Rebeca Alonso
Lunes, 15 de mayo 2017, 21:30
A sus 54 años, ya retirado de la competición profesional y con 300.00 kilómetros en sus piernas, Martín Fiz asegura que «nunca un segundo puesto fue tan amargo». Y es que tras haber vencido en su categoría de Master 50 en Nueva York, Tokio, Boston y Berlín, cuatro de los seis grandes maratones del mundo, el de Londres se le ha resistido. Lejos de rendirse, posa sus ojos en el maratón de Chicago que se celebrará en octubre. Si lo consigue, probará de nuevo en Londres 2018 para completar la hazaña de los 6 World Marathon Majors. Fiz conserva esa tenacidad de la que hizo gala durante su carrera deportiva y que recordará en Valladolid el jueves 18 de mayo en la proyección de la película Fiz, puro maratón. Será a las 19:00 horas en el salón de actos de EspañaDuero y la recaudación (6 euros cada entrada a la venta en runvasport.es) se destinará a la asociación Español Contra el Cáncer. Además, participará en una charla-coloquio junto con el director de la película, Rodrigo Moro, el guionista, Alex Calabuig, y los atletas Abel Antón, Juan A. Espino y Juan Carlos Granado.
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-¿Tiene ganas de venir a Valladolid el 18 de mayo?
-Muchas, porque tengo afinidad con Castilla y León. Mis padres son de un pueblecito de Salamanca y a nivel deportivo conozco a los mejores atletas de Valladolid. No me quiero dejar a ninguno en el tintero: Isaac Viciosa, Teodoro Cuñado, Juan Carlos Granado, Maite Martínez un sinfín de atletas. Tengo muchos amigos allí, así que tengo ganas de enseñarles lo que ha sido mi vida.
-¿Qué representa para usted el documental Fiz puro maratón?
-La película representa todo un recorrido a mi trayectoria, no solo a nivel deportivo, también familiar. Dentro de los éxitos también hay muchas zancadillas y sin sabores pero todo con trabajo, perseverancia y humildad se puede conseguir.
-¿Qué siente al ver cómo se ha extendido el running?
-Es toda una satisfacción porque me siento uno de los embajadores que han hecho que miles de personas corran por los parques y las calles día a día. En mi caso he unido el deporte de élite con el popular. Antes, en los años 90, cuando tenías una cierta edad te retirabas y acababas odiando el deporte. Ahora puedes continuar corriendo de manera más altruista y popular porque impera el deporte como hábito de vida saludable.
-¿Cómo ha influido la moda del running en nuestras costumbres y forma de vida?
-El running está cambiando la sociedad considerablemente. Antes la gente invertía en el ocio nocturno y ahora ven que lo pueden pasar bien corriendo. Por ejemplo, vas a Valladolid y hay muchas carreras temáticas en las que tienes actividades culturales, puedes degustar la gastronomía es otro tipo de turismo. El binomio turismo y deporte está muy unido. Las personas que practican running no buscan solo el aspecto deportivo sino también el social y cultural.
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-¿Cuáles son los errores que cometen los atletas populares?
-Hay que empezar este deporte desde abajo. Yo aconsejaría que se pongan en manos de especialistas, profesionales en pruebas de esfuerzo, entrenadores físicos, etc. En internet hay mucha información pero no vale para todos, a lo que uno le puede ir bien a otro le puede ir mal.
-¿Qué beneficios aporta este deporte?
-La vida va muy deprisa y esa vida asfáltica hace que la gente se refugie en running. Ayuda mucho a liberarse. Cuando consigues un reto deportivo que te habías planteado, cuando pasas el arco de meta... hace que te sientas el más grande. Correr te eleva parte de la autoestima que muchas veces se pierde cuando estás trabajando o en el día a día.
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-¿Qué opina del papel de la mujer en este deporte y de las carreras con distancias diferentes para ellas?
-Yo creo que la mujer está ocupando el lugar que le corresponde tanto en la sociedad como en el deporte. Con respecto a la mujer en el deporte hay que recordar que lleva poco tiempo, es una actividad joven. Hay que dejar que las mujeres hagan las distancias porque tiene la misma calidad e incluso más capacidad de sufrimiento para una competición tanto corta como larga. Yo creo que la mujer es mucho más sabia que el hombre porque empieza con distancias cortas. Las mujeres lo están haciendo muy bien porque están subiendo de manera progresiva.
-¿Qué tiene el running para promover la solidaridad?
-Es un deporte que puede practicar cualquiera, no importa ni la fisionomía. En un deporte tan limpio y tan puro como las carreras populares muchas veces llegas a la meta y nadie sabe quién es el ganador pero sí que ha participado una persona que está superando un cáncer por ejemplo. En el fútbol solo pueden jugar 22 personas un atleta popular puede ir codo con codo con el mejor atleta del mundo. Puede participar gente de todos los colores, de todas las profesiones. En zapatillas y pantalón corto todos somos iguales y esa igualdad lo hace grande.
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-Sigue con su objetivo de ganar los Six Majors a pesar de haber quedado segundo en su categoría en el maratón de Londres...
-La grandeza del maratón es eso. Es una prueba muy dura, no sabes cómo te va a afectar. Unas veces te odia y otras te quiere. En Londres, en donde siempre lo he tenido más fácil, en los últimos kilómetros, sufrí una pequeña pájara. Pero si el maratón fuera fácil no le gustaría a nadie. Que sea tan difícil es lo que te hace volver. Y volveré. Ahora tengo el maratón de Chicago en octubre y si lo gano volvería a intentar finiquitar mi reto otra vez en Londres 2018. Un segundo puesto nunca fue tan amargo como el de ahora. Está siendo más duro de lo que pensaba, pero este reto me está dando mucha salud, mucha vida a nivel psicológico. Estoy siendo el acicate de las personas de más de 50 años. Todavía hay vida si te planteas retos acordes con lo que te gusta.
-¿Cómo consigue mantener ese nivel físico que exigen los maratones?
-Mi deporte es lo que más me gusta. Después de haber coseguido triunfos importantes y también derrotas sigo por la pasión que siento por este deporte.
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-¿Cómo vive ahora el atletismo después de haberse retirado?
-Lo vivo de otra manera totalmente diferente. Para mí ahora mismo esto no es ninguna obsesión, es un modo de vida. Mi hobby se convirtió en mi profesión y mi profesión sigue siendo mi hobby. Me siento una persona privilegiada por poder continuar dedicándome al deporte y eso para mí es lo más importante.
-¿Aprovechando su vista a Valladolid, se permitirá un pincho y un vino?
-Suelo decir que todo con moderación es bueno. Nunca puedes decir que no a un Ribera del Duero y un pincho. Para poder correr hay que comer. El deporte, igual que el vino, a veces también hay que tomarlo con moderación.
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