Atletismo

Juan Losa y Elena Díez dan la campanada en el 39º Cross de las Doce Uvas de Valladolid

Las Doce Uvas combina la tensión de la competición, entre los atletas que corren 'a cuchillo' en busca de un cajón en los podios, y la camaradería de los corredores populares, que aprovechan la bonanza de la mañana para formar sus corrillos y desearse un 2024 lleno de buenas carreras. La parte lúdica domina el pelotón, sin descuidar que es una carrera de prestigio con nombres ilustres en el palmarés de campeones; en 2023 se añadieron al listado Juan Losa (Puentecillas Palencia) y Elena Díez (Vicky Foods Athletics).

La prueba masculina, con una distancia de 9.033 metros en sus tres vueltas al circuito, estuvo envuelta en polémica por la descalificación del corredor que encabezaba el grupo, Alejandro Carabias (Vino del Toro), uno de los favoritos; no formalizó su inscripción y participó con un dorsal de categorías inferiores, por lo que fue apartado de la carrera cuando los jueces se percataron de la incidencia. Losa, que le seguía a distancia en su debut, fue el primero en cortar la cinta de llegada con un tiempo de 0:29:59, por delante de Iván Román (CXM Guardo) y Alejandro Calvo (Santinos).

La carrera femenina, de 6.022 metros en dos vueltas, siguió los cauces tradicionales entre atletas que se conocen bien, y donde Elena Díez aprovechó su golpe de riñón en la rampa de acceso a la chopera para dejar atrás a Esther Gómez (E-Triatlón Valladolid) y parar el crono en 0:23:25; tercera fue Claudia Mayordomo (independiente).

Antes de las dos carreras 'grandes', con salidas separadas, se celebraron las carreras de base, una de las señas de identidad de las Doce Uvas, con categorías desde los sub-20 a los sub-10. Los ganadores de las pruebas de mayor edad (3.011 metros en una vuelta) fueron para un apellido ilustre del atletismo local y nacional, el sub-20 Pedro Viciosa y la sub-18 María Viciosa, los dos con la camiseta de Vicky Foods Athletics.

La carrera que organiza el Club Deportivo Rondilla presentó la novedad de dejar de ser gratuita y tener un módico precio de 4 euros para los élite y populares, manteniendo el coste 0 en las categorías de base; las Doce Uvas del 2023 contaron con el cronometraje de Runvasport y con chip en los dorsales, lo que explica los cuatro 'pavos' de la inscripción. La participación rozó los mil corredores en meta, 634 en la categoría masculina, 144 en la femenina y 212 en las de base.

El circuito fue el de siempre, a lo largo y ancho del parque Ribera de Castilla, con la dureza que tanto se atraganta a los que se estrenan en las Doce Uvas, y eso que esta Nochevieja la climatología fue amable con los corredores, más pendientes de la lluvia del día anterior que del frío; de hecho, los caminos que sirvieron de escenario a la novela y serie 'Memento mori' estaban salpicados con un barro resbaladizo que obligó a extremar la prudencia del pelotón. Los más veteranos sortearon con experiencia el resto de trampas: la estrechez y longitud de la recta de salida, los patinazos en los tramos de hierba mojada, las raíces en las sendas más cercanas al río, los obstáculos de bancos y farolas (bien señalados por la fraternidad del grupo) y, sobre todo, la rampa por la que se accede a la chopera, la que se sube con una sonrisa en la primera vuelta, con una mueca en la segunda y ya con agonía en la tercera, eso sí, con el consuelo de acceder al zigzag de la zona de meta, donde se acumulan los aplausos de un público que acompaña con calor el paso de los corredores y donde se celebra la mañana de encuentro que define a las Doce Uvas, que esa mezcla de disfraces navideños y el colorido de las camisetas de los clubes más tradicionales, el morado de Atletas Populares (muy numeroso con su nueva equipación), el amarillo de Trotapinares (que vuelve a citar al pelotón en el Cross de San Antón) o el rosa de los Tripi; varios de ellos guardando en su mochila un depósito de fuerzas porque por la tarde hacían doblete, ahora sí con una San Silvestre, la de Palencia.

Las Doce Uvas de 2024 sirvió para homenajear a su organizador, José Luis Castro, al frente desde 1987. Castro, que hace días recibió una mención especial en los premios Valladolid Ciudad Deportiva, tuvo el respaldo de varios concejales del Ayuntamiento de Valladolid, con la responsable de Deportes, Mayte Martínez, a la cabeza, y del gerente de la Fundación Municipal de Deportes, Borja Lara, dos ex deportistas de élite.