La lluvia interrumpe el Día Provincial del Minibasket Pepe Moratinos

Desde las 9:30 los más de 1.200 niños y niñas de entre 8 y 12 años procedentes de más de 30 centros fueron desfilando por las once canchas. Cada partido tenía una hora de duración y existía una norma clara: todos los miembros del equipo tenían que participar. La intensidad y diversión fueron la tónica dominante durante la jornada. Iñigo Toro- La Flecha, San Agustín-Renedo, San Francisco de Asis-La Enseñanza, Lourdes-Teresianas, CDU Valladolid- San Agustín, San Isidro- San José, Lourdes-Huelgas, San Agustín- Huelgas, La Enseñanza. San José, Ponce de León- La Flecha y Maristas- Jesuitinas, fueron los encargados de inaugurar la jornada.

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Con calor, pero con el cielo cubierto por pequeñas nubes, que poco a poco fueron ocultando el sol, los pequeños jugadores y jugadoras se olvidaron del tiempo y pusieron el foco en la pelota. Cada canasta era celebrada con furor por sus compañeros de equipo que se encontraban en el banquillo esperando su oportunidad y los familiares que acudieron para animar a los suyos. Los abuelos de algunos jugadores se desplazaron desde su pueblo hasta la capital para ver a sus nietos y nietas desplegar su talento. Tampoco quisieron perderse la cita las mascotas de peluche enfundadas con la camiseta del equipo.

Una vez concluidos sus partidos, los pequeños subieron al escenario para recibir una medalla y una camiseta blanca conmemorativa del evento. Pepe Moratinos y Samuel Puente, Delegado Provincial de la Federación de Baloncesto de Castilla y León, se encargaron de entregar los obsequios ante la admiración de los padres que no dudaron en hacer una foto para recordar la jornada.

Por las pistas del Campo Grande fueron pasando grandes figuras del baloncesto vallisoletano como Paco García, y Greg Gantt, actual entrenador y exjugador del Pucela Basket, respectivamente. Tampoco quisieron faltar a la cita Alberto Bustos, Concejal de Participación Ciudadana y Deportes y Óscar Castañeda, Presidente de la Federación de Baloncesto de Castilla y León.

Aquello era una fiesta, pero las nubes oscurecieron el cielo y las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer en las canchas sobre las 18:15 horas. La tormenta obligó a suspender una jornada que estaba siendo de lo más plácida y divertida. Por desgracia, el evento no pudo reanudarse y los equipos que estaban citados en las siguientes horas no pudieron disputar sus partidos.