![El proyecto del San Cristóbal en Tercera dispara las expectativas](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202207/07/media/cortadas/alvarito-sala-ktVF-U170652011928zWE-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Son años de trabajo alrededor del fútbol sala para el Club Deportivo San Cristóbal. Un proyecto que ha ido creciendo a medida que crecían también las demandas del propio pueblo, que terminó creando un equipo senior para que sus juveniles no se quedasen ante el ... abismo de no jugar por no tener una opción cercana y que hoy se enfrentan a la composición de una plantilla para jugar la próxima temporada en Tercera. Y, no contentos con eso, resulta que dos de los fichajes que anuncian son de mucho peso. Porque Sergio Callejo, que sabe lo que es jugar en Segunda B, lo es. Pero Alvarito, que a sus 34 años ha pisado todas las canchas de Primera División y muchas en el extranjero, lo es todavía más.
«Lo que querían ambos era competir, no venir a entrenar poco y de cualquier manera. Y nosotros les dijimos que vamos a competir, que es nuestra idea al cien por cien. Que no vamos a ir a León a llevarnos 12», explica el entrenador Adrián Velasco, tremendamente ilusionado y con ganas de echar ya a andar en la nueva categoría. «Con Alvarito fue algo casual. Se compró un piso en San Cristóbal estando en Leganés, y nos vino a ver varios partidos, con lo que fuimos hablando. El día que ascendimos, en casa, estuvimos hablando casi más en broma que otra cosa», comenta de forma anecdótica Velasco. «Luego es verdad que ya nos sentamos, le conté el proyecto y cómo era yo como entrenador. Y como él no quiere dejarlo todavía y vive allí, pues cuadró para todos».
El tercer nombre sonado que se puede sumar a estos dos es el de Alberto Sanz, 'Mordi'. El portero dejó el fútbol sala en un segundo plano al terminar su aventura con Naturpellet Segovia, pero precisamente un portero es la pieza que le falta a San Cristóbal, que tiene ahora mismo 10 jugadores de cancha y uno bajo palos. Velasco reconoce que ha habido contactos, pero que no hay nada más avanzado. Ganas por parte de un club que quiere convencer al portero de que puede merecer la pena que se vuelva a poner bajo los palos cerca de casa. Porque por ilusión no va a quedar, ya que el club ha hecho un esfuerzo enorme para encontrar los patrocinios y los apoyos para salir en esta categoría de forma económicamente viable. Incluso están moviendo la posibilidad de formalizar abonos.
«Te diría que el San Cristóbal es el club que más proyección está teniendo en Segovia», afirma rotundamente Álvaro Velasco. Y es que, sin ser muchos los años que llevan trabajando en el pueblo, los frutos están saliendo. Eloy de Pablos comenzó en el club y, a día de hoy, de los 7 juveniles que pasan de edad, 3 ó 4 se van a quedar con el primer equipo. El resto, seguro, se van a quedar cerca del club para sumar. «Los chavales pasan de edad juvenil y a lo mejor dejan de tener tiempo para jugar, pero sí para entrenar a un cadete, un alevín. Y esa experiencia como jugadores del club es la que traspasan a los pequeños».
Otro de los baluartes con los que cuenta el equipo es el pabellón, en el que a la vez que el club, ha ido creciendo también una afición. «Es verdad que hemos ido primeros todo el año y eso atrae. ¡Los del bar del pabellón tienen que estar la mar de contentos! Pero es que la gente se ha desplazado fuera. Que en Salamanca habría unas 40 personas, en Cuéllar también, 40 ó 50. Los chicos decían que, ganaran o perdieran, tenían que hacer algo por esa gente». Una gente tan fiel y un pabellón con la grada tan encima de la cancha, que en ocasiones es «caliente de más».
Quieren empezar cuanto antes, pero la competición no suele hacerlo hasta primeros de octubre. Eso sí, ni con los nombres que están llegando admite Velasco poner más presión sobre el equipo: «Me dice la gente que con el equipo que estamos haciendo que hay que cambiar las aspiraciones de la temporada. No, no sabemos cómo van a cuadrar, nunca han jugado juntos y con el nombre no se gana». También está la presión que él tiene de entrenar a jugadores con más recorrido que el suyo en los banquillos, en los que lleva 8 años. Así que hay ganas de comenzar, pero para ir consiguiendo hacer vestuario y no sumarse al cuento de la lechera.
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