«No puede ser que haya tan pocos equipos de fútbol sala en Valladolid»

–¿Qué significado tienen las palabras fútbol sala?

–El fútbol sala es mi forma de vida. Es un deporte que te da unos valores, una educación y unos amigos que perduran para toda la vida.

–Su primer recuerdo dentro de su deporte.

–Jugando en el patio del colegio con mis amigos. Más tarde nos apuntamos al equipo de fútbol sala del colegio, porque nos encantó, conocías a gente de dos cursos más mayores o más pequeña, e hice un grupo de amigos que aún continúan siéndolo hoy en día. El otro coordinador del Valladolid Tierno Galván, Sergio Toral, comenzó a jugar al mismo tiempo que yo y años más tarde la pasión por nuestro deporte permanece intacta. Incluso, amigos que jugaban al fútbol once se vinieron con nosotros al fútbol sala.

–Una anécdota que recuerde de sus inicios.

–Los entrenamientos en el patio del colegio antes de que se construyera el polideportivo. A veces el suelo estaba mojado, pasábamos frío. Todos entrenábamos allí, primero unos, luego otros, y estaba bien, porque había una unión en el colegio que para los más pequeños molaba un montón.

–Una rivalidad.

–Cuando era pequeño había cierta rivalidad con el colegio Ignacio Martín Baró, puesto que era al que pertenecía el otro equipo de fútbol sala que jugaba federado en Valladolid. Siendo ya más mayor, siempre existió con el Valladolid Fútbol Sala-Maristas, era uno de los clubes más fuerte y siempre luchaba por arrebatarnos el liderazgo de la competición.

–Un momento que le marcase.

–El ascenso a Tercera División que conseguimos en la temporada 2012/13. Éramos un equipo que llevábamos doce años jugando juntos, que pasamos juntos de juveniles a categoría sénior. Nadie daba crédito con el ascenso. Lo recuerdo con especial cariño.

–Un lugar que sea sinónimo de fútbol sala.

–Ahora mismo, el Polideportivo Tierno Galván, ya que ha sido como mi casa y el lugar en el que he formado mi grupo de amigos que ahora considero mi familia.

–Un referente.

–Dentro del club no teníamos referentes, ya que, éramos la primera generación que jugó fútbol sala en el Valladolid Tierno Galván; fuimos los encargados de abrir las puertas del deporte. Sí que es cierto que en la televisión te fijabas en jugadores como Paulo Roberto o como Jordi Torras. Sin embargo, no veías que en Valladolid existiera un equipo potente, por lo que, no teníamos un referente claro.

–¿Cómo ve el fútbol sala de base en la actualidad?

–Se encuentra en una situación pobre, porque las instituciones no se ponen de acuerdo. Hay competiciones de fútbol sala en los Juegos de la Diputación, en los Juegos Escolares de la Fundación y en la Federación de Castilla y León de Fútbol. Habría que aunar a todas para que hubiese una competición seria en Valladolid. No puede ser que haya tan pocos equipos en nuestra provincia; por ejemplo, en categoría prebenjamín solamente somos cuatro equipos. No obstante, sí que es verdad que, a nivel de Castilla y León, poco a poco está creciendo. Considero que en Valladolid tendría que haber un equipo militando en la Segunda División para que pudiera haber un referente fuerte y los chicos quisieran jugar al fútbol sala.

–Dentro de diez años se imagina un deporte en el que...

–Espero que de aquí a diez años el fútbol sala continúe creciendo y que este aún más reconocido en España. Además, espero que, con el paso de los años, nuestro club siga igual, porque eso querrá decir que las cosas se están haciendo bien. Confío en que los niños quieran seguir jugando, con independencia de que ganen o pierdan.

–¿Y qué papel cree que jugará en estos diez años?

–Me gustaría continuar ligado al Valladolid Tierno Galván. Para mí es muy confortante estar aquí, porque el vínculo que hemos creado dentro del club desde hace muchos años es muy especial.