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«Mi objetivo es ser la número uno del World Padel Tour»
Beatriz Caldera Sánchez Jugadora de pádel ·
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Beatriz Caldera Sánchez Jugadora de pádel ·
La vallisoletana sueña con jugar el Valladolid Master en la Plaza Mayor vallisoletana ante sus familiares y amigosGerardo Liendo
Jueves, 6 de febrero 2020, 07:55
Beatriz Caldera Sánchez lo tiene claro: «Mi objetivo a largo plazo es ser la número uno del World Padel Tour. Para conseguirlo, hay que tener mucha constancia, entrenar muy duro, tener los objetivos claros y la cabeza fría, sobre todo cuando los resultados no llegan», ... apunta esta joven vallisoletana, campeona de España Cadete y Junior, del Mundial de Menores Cadete con la selección española, ganadora el año pasado del Mundial de Menores Sub 18 por parejas –y con la selección nacional– y declarada 'Mejor jugadora absoluta de Castilla y León' por la Federación autonómica de Pádel.
Caldera, que ha empezado a cursar Ingeniería Industrial en la UVa, comenzó a darle a la raqueta junto a su hermano y su padre en las pistas de pádel que hay en la urbanización donde vive. En principio, solo era un pasatiempo, que compaginaba con la práctica del fútbol, deporte que le permitió jugar «un Campeonato de España Infantil con la selección de Castilla y León. Pero cada vez me gustaba más el pádel, cuyos entrenamientos eran los sábados, y habitualmente coincidían con los partidos de fútbol. Tuve que decidirme y primé la raqueta».
Aumentó la cantidad y calidad de sus entrenamientos y comenzó a disputar partidos en Castilla y León. «Vi que ganaba y eso me daba ánimos, aunque en mi primer Campeonato de España perdí de forma merecida en el segundo partido; a la temporada siguiente ya quedé tercera a nivel nacional».
Actualmente, su nivel de exigencia ha aumentado. Entrena cuatro días a la semana, hace físico seis días semanales durante la pretemporada -baja a cinco en plena temporada- y asiste a clases en la Universidad para intentar superar una carrera complicada. «Tengo asumido que no pasa nada si en lugar de cuatro años tengo que emplear seis para llegar a ser ingeniera industrial; soy muy joven y tengo tiempo para todo», explica Caldera, quien reconoce que, a diario, está deseando que llegue «la hora del entrenamiento para reunirme con mis compañeros y amigos en el club Padeld10z, donde reina un gran ambiente».
Con paciencia, Beatriz Caldera va quemando etapas en un deporte donde es vital, además del intenso trabajo, «la constancia, la ilusión y estar a gusto con tu compañera», en este caso la salmantina Carmen Goenaga, con quien entrena en las instalaciones del Padeld10z, «para mí el mejor club de Valladolid».
Si importante es la compañera, no lo es menos la figura del entrenador, quien, como asegura Caldera, «puede enseñarte valores, sobre todo cuando eres más pequeña; es la persona, junto con tus padres, que guía tus pasos y con quien pasas muchas horas de tu vida». Beatriz y Carmen mueven sus raquetas bajo la supervisión de Gustavo Pratto, uno de los técnicos de pádel más reputados a nivel internacional.
Esta joven no solo sigue al pie de la letra lo que dicta su entrenador, sino que también se fija en las evoluciones de las primeras raquetas mundiales. «Para mí –reconoce– Martita Ortega es la mejor, pero no solo como jugadora de pádel, sino como persona, por los valores que transmite y por cómo se organiza, teniendo en cuenta que ella también se está sacando una carrera. Actualmente, está lejos a nivel deportivo –ocupa la primera posición en el ranking World Padel Tour–, pero cada día entreno para estar un poco más cerca y, en un futuro, poder superarla».
Esa es una de sus ilusiones, a la que hay que sumar otra: «Jugar algún día el Valladolid Master en la Plaza Mayor. Es mi favorito. Me encantaría jugarlo para que pudieran verme mi familia y mis amigos, algo complicado durante la temporada. De momento, este año me gustaría dar un salto en cuanto a resultados, pero soy consciente de que si no llegan, llegarán».
Beatriz Caldera reconoce que jugar al pádel en la elite «me permite vivir experiencias desconocidas para aquellas personas que no practican un deporte a alto nivel y me ha hecho ser más madura porque tienes que afrontar situaciones difíciles temporada tras temporada».
En el caso de que algún día decida tener hijos, «me gustaría que practicasen cualquier deporte –si es pádel, mejor– y llegasen a lo máximo posible siempre que les guste».
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