Los cimientos del CD San Cristóbal, un debutante en Tercera División asentado en la atalaya del segundo puesto, parten de un vestuario de Valladolid y el ascenso que no llegó por 11 segundos. Aquella promoción a Tercera requería de un tropiezo del Bupolsa, burgalés, que ... ganaba 7-4 su partido. Cuando los segovianos hicieron sus deberes, vieron por el móvil el final de un partido aparentemente sentenciado: su rival ganaba 7-4. Pero esto es fútbol sala: en un minuto puede cambiar todo. Ocurrió, y el Tres Columnas igualó aquel encuentro. Solo quedaba medio minutos para que los segovianos celebraran su hito, pero el Bupolsa marcó a 11 segundos del final. Aquellos llantos se tradujeron en compromiso porque el grupo siguió unido para terminar la tarea el curso siguiente y forjó una unión que ahora no tiene techo.
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Es el equipo de la ilusión, en palabras de su entrenador, Adrián Velasco, que define como «muy rara» la Tercera División, desde el formato –asciende uno y jugando 'play off' con el campeón de otro grupo– a los nuevos equipos. El técnico planificó la temporada para llegar al máximo nivel en los últimos cinco partidos. «Si nos estamos jugando algo, a pelearlo a muerte». Tras 14 jornadas, suma 35 puntos de 42 y está a dos del líder, el Zamora.
Entre las causas que explican el auge de San Cristóbal está su cantera, los hijos de las familias que se fueron a vivir al pueblo a principios de siglo. La punta de lanza es el juvenil, que milita en División de Honor y que tiene a Diego Gacimartín –entrenador en Primera División con el extinto Segovia Futsal– como técnico.
«Son chicos que compiten muy bien. Sabes que si te llevas a dos juveniles no van a desentonar», subraya Adrián, que llama «profe» a Gacimartín. «Aquí en Segovia, ¿quién sabe más? Firmo aquí llegar donde ha llegado él, quiero seguir avanzando y demostrando». ¿La fórmula? «Trabajo».
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El San Cristóbal ascendió el año pasado con autoridad. «Los chicos se lo creyeron», esgrime su técnico, que no esperaba el rendimiento de este curso. «Estamos primeros de nuestra liga. El Intersala Zamora es un equipo que está hecho a base de dinero para ascender; los jugadores están cobrando 700 euros». El tercero queda ya a cinco puntos de los segovianos en una categoría en la que también militan Cuéllar y El Espinar Arlequín.
La transparencia en el vestuario es clave. «Confiamos los unos en los otros, hemos hecho un grupo increíble. Si nos tenemos que decir algo, lo vamos a hacer». En un nivel amateur, era comunión se genera en el día a día. El miércoles le tocó al capitán invitar a unas pizzas después del entrenamiento, una rutina habitual.
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Adrián velasco
Entrenador del CD San Cristóbal
Adrián destaca el compromiso de Alvarito, alguien que ha triunfado en Primera. «Él dirá: ¿Qué me vas a enseñar tú a mí?»» razona el técnico. «Es tan profesional que acata órdenes de todo. El primero que viene, el que te ayuda a mover la portería. No ha venido aquí a pasar el rato». De hecho, recuerda las primeras conversaciones, en verano, cuando tenía que asegurar al nuevo fichaje que el club daría la talla. «Adri, yo no voy a que me metan ocho», avisó. El técnico replicó: «Álvaro, vas a competir, conozco a estos tíos». Compromiso cumplido.
La demanda en las categorías inferiores ha llevado al equipo a buscar horarios fuera de San Cristóbal y realiza una de sus tres sesiones semanales en La Granja. «Es como si le quitas sesiones en el Perico al Caja Segovia de la época», lamenta Adrián. Son las consecuencias del éxito del club con equipos en categoría infantil regional, cadete regional, juvenil regional, juvenil en División de Honor y Tercera División. «Yo muchas veces le pregunto al presidente de dónde saca el dinero para que el cadete vaya a Salamanca y el infantil, a León», bromea tras más de un lustro en el club. Alaba el trabajo «desde abajo» con las escuelas, prebenjamines o benjamines.
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Adrián velasco
Enrtrenador del CD San Cristóbal
Los directivos del club han sido los mejores comerciales para que los padres llevaran a sus hijos a un pabellón que se llena con los partidos de Tercera y con algunos de División de Honor. El infantil regional es líder de su categoría y ha ganado todos los partidos, toda una anomalía en Castilla y León. Esa estructura convierte a San Cristóbal en la capital del fútbol sala segoviano en opinión de Adrián o de Eloy de Pablos, su gran canterano –se marchó a Inter Movistar– pese a que Segosala tenga a un equipo sénior en una categoría superior, tanto femenino como masculino.
Por eso el reto de Adrián es convertir a su equipo en el sénior de referencia. «Ya que nos estamos viendo ahí… Incluso jugadores de otros clubes están viendo que estamos trabajando bien». Con todo, tiene los pies en la tierra y se niega a pensar que el ascenso llegará ya. «Este año no, veo prácticamente inviable ascender dos categorías en dos años». Lo dice con la boca pequeña, con los ojos iluminados, porque sabe que no es una quimera.
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Todo dependerá del esprín final, de los últimos partidos. Para ello descansaron completamente en navidades. Y de evitar tropiezos como el empate de la semana pasada en Guijuelo, las piedras del camino que aguardan a cualquier equipo. Su única derrota fue en casa ante el Zamora, al que deberán visitar en lo que esperan sea un duelo por el ascenso. «Hay muchos partidos antes y te puede ganar cualquiera». Aquellos 11 segundos han acabado dando para mucho.
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