El férreo trabajo del Unami logra salvar un valioso punto frente a Rivas

Medirse a las azules esta temporada, sobre todo en casa, es chocarse de lleno contra un muro de hormigón. Bien colocadas en defensa intentan siempre salir al ataque de manera pragmática y rápida, aprovechando el tremendo estado de forma de una Laura Llorente que da la sensación de perder años en lugar de cumplirlos, acompañándolos siempre con un instinto goleador afiladísimo. No falla nunca si tiene la opción y siempre suele tenerla. Ella y la amenaza continua de Marta Escribano, impenitente a la hora de golpear y percutir con su pierna izquierda, han sido los dos puntales del ataque de las jugadoras azules. Además del aspecto físico, que se ha antojado clave en el último cuarto del partido.

Pronto comenzaron las cosas a ponerse cuesta arriba, porque a pesar de que Rivas no mostró una fluidez inmensa, cuenta con varias jugadoras con capacidad para decidir partidos. Una de ellas, la mejor del partido para las madrileñas, Sofía Valero. En el primer minuto su zurda ya fue diferencial anotando el primer tanto del choque. Quizá hubo un punto de exceso de confianza por parte da las jugadoras visitantes, que pretendieron imponer un ritmo muy lento y dependiente en lo ofensivo del balón parado más que nada.

A eso no es posible, al menos no esta temporada, ganar a Unami. Aunque con el marcador en contra es más complicado, sobre todo cuando las rivales bajan mucho la defensa y plantean casi el mismo tipo de partido que suele gustar plantear a las segovianas. El gol de Escribano, en el 17 del encuentro, no solo suponía el empate. Significaba volver a abrir la opción de esperar bien cerradas y buscar un zarpazo arriba.

No iba a ocurrir así. Con Rivas queriendo llevar la iniciativa, pero guardando la ropa constantemente, el partido entró en unos minutos de tedio y pocas ocasiones que se rompieron con un misil teledirigido de nuevo por Sofía Valero. Desde más atrás de los tres cuartos de la cancha, cansada de mover la bola como cierre de un ala a la otra sin frutos, golpeó con su zurda a la bola que, haciendo un extraño, se fue elevando y moviendo hacia la escuadra derecha de la portería de Unami. Nada se pudo hacer ante eso.

Golpeadas duramente, las azules reaccionaron, pero no de in mediato. Tuvo que ser otro zapatazo de Sofía al palo lo que despertase al equipo, que tuvo un par de minutos de asedio en los que debió llegar el empate. Dos golpeos lejanos de Marta y una acción en área de Laura, desbaratadas por la portera Mercedes, casi acaban con las esperanzas.

Se cerró a puerta y Llorente encontró la ventana. En un saque de banda que parecía insulso, en campo propio, la pivote recibía de espaldas en el ala izquierda. Al girarse, despistó por completo a las dos defensoras, que no la encimaban pensando en un pase hacia atrás por la inercia. Girarse y lanzarse a por la portería fue todo uno. El golpeo de puntera cruzando, un golazo. El decimosegundo para ella en la competición y que salvaguarda un punto muy jugoso que ni siquiera con superioridad pudo arrancar Rivas. Además del favor a Segosala, que seguirá en tercer lugar.