Javier Mínguez analiza el circuito de la contrarreloj de la Vuelta en Valladolid

El primero en Parquesol, frente a la piscina municipal, con subida en dirección a la Residencia del Real Valladolid y bajada por Hernando de Acuña; y el segundo en el punto más alejado de la meta, con un pequeño repecho antes de las piscinas de Fasa y acunado por el aire a campo abierto que ayudará a marcar diferencias.

Para analizar las dificultades que presenta la contrarreloj, El Norte sube a la bici al mejor director ciclista que ha tenido la provincia, la región y, en última instancia, también la selección española. No hay circuito que se le resista. Javier Mínguez los ha visto de todos los colores y perfiles posibles, y no necesita empaparse el libro de ruta para desgranar todas las claves.

«La crono de Valladolid va a marcar diferencias sí o sí. Hay que tener en cuenta que Evenepoel es especialista y campeón del mundo, con lo cual en una contrarreloj de 25 kilómetros, a segundo por kilómetro, medio minuto a va a haber entre el primero y el segundo por lo menos. A partir de ahí algunos corredores estarán entre los 2, 3, 4 segundos», apunta Mínguez, un libro abierto en condiciones normales y una enciclopedia cuando de hablar de las dos ruedas se trata. «Luego termina la crono y la Vuelta se va a jugar en la montaña, en el Tourmalet y la zona de Asturias, pero aquí va a haber un punto de inflexión», comenta rotundo, antes incluso de completar el recorrido que hace para este diario.

«El paso por Parquesol es el primer punto de referencia porque tienes ya una subida y una bajada muy pronunciada. Es verdad que de haber sido al revés, las diferencias hubiesen sido mayores, pero estamos hablando de que en 25 kms, el buen rodador o especialistas como Evenepoel, Vingegaard o Roglic le pueden meter minuto y medio al escalador»

«Al pasar la Cañada Real hay un pequeño repecho que puede servir de referencia porque las diferencias en ese punto van a ser bastante más importantes que luego hasta la línea de meta. Hasta aquí habrán hecho ya la parte más dura. Yde las piscinas de Fasa a meta son 8 kilómetros y el corredor ya baja todo recto hasta el Paseo de Zorrilla».

«Desde el Pinar, punto más lejano de la crono, hasta la meta en Caballería son 8 kilómetros buenos para rodadores puros, pero un tramo fácil en el que se acusará mucho menos el aire. Es una línea recta, con lo cual un tramo con diferencias menores. Es una crono muy ventajosa para los rodadores en la que los escaladores lo pasarán mal».

«En Valladolid va a haber unos favoritos, que son Evenepoel, Vingegaar, Roglic, Enric Mas y Ayuso. Pero aquí se van a tener en cuenta las diferencias, porque luego se pueden recuperar en la montaña o no», asegura, rotundo y convincente también cuando se refiere a los favoritos a disputar la victoria de etapa. «Para mi si están en forma los cinco que hemos dicho, yo creo que Vingegaard es mejor corredor que los demás a día de hoy para ganar la Vuelta. ¿La crono? Para mi Evenepoel. La puede ganar Filippo Ganna, pero Evenepoel puede tener algo de ventaja porque no se ha corrido el día antes y viene de jornada de descanso. Son los dos favoritos de largo. Yo creo que los dos le van a meter más de medio minuto al tercero de largo», sentencia, poco antes de iniciar un análisis pormenorizado de la etapa en las rodillas de Parquesol, frente a su piscina municipal.

«Desde la salida aquí ya pica hacia arriba, y esto hace daño, pero luego la contrarreloj tiene mucha más bajada que subida. Pero hay que decir que es rápida, porque luego desde el Pinar hasta meta puede haber aire a favor o en contra y ese tramo puede hacer daño a algunos corredores», comenta, convencido de que habrá un antes y un después del paso por el Centro Cultural Miguel Delibes. «A partir del estadio empiezan a contar los segundos. ¿Por qué? Pues porque tienes ya una subida, una bajada muy pronunciada, luego camino del Pinar influye el aire,... Ahí cuando estás llegando a las piscinas de Fasa, si tienes el aire a favor, va a haber menos diferencias y si lo tienes en contra va a haber más. Pero del rodador al escalador puede haber tres segundos por kilómetro, y eso son 75 segundos al final. Yluego a gente como Enric Mas, Evenepoel le puede meter dos minutos tranquilamente», explica.

No es la entrada por el barrio de Parquesol la peor de las posibles a la hora de trazar un circuito, y eso evitará que las diferencias sean mayores. «Es diferentes si la subida hubiera sido al revés, por hernando de Acuña, pero en 25 kilómetros el buen rodador le mete minuto y medio al escalador. Favoritos como pueden ser Evenepoel y Vingegaar, o Roglic que también hace buenas crono, estarán máximo en un minuto», asiente antes de enfilar la Cañada Real camino del Pinar.

Un punto muy reconocible para Javier Mínguez, puesto que muy cerca de allí Álvaro Pino voló en el año 86 para asegurarse el maillot de líder. «Pasamos muy cerca de aquí. Yo recuerdo que salimos de la Feria de Muestras, fuimos al Camino Viejo de Simancas, desde ahí llegamos al Pinar y bajamos a Valladolid», recuerda el entonces director del BH. «Había especialistas pero recuerdo que salió de líder y ya no lo perdió. No nos lo esperábamos, lo que pasa es que Pino era un corredor que cuando estaba bien, andaba bien contra el crono y no tenía dificultades. ¡Fíjate, 37 años han pasado ya de aquella de Pino y 43 de la Ruipérez!», suspira.

Es en ese mismo punto donde los expertos volverán a detener el crono. «Las diferencias aquí van a ser bastante más importantes que de aquí a meta. Hasta aquí habrán hecho ya la parte más dura, porque de aquí a meta son 8 kilómetros y bajas ya todo recto hasta Paseo de Zorrilla», apuntaMínguez, que recuerda el ritual que sigue el corredor el día previo a la disputa de una crono cuando toca jornada de descanso. «El lunes van reconocer el circuito, algunos incluso lo harán hasta dos veces, para grabarse en la mente las curvas complicadas, las complicaciones de la bajada de Parquesol,... ellos hacen sus números y sus cuentas, y luego tienen también en cuenta cómo les va a dar el viento. Eso sí lo controlan mucho porque puede marcar diferencias», sostiene, comparando este circuito con otros diseñados por La Vuelta en Valladolid.

«Aquel del 86 era un recorrido más llano que este. Este tiene el repecho de Parquesol y el del Pinar. Luego ya depende del estado en el que llegues porque yo recuerdo la Vuelta de Hinault, que también hubo crono en Valladolid, y aquí Alberto Fernández, que iba bien contra el crono, no pudo hacer una buena prueba porque vino constipado y el oxígeno no le llegaba igual».

Desde el Pinar hasta línea de meta quedarán 8 kilómetros en línea recta sin curvas ni complicaciones. «Ese último tercio es el más fácil, ventajoso para los rodadores. Entras en ciudad y se nota mucho menos el aire», explica, insistiendo en que bien Evenepoel, bien Ganna, subirán a lo más alto del podio en Caballería.

«Luego ya empieza otra carrera. Y ahí habrá que tener en cuenta la climatología en el Tourmalet. Si hay agua, frío, etcétera, cambia todo el panorama de la carrera. Hay corredores que les beneficia y otros que les perjudica como vimos en el Tour», concluye Mínguez.