Carmen Viciosa y Mohamed Oumarir se imponen en el Cross de las Doce Uvas de Valladolid

Si los italianos en Nochevieja cenan un plato de lentejas, porque piensan que así el nuevo año llegará cargado de dinero, abundancia y riquezas, en Estados Unidos y algunos países de latino América comienzan el año nuevo eligiendo a una persona para besarla y así atraer al amor y en México o Venezuela queman un muñeco de trapo que simboliza lo malo del año que acaba, en Valladolid, amén de la ya consabida tradición española de tomar doce uvas a media noche, tenemos una tradición desde hace 36 años: correr en la Rondilla su cross más popular.

En esta edición, patrocinada por El Corte Inglés, la invitada estrella fue la niebla, que llegó acompañada de un frío invernal muy propio de estas fechas. Sin embargo, esto no asustó a los más de 1.800 atletas que en sus diferentes categorías se calzaron las deportivas para hacerle frente a un trazado duro y complicado.

Como cada año, el Memorial J. P Miguel Calabor arrancó al filo de las 10:00 de la mañana llegó la primera de las carreras, con los atletas de categoría júnior y juvenil que fueron los encargados de romper el hielo, y en esta ocasión fue casi de manera literal, pues la helada de la noche anterior provocó que algunas zonas del recorrido presentase hielo.

Así, hasta las 12:00 del medio día, fueron dándose cita en el Parque Ribera de Castilla las diferentes categorías hasta llegar a los benjamines, los últimos en participar antes de las categorías absolutas.

Fueron las féminas las primeras en afrontar los 6.022 metros del recorrido tras la salida que Paco de la Fuente, del CDO Covasresa, dio. En esta XXXVI edición el número de participantes femeninas aumentó considerablemente, sobrepasando las 300 corredoras que demostraron no tenerle miedo al recorrido.

Aunque pronto se formó la triplea de cabeza con Carmen Viciosa (independiete), María Ruiz (Clínica Menorca) y Helena García (Arroyo Molinos) tirando del resto del pelotón e imponiendo su ritmo.

En este mismo orden pasaron por el control de la primera vuelta cuando el cronómetro sobrepasaba unos segundos los once minutos. El resto trataron de seguir su estela, pero eso fue lo único que lograron.

De esta forma, la vallisoletana Carmen Viciosa paró el reloj en 22'06'', logrando mejorar su segundo puesto del año pasado e intercambiando posiciones con María Ruiz (22'23''), que en la edición pasada fue la ganadora y en esta ocasión acabó segunda. Completó el podio Helena García, con un tiempo de 22'43''.

Viciosa aseguraba que le había «gustado ganar en casa». En cuanto a la prueba, afirmó que «el frío y el barro por abajo y tener que ponerte clavos» la habían hecho más dura. «He salido en el grupo y me veía bien, en la parte de abajo iba detrás de otra corredora que también llevaba clavos. Íbamos las dos buscando sitios para pisar y me iba cerrando. No me gusta ir detrás de alguien, así que he decidido tirar y seguir mi ritmo y ahí es donde he conseguido descolgarme», explicaba Carmen Viciosa.

A las 12:40, con María Sánchez (concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad) y Manuel Saravia (concejal de Urbanismo) dando la salida comenzó la carrera masculina, la más numerosa con más de 1.400 atletas.

En esta ocasión no hubo tampoco lugar para las sorpresas. Desde el inicio se hizo un grupo de cabeza que pronto se convirtió en un atleta escapado. Mohamed Oumarir (Campo Grande) debutaba en el cross con la intención de llevarse el triunfo. Por detrás de él, Rubén Sánchez (Isaac Viciosa) y David Valentín (Vino de Toro) solo pudieron tratar de darle caza, pero sin éxito. Con un tiempo de 28'35'' Oumarir se hizo con el triunfo, 28'47'' fue el tiempo que empleó Rubén Sánchez, mientras que David Valentín necesitó 29'49'' para cruzar la línea de meta.

«Quería disfrutar de la mañana, el circuito está muy bien, lo he disfrutado mucho, el clima era muy bueno para mí porque la mayoría de mis entrenamientos son en Marruecos», explicaba el ganador.