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Integrantes de los distintos equipos del Segosala, durante la presentación.

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Integrantes de los distintos equipos del Segosala, durante la presentación. ANTONIO DE TORRE

La familia Segosala no quiere más hijos

El club habla de afianzar su proyecto, con unos 200 jugadores, un dato que no ve viable subir con los actuales recursos humanos y económicos

Miércoles, 1 de marzo 2023, 10:49

El Segosala ha alcanzado las dimensiones que puede gestionar como club, con 17 equipos y unos 200 jugadores. Son menos que hace años, porque la pandemia ha hecho mella, pero la entidad no quiere más para asegurar una formación correcta y porque no hay recursos. El techo también ha llegado, al menos por el momento, en los equipos élite, tanto el femenino, asentado en Segunda División, como el masculino, con todas las papeletas para descender a Tercera. Sin delirios de grandeza, el mensaje es que la familia está bien como está, no hay margen para tener más hijos.

La presentación de jugadores, entrenadores, monitores y otro personal del club tuvo lugar ayer en el pabellón Pedro Delgado porque fue imposible cuadrar un fin de semana en el que uno de los equipos de élite no jugara a domicilio. «No podemos hacer la presentación sin el Segunda Femenina o el juvenil», subraya su presidente, Daniel Sacristán. Los equipos son: Segunda Femenino, Segunda B masculino, regional juvenil masculino, regional femenino, un cadete, dos infantiles, un alevín, dos benjamines, el prebenjamín, la escuela de psciomotricidad, cuatro equipos en la escuela femenina y un conjunto de veteranas.

«No nos sirve de nada tener ocho benjamines si no tenemos a gente capacitada para formarles»

daniel sacristán

Presidente del Segosala

El club ha reducido equipos en los últimos años, un alivio. «Veíamos que no podíamos abarcar más deportistas porque al final lo que queremos es hacer un trabajo adecuado y para eso necesitas un número de entrenadores». El fenómeno responde a múltiples causas. La pandemia, que cercenó entrenamientos y competiciones, llevó a niños a dejar el deporte o a cambiar a otras actividades al aire libre. «Han sido un par de años duros», resume el presidente, con menos recursos. «Dijimos que podíamos tener dos infantiles y no cuatro».

Hay menos entrenadores y la nueva normativa impide, por ejemplo, al técnico del Segunda B dirigir también a un infantil. El club cuenta con entrenadores titulados y con monitores a los que impulsa a sacarse el curso. «No nos sirve de nada tener ocho benjamines si no tenemos a gente capacitada para formarles». El presupuesto llega hasta donde llega y en Segovia no sobran técnicos. «Somos muchos clubes y no hay entrenadores suficientes para todos. No tiene sentido que no puedan entrenar a varios equipos de la escuela con el desembolso económico que han hecho para sacarse esa titulación. Podría tener una fuente de ingresos que le podría servir como un trabajo. Ahora mismo te tiene que gustar mucho el fútbol sala para que te lo plantees».

«El descenso a Tercera sería un golpe a nivel social y económico»

Daniel Sacristán sitúa el trabajo de base como la prioridad de futuro del Segosala. «Formar a los niños y niñas para que vayan pasando de equipo y podamos tener en los equipos de arriba el mayor número posible de jugadores que salgan de Segosala». En el escalafón, el femenino, en la segunda categoría nacional, es el que más arriba está, aunque el masculino, en la categoría de bronce, al menos de momento, cuenta con más afición en sus partidos como local en el Pedro Delgado y da más quebraderos de cabeza por su situación clasificatoria.

Con el equipo femenino asentado en la zona alta de Segunda –lejos del liderato pero con serias opciones de repetir puesto entre los cuatro menores y jugar de nuevo Copa de la Reina–, el masculino está en caída libre, colista de su grupo a nueve puntos de la salvación. «Van pasando las jornadas, no ganamos, pero todavía nos quedan 27 puntos, Tenemos total confianza y vamos a seguir trabajando hasta el último día».

Con todo, el descenso es un escenario muy real para el equipo que empezó dirigiendo Daniel Ibañes. «No nos hemos planteado que estemos ya en Tercera División. Pero sería un golpe duro para el club y para el fútbol sala. Después de estar varios años en Segunda B tratando de asentar el proyecto y generar esa ilusión en el aficionado... Es un descenso de categoría y hay más equipos segovianos en Tercera, ya no eres el equipo referente. Pero también es un golpe a nivel social y económico porque sabemos que las subvencio

La consecuencia es que los técnicos son vocacionales. El técnico en Segunda B, Juan Carlos Dueñas, está jubilado; el del Segunda Femenina, Agustín Pérez, tiene otro trabajo, al igual que el personal de la escuela. Sacristán esgrime los hitos de ambos equipos: el ascenso a Segunda B y dos permanencias de los chicos y el ascenso a Segunda y una permanencia –con la segunda en el bolsillo– de las chicas como un techo realista del club, al menos en un medio plazo. «Hay que trabajar la estructura para, si el día de mañana, podemos dar ese salto, estemos preparados a nivel deportivo y económico. No subir y desaparecer al año siguiente».

Por eso el objetivo es «asentar los proyectos deportivos en las categorías actuales y trabajar para poder dar el salto, no sé si en dos, tres o cinco temporadas». El sénior femenino es la élite del Segosala y Sacristán cree que el proceso, cocinado a fuego lento, puede desembocar en Primera División. «Creo que vamos a estar preparados para dar ese salto, es algo que tenemos ahí a medio plazo porque creo que se está trabajando bien. Pero tampoco tenemos que obsesionarnos con que tiene que ser mañana y darnos el batacazo».

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