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Foto de familia de las participantes en la reunión de árbitras del Comité de Castilla y León
Árbitras en convivencia

Árbitras en convivencia

Las colegiadas de Castilla y León se reúnen por segunda vez esta temporada para seguir fomentando su desarrollo

Jesús Domínguez

Valladolid

Jueves, 5 de marzo 2020, 07:42

De un tiempo a esta parte, el fútbol se escribe también en femenino. No hay marcha atrás; el balompié no es ya un terreno inhóspito ni su formación subdesarrollada. Tampoco dentro del colectivo arbitral, cada vez más evolucionado, en general, y potenciado en particular por la Federación de Castilla y León de Fútbol a partir del Centro de Tecnificación que da esta temporada sus primeros pasos. Ya no hay cuchicheos en los campos cuando «hoy nos pita una chica» –o, al menos, están muy lejos de ser mayoritarios–. Además de guerreras, las chicas ahora también son futboleras y colegiadas.

En la segunda concentración de dicho centro, celebrada en paralelo con la concentración masculina y que tuvo lugar en León, estaban citadas alrededor de medio centenar de árbitras de las nueve provincias. Entre ellas, las más jóvenes y recién llegadas y otras pioneras y referentes en el colectivo, como son Lidia Lombardero o Verónica González, las dos de Liga Iberdrola, o como la vallisoletana Esther Martín. «Con estas reuniones se demuestra que la Federación apuesta por nosotras. El fútbol y el arbitraje femenino están cada vez más en auge y con concentraciones como esta, en la que nos encontramos desde las más jovencitas hasta las más veteranas, lo demuestran», constata Martín Alonso, cuya categoría natural es la Primera Aficionado y quien suele arbitrar al CDParquesol de Reto Iberdrola gracias a la apuesta por la normalización de las mujeres colegiadas dentro de las categorías punteras del fútbol femenino.

En su opinión, estas jornadas son muy útiles debido a su contenido, ya que se hacen ejercicios de campo, para mejorar su conocimiento del juego y de su propia labor, se trabaja la preparación física, necesaria para superar las pruebas de nivel y crecer, y se desarrollan contenidos de aula, con especial protagonismo de vídeos y charlas. «Algunos de esos vídeos vienen directamente del comité nacional, son con los que se trabaja en la élite», incide Esther, quien destaca que todo gira alrededor del conocimiento y que este es asimilable por todas: «No solo aprenden las más jóvenes. Es útil para todas».

Una familia

Si por norma quienes forman parte del arbitraje dicen que ser árbitro es ser parte de una familia, en este caso los lazos se refuerzan en femenino. Bien lo sabe la propia Esther Martín, desde hace muchos años íntima amiga de la colegiada internacional Silvia Fernández, hoy inscrita en el comité cántabro y militando en Segunda B. Cuando ellas comenzaron, apenas había chicas, pero ahora el número está creciendo. Estas reuniones sirven para ponerse en contacto con mujeres de otras delegaciones y compartir experiencias. «Ha habido chicas a las que yo no habría podido conocer sin estas concentraciones. Están enfocadas a nuestro crecimiento, pero también nos ayuda a visibilizarnos internamente y a que se puedan crear lazos», señala.

Lo provechoso de la experiencia va más allá de las enseñanzas a aplicar en el terreno de juego, por lo tanto, e invita a formar parte de estas citas, que animan tanto a las recién llegadas como a las más veteranas a continuar. Las primeras, en caso de dudas, ven cómo es posible avanzar en el arbitraje al mirarse en el espejo de las segundas. Las que llevan más tiempo, cuando miran a sus compañeras recién llegadas, se ven en sus inicios y se ven insufladas de ánimo también para seguir sacrificándose por un deporte «bonito».

Así lo considera Esther, quien no concibe su día a día sin él, pese a que por el camino, claro, ha tenido que derramar lágrimas de sufrimiento alguna vez. Y es que quien algo quiere algo le cuesta, y «siempre gana lo bueno», como son los viajes con compañeros a otros lugares de nuestra geografía, entre otras muchas cosas que anima a que sus compañeras persigan, sabedora de que ni el auge ni la mal considerada moda del fútbol femenino hacen que nadie regale nada. «Yo no dejo de disfrutar», afirma convencida, esperando ya la siguiente cita.

El 4 de abril, nueva concentración

Estas concentraciones están dirigidas a unificar los criterios de mejora y de perfeccionamiento de la labor arbitral que cada delegación desarrolla con sus colegiadas. En el caso de Valladolid, fueron ocho las convocadas a un encuentro que se repetirá el próximo cuatro de abril, previsiblemente, en nuestra provincia, aprovechando de nuevo que un parón de las competiciones provinciales puede ir en beneficio de la asistencia de las interesadas. Esta nueva concentración servirá para entrar en mejores condiciones en el acelerón final de temporada, ante la previsible búsqueda de ascensos de algunas de las participantes, bien dentro de sus propias delegaciones o a categorías superiores de condición nacional.

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