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El calendario no está diseñado para los intereses del Unami esta temporada. Cuando mejor estaba el equipo, en buena racha y con las jugadoras recuperadas y sumando, le han caído dos partidos contra los dos mejores equipos del grupo en los que sus armas no han valido para ganar. Frente al líder, el equipo canario del Teldeportivo, no valió ni siquiera ponerse por delante en el marcador con otro gol de oportunismo y finura de Laura Llorente. Con escasa rotación, como cada vez que juegan fuera, pero con mucha velocidad y físico, sumado a una calidad individual de mucho nivel, el Teldeportivo ni se inmutó al verse por detrás en el marcador, sabedoras sus jugadoras de que tienen capacidad suficiente para dar la vuelta.
Unami
Laura Hernando, Marta, Cristina, Laura Llorente y Rocío; Sofía, Sara, Laura Gómez, Carré, Esther, Leyre y Soraya
3
-
4
Teldeportivo
Mariona, Sofía, Idoya, Marta Ruiz y Ontiveros; Shandira, Gema, Naiara y Virginia.
GOLES: 1-0 Laura Llorente (min 11), 1-1 Shandira (min 13), 1-2 Virginia (min 17), 1-3 Ontiveros (min 32), 1-4 Shandira (min 34), 2-4 Sara (min 35) y 3-4 Marta (min 38).
INCIDENCIAS: Pabellón Pedro Delgado. 20 espectadores.
Siguiendo un plan de partido muy reconocible, Unami empezó eligiendo los momentos de presionar y de alguna manera eso hizo que los primeros minutos fueran desordenados y con pocas acciones trenzadas. Mucho choque, mucho balón perdido, mucho intento de contra frustrado. El gol de Laura fue de los de estar donde debe. Un saque de banda en tres cuartos de cancha, Sara golpea con la zurda directo al área y, a pesar de ir rasa la bola, termina en las piernas de la goleadora. Más que rematar, estaba donde debía y condenó al balón a las redes. Era un premio enorme que convenía atesorar lo máximo posible. Pero ese máximo duró apenas dos minutos.
Con las azules ya defendiendo en un bloque más bajo, esperando cerradas en media cancha, las canarias tuvieron ocasiones pero no extraordinariamente claras. La movilidad de Shandira y Ontiveros, además de la precisión en los pases, hacían que la sensación fuera de un peligro constante, aunque no se prodigasen siquiera con golpeos desde fuera. De hecho, el gol del empate llegó tras un córner y casi fue más bonita la acción previa que la propia del tanto, con Shandira pivotando y abriendo espacios a la defensa, además de terminar rematando de volea una asistencia de vaselina. En ese saque de esquina fue donde un error dejó al descubierto el centro y en franquía un disparo que sí terminó haciendo daño.
El daño de ese tanto fue más que el mero empate. Fue un espaldarazo para las canarias, reforzadas en su firme convicción de que lo que estaban haciendo iba a funcionar, cosa que no era extraña porque lo hacían bien y rápido. Pero fue también una losa complicada para las azules, que vieron mermada su rotación por ciertos problemas físicos y eso, para un equipo que depende mucho de que sus puntales mantengan la frescura para seguir creando y haciendo daño en las escasas opciones que tuvieran. Y es que hubo momentos en que se sintieron desbordadas en pista, porque después del empate y hasta el descanso, Teldeportivo no cejó en su empeño por ponerse por delante. Y una vez conseguido, tampoco paró hasta convertirse en un rodillo, con una Ontiveros que aparecía con inteligencia sin balón en los espacios y terminó siendo una pesadilla.
Pese a todo, Unami es un equipo con una capacidad de resiliencia importante. Nunca perdió la cara al partido y llegó a tener hasta un pequeño momento para soñar con la remontada. Llegó casi de refilón, porque a los cinco últimos minutos se entraba con las canarias relativamente cómodas en cancha cerradas y las segovianas jugando de cinco, muy abiertas y buscando explotar el disparo y el segundo palo. En esas tesituras, suele ser Sara la que tiene mejor tiro y mayor tino desde lejos, y ella firmó el 2 a 4. Y en una acción casi casual, con cierto parecido con el primer gol visitante, iba a llegar el tanto de la inquietud. La defensa canaria se iba a abrir, quizá confiando en que el disparo de Marta iba flojo. Y su portera no afinó, así que el 3 a 4 ya era otra cosa. Solo habría otra oportunidad para empatar, en un saque de banda en campo contrario a falta de tres segundos. El golpeo de Marta se iría desviado y Unami dejó de creer.
En su visita al Salesianos, un equipo que lucha por alejarse de la zona baja de la clasificación, el Segosala fue siempre a remolque en el marcador y terminó perdiendo el partido. A los once minutos las manchegas consiguieron adelantarse en el marcador después de haber saltado a la cancha intentando por todos los medios imponer su ritmo de partido. Aunque antes del descanso las jugadoras segovianas consiguieron el empate aprovechando un error defensivo, de excesiva tensión, en la zaga rival; la segunda mitad volverían a perder la iniciativa.
Sería Paola la protagonista y la que terminaría dando con la clave para Salesianos Puertollano. Puso el dos a uno a los cuatro minutos de la reanudación y, a pesar de una excelente reacción de un Segosala correoso que lograba de nuevo empatar dos minutos después; el 3-2 de nuevo de Paola rompería el partido. Más que nada porque entre el tercer tanto y el cuarto apenas pasaron dos minutos y se extinguió la opción de remontar de nuevo.
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