sénior, distribuidos en 36 clubes diferentes. Diez años después el fútbol sala segoviano, además de a dos equipos en la élite (tres si cuenta el Segovia Futsal femenino que dejó de competir en Segunda División), ha perdido a 200 jugadores y a una veintena de equipos. En la última campaña han sido 1.521 los jugadores federados y 133 los equipos que han competido en ligas provinciales o regionales, números muy por debajo de los registrados hace una década. No obstante, también se aprecia una ligera recuperación desde 2015, año en el que el número de jugadores y de equipos tocó fondo en la provincia. Aún así, la mitad de los jugadores y de equipos de la región que compiten en fútbol sala son de la provincia de Segovia (provincias como Soria no tienen un solo equipo).

¿Cuáles son las causas que han motivado la crisis del fútbol segoviano? Jugadores, entrenadores y aficionados tendrán sus propias teorías sobre los motivos que han llevado a este deporte a una de sus peores situaciones en los últimos treinta años, pero la mayoría coincide en señalar cinco: los excesivos costes y las trabas de la Federación, la falta de ayudas institucionales y privadas, el ego de los entrenadores y el egoísmo de los jugadores, la falta de formación de los técnicos y la búsqueda del resultado por encima del desarrollo del jugador en categorías inferiores.

Diego Gacimartín, entrenador en la élite durante los últimos cinco años pero conocedor de la base del fútbol sala, señala la falta de tejido empresarial en Segovia para apoyar el deporte en general y el fútbol sala en particular en la provincia como una de las causas. Pero no es la única. Además de lamentar la falta de apoyo de la FCYLF, Gacimartín también pone el foco en el cambio que han sufrido los jugadores, «más físicos y menos técnicos» que hace unos años, y también con menos paciencia. «Tienen mucha prisa por llegar arriba», afirma.

«Vamos en picado. Estamos decreciendo en todos los sentidos. Si no hay cambios esto irá a peor porque hay muchos clubes con la soga al cuello», declara Agustín Pérez, presidente del Segosala. Achaca la crisis del fútbol sala segoviano a la Federación y sus trabas a los clubes, a los entrenadores «a los que solo les vale ganar en categorías inferiores», a los propios clubes que «no apuestan por la formación de sus técnicos, buscan siempre lo más barato y son muy resultadistas» y también a los propios jugadores, «más egoístas que hace años y con una falta de implicación muchas veces apoyada por las propias familias».

César Arcones, del FS Valverde, comparte los mismos argumentos que Gacimartín y Pérez, sobre todo los relacionados con la formación de los entrenadores. Por un parte afirma que la culpa es de los propios técnicos «que no han sabido progresar de la misma forma que lo han hecho las nuevas tecnologías con las facilidades que eso supone». Pero además, vuelve a poner el foco en la Federación de Castilla y León de Fútbol, «que está ahí gracias a los clubes y los jugadores pero de la que no recuerdo la última jornada formativa de fútbol sala que ha realizado en Segovia».

También señala a las categorías inferiores como la base del problema Javi Pena, entrenador y expresidente del Deportivo Independiente, uno de los clubes que ha desaparecido durante los últimos años. «Hay muy pocos equipos que trabajan la base». Y añade: «Antes estábamos menos formados pero más diversificados». Precisamente, ese es otro de los problemas que encuentra: la falta de clubes en la base y el exceso de equipos en categorías cadetes o juveniles regionales. «La pirámide está mal hecha. Debería haber más equipos en las categorías de los más pequeños», indica.

Entre las causas de la crisis del fútbol sala segoviano no se encuentra la influencia que pueda ejercer el fútbol, pese a que cada vez los jugadores comienzan a jugar antes al fútbol 7 en detrimento del sala. El CD Claret es uno de los equipos que desde hace unos años apostó decididamente por dedicarse a una única modalidad, el fútbol, en detrimento del fútbol sala en el que llegaron a tener equipos hasta categoría juvenil «Decidimos ir por la línea del fútbol. Los chicos tiran más por ahí y por el momento nadie nos ha pedido que intentemos sacar una sección de fútbol sala», explica Juan Carlos Lázaro, coordinador del Claret, con equipos de fútbol sala en categoría prebenjamín y chupetines.