La VI Marcha y Carrera de las Mujeres bate su récord

Hubo quien vino de otros puntos de la provincia, y además, con orgullo. «Venimos de Montemayor de Pililla», decía un grupo. Otras venían de Medina del Campo, decía. Vino gente incluso de más allá de las lindes de Valladolid. Sin ir más lejos, Estefanía González, la primera en atravesar la línea de meta, es oriunda de Puebla de Sanabria. Nunca falta; solo se perdió una edición de las seis transcurridas de la Marcha y Carrera de las Mujeres. Y cuando lo confiesa, lo confiesa con rabia, ya que, como explicaba a Victoria Soto, concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad del Ayuntamiento de Valladolid, la mañana tiene algo, mucho, de especial.

No solo ella lo ve así; así lo perciben las cientos de personas que participaron en una cita por la igualdad ya absolutamente consolidada en Valladolid, que batió su propio récord de inscritos en esta sexta celebración. Así fue gracias, también, a que no se la quisieron perder familias completas, representadas por tres generaciones distintas de mujeres. Tampoco lo hicieron los hombres, desde 2022, participantes en una marcha en la que hubo muchos pequeños y más de un bebé, enfundados todos en sus camisetas, como parte de una marea rosa imparable. «Yo soy profe y me parece fundamental concienciar sobre la necesidad de una igualdad real», coincidían en su diálogo la concejala y la primera de todas, una Estefanía González habituada a pisar el podio y a la que nunca le falta una sonrisa.

Clasificación general de la Marcha y Carrera de las Mujeres

Tiene algo distinto la Marcha y Carrera de las Mujeres cuando hay quien decide participar con sus muletas, poco después de sufrir una rotura de fémur. O cuando quien se la pierde por problemas de salud lo hace con rabia, como Juan, marido de Basilisa, con quien camina diariamente y a quien unos dolores de última hora le impidieron estar. «No nos la perdemos. Nos gusta mucho caminar y este día siempre es muy agradable», afirmaba ella esperando a emprender la marcha, iniciada cuando las primeras clasificadas de la carrera comenzaban a llegar, lo que propició el bonito instante de las unas aplaudiendo a las otras. En lo competitivo, que tiene algo de ello la carrera, Estefanía aventajó desde los primeros instantes a sus rivales y superó la primera vuelta con una ventaja cómoda, que mantuvo al final sobre Adriana Carrillo, segunda clasificada, y Laura García, la tercera.

Como cada primavera, Valladolid se vistió de rosa en una jornada que sirve para reivindicar desde la conciliación y desde la diversión, que se fomentó, primero, con un calentamiento, y, posteriormente, con una clase de zumba a cargo de Go Fit. Entre el millar de inscritos solo existía ese color, el rosa, al margen de quién se presenta por qué partido político el próximo domingo. El compendio de sonrisas bien podía destacarse como uno solo, puesto que no faltaba ni una: estos días son para disfrutar, teniendo en cuenta, además, que, como si alguien o algo ahí arriba se quisiera aliar con las participantes, siempre hace sol. «El tiempo siempre está con nosotros. Esta marea es una marea de mujeres y hombres que quieren trabajar por la igualdad, que ha cogido una importancia en Valladolid como la que tiene que tener una prueba que reivindica problemas como la desigualdad y la violencia de género», considera Victoria Soto.

Por el photocall de El Norte de Castilla fueron muchas las personas que pasaron para hacerse fotos y selfies, todos con esa alegría y una frase que prueba esa consolidación: «Otro año más aquí». Y es que si bien aquellas cosas que están en la raíz de la prueba deberían cambiar, lo que no cambiará nunca será la alegría de celebrar, una que acompaña a menudo a la ciudad en acciones solidarias, como es esta también, dado que parte de la recaudación irá destinada a un proyecto de fomento de la igualdad de género. «Ojalá no hubiera que reivindicar nada, pero aunque algún día sea así, esta Marcha y Carrera se podrá celebrar igual, porque será un día de convivencia, de estar juntas y de disfrutar de una ciudad viva, activa y colaborativa» como es Valladolid, asevera Soto.

De esta ciudad, concretamente de su bello casco histórico, volvieron a disfrutar las participantes en una jornada que brilla también justo por eso, a ojos de la ganadora, que tenía la fecha señalada en el calendario después de correr recientemente en Vigo, Madrid o Londres. Como ella, el millar de inscritos aguarda ya con ansia la próxima edición, después de vibrar con la sexta, que contó con el patrocinio de Alimerka, Recoletas Red Hospitalaria y Banco Santander y con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid, del Ministerio de Igualdad, del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y Coca-Cola.

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