Francisco Díaz (312) durante su partida ante Wafid Boucherit (301), que se proclamó campeón de España en BC3. Ricardo Otazo

La élite de la boccia juega en Pucela

Medio centenar de deportistas participaron en el Campeonato de España que se disputó en el Polideportivo Pisuerga este pasado fin de semana

Miércoles, 12 de junio 2019, 22:15

Los instantes que preceden a cualquier lanzamiento son silenciosos y solemnes como los de un servicio de tenis. Requiere la misma concentración, porque hace falta la misma precisión para poner cerco sobre la pelota blanca lanzada inicialmente. La estrategia marca la pauta de cada bocha, y según sea la categoría de los participantes tiene, además de esa solemnidad, un ritual de preparación que debe contar con la complicidad entre el deportista y su ayudante. Y luego la bola sale con la certeza –o una aproximación– de que va a caer cerca de la blanca. Y así hasta que cada participante lanza el total de sus seis bochas. Igual que si fuera petanca, tiene su ciencia. Y en Valladolid se encontraron el pasado fin de semana los que pasan por ser los mejores 'científicos' de España.

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Los ánimos en mitad del silencio

Juan Mario Aldonza fue el protagonista de una de las anécdotas de la jornada. El leonés del Club Deporte Adaptado León que compite en categoría BC2 (deportistas que pueden lanzar sin ayuda) no perdió detalle de la competición de su compañero, Domingo Tejero, que compite en categoría BC3 (precisan asistencia y lanzan a través de una canaleta). En un momento de su competición, con el polideportivo en completo silencio para que los deportistas se pudieran concentrar en los lanzamientos la voz de Aldonza se elevó para demostrarle a su compañero que estaba con él y aportarle ánimo.

Pisuerga acogió el Nacional de un deporte paralímpico desde 1984, que comenzó a ser jugado solamente por deportistas con parálisis cerebral, si bien ha ido dando cabida a otros con discapacidades parciales o totales en sus extremidades en silla de ruedas. Para asegurar un nivel parecido, las competiciones se dividen en cuatro bloques: BC1, con deportistas que lanzan con manos o pies y precisan asistente, BC2, en la que lo hacen sin ayuda, BC3, en la que precisan asistencia y hacen lanzamientos a través de una canaleta, BC4, en la que los deportistas padecen una discapacidad física severa, y desde hace escasos años BC5, jugada por personas con con discapacidad física moderada. Asimismo, existen diferentes modalidades que los agrupan en categoría individual, por parejas (tan solo en BC3 y BC4) y en equipos de tres jugadores (BC1 y BC2), pero no por sexos, puesto que se trata de un deporte mixto. De las tres opciones, en Pisuerga solo faltó la modalidad por parejas.

Después del sorteo para determinar quién lanza la bocha blanca y las azules y quién las rojas, en cada uno de los juegos se da un punto a aquel que consiga dejar su bola más cerca de la blanca, circunstancia que será determinada por un juez. Y en todo caso, esta suerte de petanca viene a ser una actividad reglada con personas con diversa funcionalidad y con limitaciones de tipo motoras que forma parte de su ocio o de su día a día, puesto que la disputa de campeonatos impide que las barreras físicas sean un impedimento para el fomento de esa parte de su personalidad.

Lo mejor, lo peor y lo más llamativo

  • Deportividad y amistad por encima de los resultados: Cada momento del campeonato fue aprovechado por los participantes desplazados hasta Valladolid. No solo para disputarse las medallas y el honor de ser mejor del país, sino también para disfrutar de la compañía y la amistad labrada competición tras competición. Así, era sencillo encontrar a los deportistas charlando e interesándose por el estado y los ánimos de otros en los momentos en los que no se encontraban disputando sus encuentros.

  • Sin participación local y dos participantes regionales: En esta ocasión no hubo representación vallisoletana en el campeonato y ningún deportista local pudo pelear por el título de campeón de España al no superar las rondas clasificatorias. Tampoco hubo una nutrida participación regional, que se limitó a la de los dos deportistas de León, Domingo Tejero y Juan Mario Aldonza, del Club Deporte Adaptado León y que no lograron medalla.

  • Asombro e intriga por este deporte en el público: Castilla y León fue una de las primeras comunidades en crear una liga autonómica de boccia hace once años. A pesar de ello, no es un deporte muy conocido y sorprendió a los que se pasaron por el Polideportivo Pisuerga. Los diferentes niveles, cada uno con sus características, llamó la atención de muchos de los presentes que no dudaron en atender muy interesados el desarrollo de la competición.

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