El Inter Movistar dedica el título de Liga a Matías

El Inter Movistar se proclamó campeón de la LNFS tras ganar a ElPozo Murcia (2-4), en el tercer partido de una final en la que ha vencido los tres partidos disputados. El capitán del conjunto madrileño volvió a levantar el título liguero seis años después y Luis Amado tuvo el emotivo gesto de hacerlo ataviado con la camiseta de su compañero Matías Lucuix, lesionado desde hace 19 meses.

«Lamentablemente, tengo que volver a operarme porque las cosas no evolucionan como esperábamos y los tiempos ya no serán como creíamos». Así anunciaba Matías, viejo conocido de la afición segoviana, que va a tener que pasar por el quirófano por tercera vez desde que se lesionase el 8 de noviembre de 2012 en un partido del Mundial de Tailandia ante Australia. Una fractura de tibia y peroné que se ha convertido en una pesadilla interminable para el argentino. 

El ala argentino sí estuvo en marzo en Logroño con sus compañeros y celebró a pie de pista y con muletas la Copa de España. Pero, en esta Final del play off ha estado ausente, aunque gracias a sus compañeros fue el gran protagonista de una emotiva entrega de trofeos en la que todos los jugadores de Inter Movistar se acordaron del dorsal 3 del conjunto verde. Mati, lesionado hace 19 meses y que ha vuelto a pasar por el quirófano, celebró desde Madrid la novena Liga de Inter.

Pasada la medianoche, José María García y el técnico Jesús Velasco le llevaron el trofeo hasta el hospital donde se encuentra ingresado tras ser intervenido para poner fin a su calvario. El jugador argentino, visiblemente emocionado, agradeció el gesto y las muestras de apoyo que ha recibido de todos sus compañeros en un momento tan especial para el Inter Movistar.

Matías escribió en su perfil personal de twitter que «son tiempos difíciles que no me dejan disfrutar de la final como quisiera» pero su equipo le hizo feliz porque como el crack argentino dice «tras las peores tormentas siempre sale el arco iris y no dejaré de perseguirlo hasta encontrarlo». De momento, el cielo vuelve a ser verde y el argentino habrá sonreído después de mucho tiempo sin hacerlo.