Valladolid quiere volver a acoger la Vuelta a España en 2025 o 2026

Javier Guillén estuvo en la Real Sociedad Hípica de Valladolid en un desayuno en el que el ciclismo fue el gran protagonista. El acto estuvo moderado por el periodista José Miguel Ortega, un profundo conocedor de este deporte. El director de la Vuelta estuvo arropado por gente del ciclismo como José Luis López Cerrón, presidente de la Real Federación Española de Ciclismo; Roberto Coca, los exciclistas Fernando Quevedo y Juan Carlos Domínguez, o Javier Mínguez. Guillén, con el que la ronda española ha recobrado pujanza en estos últimos quince años, destacó que es «todo un privilegio dirigir la Vuelta». Incidió en que con su llegada vio que era necesario «un nuevo impulso» y adquirir «una identidad propia como el Tour o el Giro. Por eso tomamos el maillot rojo como elemento identificador. Apostamos por lo que el aficionado quería, la épica y la agonía. Conseguimos encajar eso en una prueba de tres semanas. Ahora muchas carreras tratan de copiar cosas de la Vuelta».

Consideró clave en este crecimiento de la ronda española las nuevas fechas de la misma, entre agosto y septiembre y el descubrimiento de nuevos puertos para los finales de etapa, «nada menos que treinta en quince años». También valoró esa constante innovación como vehículo para que prueba ciclista se haya podido potenciar en estos años.

Reconoció lo acertado del eslogan 'la Vuelta mira al cielo más que al suelo', «ya que sabemos que a los aficionados les gusta más las llegadas en alto que al esprint». Hizo también hincapié en que «uno de los objetivos de la prueba es poner en valor los territorios. La gente va a conocerlo después de que pase por allí la Vuelta. Es una responsabilidad social que tiene también la ronda española».

Javier Guillén alabó cómo se había desarrollado la contrarreloj en Valladolid el pasado septiembre. «Se trabajo muy bien. Una contrarreloj supone el cierre de una ciudad por un periodo de más de cinco horas. El vecino se ve afectado por ello. Luego hay que ver si hay público o no. En Valladolid lo hubo. Estoy muy contento por ello. El Ayuntamiento hace una apuesta. Lo primero que consigue es mostrar la ciudad al mundo. Luego hay un retorno para ella y se recupera con creces su aportación. Nosotros estuvimos tres días en Valladolid y eso supuso casi un millón de euros de gasto en hoteles. Luego está la satisfacción del público, pues también debe haber un retorno emocional. Debo dar las gracias al alcalde por traer la contrarreloj a Valladolid. Lo más bonito es que la gente se sienta orgullosa de su territorio».

El director general de la ronda mencionó que con el número de solicitudes para acoger etapas «podríamos organizar dos o tres Vueltas a España». Sobre el alto nivel de participantes en la prueba, Guillén explicó que se debe a que «la Vuelta hoy es un objetivo, no una excusa. Los últimos años contamos con una amplia participación».

Resaltó que hay en España muchos puertos de montaña por descubrir para los aficionados. También en Castilla y León, destacando la etapa de montaña en la próxima edición que tendrá lugar en los alrededores de la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros.