Los héroes de los cien

Y a pesar del esfuerzo realizado, Basalo aún tuvo tiempo para hacer gala de su buen humor, saludando a todos los aficionados, agradeciendo los aplausos que recibía de los aficionados y mostrando su lado solidario a través de la iniciativa ‘drinkingrunners’ (kilómetros por alimentos) y haciendo explotar un tuvo de confeti, antes de entrar en meta, dando un buen salto de alegría. El tiempo no le importaba tanto. Tocaba disfrutar del momento.

No dejó de sonreír en ningún momento. «Ha salido todo muy bien, buen tiempo, buena organización... qué más se puede decir;ha sido estupendo», comentó el vencedor a su llegada en la avenida del Acueducto, muy concurrida con la Feria del Jamón de Castilla y León y los turistas que agradecían los rayos de sol de esas horas.

Cerca de 500 participantes (de los 600 inscritos) tomaron la salida del paseo de la Castellana, a las cinco de la mañana, como viene siendo habitual. El despertador sonó más pronto que otros sábados. Jornada fresca, pero un buen día en líneas generales, teniendo en cuenta que la prueba une ambas ciudades por paisajes de ensueño, con un desnivel acumulado de unos 2.000 metros. La segunda posición en categoría masculina fue para Ezequiel González (9:36), y la tercera, para Álvaro García Fernández (9:37).

En esos instantes, se sabía que la primera corredora femenina era María Soledad Aragunde. Ya sabe lo que es ganar en Segovia y repitió triunfo, esta vez con un tiempo de 11 horas y 29 minutos. Fueron los primeros, pero no los únicos (con llegadas muy emotivas), ya que se trata de una prueba que hay que recorrer en un tiempo inferior a 21 horas, cumpliendo el reglamento que la organización ha dispuesto para tal acontecimiento y cumplir una serie de requisitos. La carrera se rige por el respeto y la conservación del medio ambiente, sin dejar de lado la labor de los voluntarios.