No se había puesto delante de un micrófono ni ante un aforo, más o menos poblado, desde las navidades de 2020. Desde entonces han sido 25 meses de una dureza extrema para él, de recaídas, de volverse a levantar, minicrisis, de mucho trabajo interior,... de ... empezar de cero.
Publicidad
Eusebio Sacristán (La Seca, Valladolid, 1964) entró en coma inducido en las navidades de 2020 y en esos primeros días hubo de superar un momento crítico que solo los más cercanos conocen bien. En todo este tiempo ha vuelto a aprender, casi como si de un niño se tratara, aspectos tan básicos como empezar a hablar, a desenvolverse por sí mismo y a relacionarse con los demás. Masticando en la sombra todo un proceso de extrema complejidad que ha ido llevando a cabo rodeado de especialistas en su recuperación entre Barcelona y Valladolid.
«No estaba preparado para hablar con nadie, después del accidente no me veía preparado, solo con mi hermana (Tere) y mis hijos, que me venían a verme. No podía decirles nada y ese fue mi proceso durante mucho tiempo. Han pasado 25 meses desde entonces, estoy un poquito mejor y más preparado para poder hablar y eso me ha dado un poquito de alegría. No sabía como iba a ser mi vida, pensé que iba a ser un desastre y que no iba a poder relacionarme con nadie, y poco a poco han ido cambiando las cosas», ha iniciado su relato, visiblemente emocionado, en una exposición que ha sido seguida por distintos puntos del país, donde también dejó huella, caso de Vigo, Donosti o Girona», ha comentado en el entorno de las instalaciones de la Real Sociedad Hípica, y dentro de Los Desayunos de la APDV (Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid).
Su vuelta a la normalidad, algo tan sencillo como hablar rodeado de amigos, ha supuesto una lección de vida para los presentes por un relato que, por momentos, ha puesto los vellos de punta a los presentes. «Hay veces que tengo dificultades para hablar con los demás, pienso que no voy poder tener una conversación normal con los demás. Estoy trabajando con los logopedas, el optometrista, me facilitan las frases que me pueden ayudar a recuperar mi día a día. He pensado mucho en cómo podía volver a ser mi día a día, y lo importante es mi recuperación. Pero estoy en Valladolid, tengo muchos amigos y eso me ayuda a estar mejor. Pensé en qué había sido mi vida y me he ido dando cuenta de que las cosas que me propuse las he ido cumpliendo. Me acuerdo de la mentalidad que tenía de niño en La Seca cuando pensaba en ser futbolista», ha relatado, recordando en su exposición el momento en el que Ramón Martínez y Santi Llorente fueron a Pedrajas, «cuando yo tenía 15 años», para reclutarle para el Real Valladolid.
Noticia Relacionada
«Ahora estoy en un proceso de mentalidad, y en ese camino estoy y sigo para volver a estar bien, Volver a tener la capacidad de tener una relación normal con los demás. Os doy las gracias por estar aquí a mi lado», ha comentado, admitiendo que en todo este tiempo de labor en la sombra «he pensado que las cosas cuando te pasan en la vida, te pasan por algo», ha asegurado Use, al que todavía los médicos no le dejan conducir.
Publicidad
En ese punto de su discurso, todavía trabado y titubeante por las secuelas que le ha dejado aquel coagulo en la cabeza, ha surgido el motivo que ha rodeado toda su vida. Y cuando Use habla de fútbol le asoman las palabras y se siente algo más seguro. ¿Volverá? «He pensado en la posibilidad de afrontar otras cosas, pero primero está mi recuperación ¿Volvería a ser entrenador? ¿Me ilusionaría? Lo que más tiempo he hecho y más conozco es el fútbol. ¿Preparado? ¡Bufffff! Me tengo que recuperar», ha reconocido, valorando el trabajo que está haciendo Pacheta en el Real Valladolid. «Coincidí con él hace unos días y le pregunté cómo hace para tener a todos sus jugadores contentos. Ya no es solo transmitir tu idea como entrenador sino cómo tratas a 25 futbolistas, cómo te relacionas y les tratas en el día a día», ha señalado.
En el tramo final de su vuelta al foco mediático, Eusebio ha repasado el por qué de crear una fundación en su momento. «Acabé mi carrera como jugador y llevé la idea que tenía de dar a los niños la posibilidad de jugar al fútbol», explica, confesando a los presentes que el primer libro que leyó tras su accidente fue 'Viven, tragedia en los Andes'. «Me llamó la atención su mentalidad de lograr los objetivos. Pensaban que no iban a sobrevivir pero pensaban en que querían ver a sus padres y esa fuerza les hizo salir de las dificultades. Diez personas salieron de las montañas sin tener medios. Fue importante en mi vida», apuntando también otros dos nombres de escritores que publicaron escenarios de motivación, como los libros de Roberto Canesa y Nando Parrado.
Publicidad
El desayuno con Eusebio Sacristán ha terminado con una pregunta no esperada para el propio protagonista. ¿Eres feliz? «Puesssss... He sido muy triste y negativo durante mucho tiempo, pero poco a poco pienso mucho de una manera mucho más alegre y contenta».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.