![José Antonio Merayo : «Soy presidente del Arces hasta mañana porque voy a presentar mi dimisión»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202001/16/media/cortadas/merayo-kTED-U901243147754Q9D-624x385@El%20Norte.jpg)
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A. M.
Valladolid
Miércoles, 15 de enero 2020, 22:47
Después de 18 años como presidente del CD Arces y 32 vinculado al club, José Antonio Merayo ha decidido 'colgar las botas' y dejar paso a gente joven que, de alguna manera, «entienda mejor a los padres de hoy, a los niños de hoy, que ... haya evolucionado con esta sociedad frente a las personas que ya tenemos una cierta edad», señala. El todavía presidente ha convocado para mañana viernes una asamblea para presentar la dimisión, cesar en su cargo y que el actual vicepresidente sea quien convoque las elecciones este año. No obstante, su salida no supondrá una desvinculación total del club. «Seguiré ayudando en lo que me requieran y pueda hacerlo», advierte.
–¿Qué significado tiene la palabra fútbol para usted?
–Para mí el fútbol es mi vida deportiva. Siempre lo he practicado desde muy pequeño. Fútbol es respeto, responsabilidad, compromiso, compartir, trabajo en equipo..., una serie de valores que aporta este deporte maravilloso. En el plano de un directivo, delegado, entrenador o presidente, además de todo eso significa responsabilidad, porque es una responsabilidad enorme que los padres confíen en ti para tener bajo tu custodia a sus hijos, y más si eres presidente del club. Lo que hacemos, al final, es ayudar a los niños a formarse como personas.
–¿Su primer recuerdo en el mundo del deporte?
–Correteando por mi Bierzo querido, jugando al fútbol por las calles, como hemos empezado todos. Jugando con un balón que casi fabricábamos nosotros, porque en aquellas época tener un balón era de privilegiados. A veces dábamos patadas a unos botes o pelotas hechas con trapos envueltos en gomas. En aquella época la imaginación era fantástica.
–¿Una anécdota que recuerde de sus inicios?
–Más que anecdota, lo que tengo de aquella época es algún recuerdo en forma de brecha en la cabeza o herida en la pierna, pero siempre en buena lid.
–Una rivalidad.
–Creo que el tiempo en el que he estado de presidente siempre he perseguido mantener unas excelentes relaciones con el resto de clubes de la provincia de Valladolid y pienso que en buena medida lo he conseguido. El CD Arces es un club respetado y querido por el resto de los equipos. Siempre he deseado contribuir a que las relaciones con los clubes entre sí, y de estos con la Delegación de Fútbol, hayan sido buenas.
–Un momento que le marcase.
–Siempre hay momentos buenos y malos. En el plano positivo, los ascensos, y como negativo, algún disgustillo a raíz de algún malentendido con padres o con los propios chicos, algo que últimamente ha ido en aumento, desgraciadamente. Antes considerábamos el fútbol de otra manera, pero hoy se ha convertido en algo más complicado. La sociedad ha evolucionado, aunque en algunos aspectos ese cambio no ha sido todo lo positivo que debería ser y el fútbol es algo consustancial con la sociedad.
–¿Un lugar que sea sinónimo de fútbol?
–El Palero.
–¿Un referente?
–A nivel directivo, mi amigo Domingo Caballero, una persona que sabía trasmitir muy bien los valores que practicó como presidente durante bastantes años dentro del club. A nivel deportivo, la suerte que he tenido de compartir durante muchos años el fútbol con gente maravillosa que me ha ayudado y me ha enseñado, tanto entrenadores, como compañeros. Aquel fútbol de entonces daba menos oportunidades que hoy a los buenos jugadores.
–¿Como ve el fútbol base en la actualidad?
–Hoy, se está complicando y eso que es un deporte muy sencillo. Alrededor de los chavales, en general, se está creando un halo que no es positivo para que los chicos completen su formación. En su entorno se les crea excesivamente, a muchos de ellos pájaros en la cabeza que no son nada positivos para su desarrollo, tanto en el aspecto deportivo, como personal. Es algo que llevo muchos años dando vueltas y no termino de entender cómo un deporte tan bonito, tan fácil, se está complicando desde fuera. A los chicos hay que hacérselo sencillo, no crearles falsas expectativas. Desde los clubes tenemos que inculcarles que el fútbol es un deporte y es solo eso, no viene acompañado de otras cuestiones, que al final pueden perjudicarles.
–Dentro de diez años se imagina un deporte en el que...
–Si sigue evolucionando a la velocidad que lo está haciendo, el deporte base tal y como yo lo conocí hace muchos años podría desaparecer. Tenemos que volver a sus orígenes. Considerar el fútbol simplemente como un deporte, no como una competición en la que hay que ganar por encima de todo. Realmente, ahora se abordan algunos aspectos que no son demasiado formativos para los chavales.
–¿Y qué papel cree que jugará en estos diez años?
–Me gustaría poder decir que seguir en el fútbol, de la manera como yo viví este deporte. Pero la forma en la que se está tratando este deporte, desde fuera de los clubes, no la comparto. En cierto modo, es algo que me lleva a concluir mi etapa como directivo en el Arces. Encajo poco ya en estas estructuras, por lo que quiero dejar que las riendas de este deporte las tome alguna persona joven que de alguna manera entienda mejor a los padres de hoy, a los niños de hoy, que haya evolucionado con esta sociedad. Me gustaría que el deporte pudiera seguir por los mismos derroteros en los que yo los conocí, preservando una serie de valores que hoy se están perdiendo. Sobre todo el respeto, que considero el valor más importante de todos ellos.
José Antonio Merayo ha pasado más de media vida vinculado al CD Arces, disfrutando de su gran pasión: el fútbol. Como presidente, por este club han desfilado cerca de 400 niños por delante de él cada temporada y a los que ha intentado inculcar el mayor de los valores para él: el respeto.
Después de 32 años en el club, sus últimos 18 los ha ejercido como máximo responsable de un club que es historia dentro de la capital vallisoletana. Merayo tomó las riendas del CD Arces en el momento en el que su antecesor, su amigo Domingo Caballero, enfermó y le pidió que ocupase su lugar. Corría el año 2003, y desde entonces ha presidido el club de deporte base más veterano de Valladolid, lo que ha sido para él un orgullo y un honor. «Algo impagable», señala sin rubor, mientras insiste que ahora lo mejor es dejar paso a savia nueva.
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