![El retorno del fútbol villanublense](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201906/13/media/cortadas/escudo-koAG-U80503576344ZxB-624x385@El%20Norte.jpg)
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Nunca los inicios fueron fáciles, y menos cuando tan cerca sopla viento incesante. Pese a este, en Villanubla entendieron seis amigos que aprovechando que el Ayuntamiento iba a mejorar sus instalaciones colocando césped de material sintético en el campo de fútbol podían hacer un club. En un principio lo idearon como algo que les cobijase a ellos y a otros más de categoría aficionado. Pero, ¿por qué no ir más allá? Lo intentaron. Con éxito, porque la cartelería y el boca a boca, amigo inseparable en estos casos, permitió que los equipos que llegaron a inscribir fueran cinco. Y con ello, por primera vez, hubo en el pueblo fútbol base federado. Con la suerte además de ser capaces de encontrar un apoyo numerosísimo en el pueblo también a la hora del establecerse y superar los vaivenes típicos de cualquier comienzo. «Al empezar tuvimos un problema con el proveedor de ropa. Tuvimos que cambiarlo una vez comenzada ya la temporada. Fue una de las cosas duras del principio, como el tener que reunir los 3.000 euros de aval que nos exigía la Federación y que sacamos de nuestros ahorros. Pero lo hicimos porque nos apasiona el fútbol», reconoce Sergio Bravo, uno de los fundadores y presidente del Villanubla Club de Fútbol, que igual que varios compañeros de fatigas venía de jugar al fútbol sala.
Aunque habían jugado durante muchos años, ninguno contaba con la formación necesaria para poder entrenar, de manera que tuvieron que apuntarse a los cursos propios de la Federación de Castilla y León de Fútbol. No fue un problema, no si se tiene en cuenta que desde sus primeros pasos, en la campaña que viene de concluir, cada uno de los cinco equipos tuvo tres monitores, todos prestos y dispuestos a poner su granito de arena en la formación de 96 niños. Mal no lo harían si de cara a su segunda temporada nada menos que 94 han confirmado que seguirán y de momento tienen 35 nuevas inscripciones, gracias a lo que, como mínimo, habrá otros tres equipos más. «Muchos estaban en clubes de localidades vecinas y han decidido dar el paso. Antes quizás no lo dieron porque querían ver si era flor de un día o si podría haber una continuidad, y sí la va a haber, porque el fútbol nos apasiona y nos gustan mucho los niños. Somos el primer club de fútbol con base en el pueblo, estamos orgullosos por ello y hemos percibido el apoyo del pueblo. El último día que jugaron los aficionados, en Portillo, fueron 58 personas a vernos», pondera el presidente, que contó la afluencia de vecinos en una foto típica de las que ahora se hacen al término del curso deportivo entre los equipos y su hinchada.
Años atrás llegó a haber un club, el Nublense, que solamente tenía equipo aficionado. El campo de la localidad lo ocuparon también dos peñas. Ahora la cantera, aunque es nueva, es ya una familia, tal y como se ha visto en el reciente torneo de Avilés al que acudieron equipos de benjamines y alevines. «Para ellos fue una bonita experiencia. Para ir vendieron pulseras y el dinero fue íntegro para que viajasen, en el club no se quedó un céntimo, porque lo que queremos es que disfruten. En Villanubla somos 2.200 personas, nos encontramos en la cafetería y por la calle, somos una familia. No podríamos aprovecharnos de quien luego nos vamos a encontrar», dice con honestidad Sergio Bravo, quien indica que esa máxima va más allá: todos los técnicos son voluntarios y su cuota es la más baja de toda la provincia, de tan solo cien euros, filosofía con la que van a seguir el año próximo. «Todo lo demás que necesitamos lo conseguimos de los patrocinios que vamos buscando. El Ayuntamiento también ayudó mucho, pagando la ropa deportiva este año», hecho que ha ayudado a una mayor identificación si cabe en la localidad.
Jugar al fútbol en Villanubla ha sido casi un imposible siempre. La cercanía de Los Pedreros con el aeropuerto dificultaba esta práctica con un viento que, tras las reformas recientes, ahora corta lo que puede el muro que se ha levantado. Asimismo, la vieja superficie de tierra es hoy en día y después de una gran inversión de Ayuntamiento hierba sintética, que mejora y facilita el juego a los niños por su calidad. Junto a esto, está previsto que el Consistorio siga mejorando las instalaciones en fechas próximas ampliando los vestuarios, entre otras cosas, para que la labor del Villanubla Club de Fútbol pueda ser un poco más sencilla.
Muy por encima del nivel técnico y futbolístico del jugador están los valores intrínsecos al deporte que se les desea inculcar. Así, no se hace distinción de ningún tipo, sino que todos juegan; «lo más importante es que se sientan valorados, da igual si después meten goles o no». Las cuestiones principales en las que se hace hincapié son la formación y la educación, que tanto los niños como los padres mostraron en ese torneo al que acudieron en Avilés, donde se vio la gran familia que ya se ha conformado. No en vano, el número de socios ha alcanzado ya los 501, que tendrán una fiesta el último domingo de junio con una paellada popular como despedida a la temporada. «Es una manera de demostrar la gratitud que tenemos por todo lo que nos han apoyado. Empezamos poniendo dinero de nuestros bolsillos y contamos con mucha gente quiere cooperar. Es una alegría ver que trabajar por el pueblo y por los niños tiene estos frutos», indica Sergio Bravo, quien no se fija objetivos a largo plazo al margen de conseguir preservar un deporte que, aunque mayoritario, ha dado sus primeros pasos en una localidad, Villanubla, pequeña pero familiar.
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