Ullrich, ingresado tras recaer en su adicción a las drogas y el alcohol

Máxima preocupación en el mundo del ciclismo, sobre todo en Alemania, al trascender que el exciclista germano Jan Ullrich, uno de los ídolos de este deporte en los años 90, gran rival de Lance Armstrong y símbolo de una etapa negra relacionada con el dopaje, se encuentra hospitalizado tras haber sufrido una recaída en sus adicciones al alcohol y las drogas.

Según recoge el diario Bild, Ullrich habría vuelto a engancharse con motivo de la celebración de su 48 cumpleaños en compañía de unos amigos en Cuba. Tras caer de nuevo víctima de los excesos, Ullrich habría ingresado primero en un hospital de México y después habría sido trasladado a una clínica de Suiza para comenzar de nuevo la rehabilitación en un centro de desintoxicación.

Ullrich vuelve a enfrentarse de nuevo a un drama a pesar de que parecía que había conseguido cerrar una etapa muy peligrosa al rehabilitarse hace tres años en Mallorca, donde llegó a confesar a su amigo Armstrong en una de las visitas del texano que trazaba el mismo camino hacia la muerte que marcó el escalador italiano Marco Pantani.

En agosto de 2018, Ullich protagonizó un sonado incidente al ser detenido en Palma de Mallorca después de ser acusado de allanamiento de domicilio y amenazas al actor y director de cine Til Schweiger. Ullrich fue capturado por la Policía Nacional tras saltar la valla de la casa del actor y presuntamente amenazarle.

«Hace tres años estaba muy mal, en la misma trayectoria que Marco Pantani», le dijo Ullrich a Armstrong, otro de los claros ejemplos de ciclista dopado y tramposo, enemigo del juego limpio en el deporte. Llegó a decirle el alemán al estadounidense que alcanzó un punto crítico, al borde de acabar con su vida, pero que se había reestablecido.

Sin embargo, relajarse, creerse ya curado y una inoportuna escapada con unos amigos de viaje para disfrutar de sus cumpleaños, le han hecho regresar a su lado más tenebroso. Ullrich y sus colegas se fueron al Caribe a pasar unos días y entre fiesta y fiesta acabaron por el desagüe los tres años de sobriedad del exciclista.

Según siempre la versión de Bild, tal fue el descontrol del que fuera gran contrarrelojista, doble campeón olímpico y mundial y ganador de Tour de 1997 y de la Vuelta a España de 1998, que en el vuelo de regreso tuvo que hacer una parada en México, donde le internaron en una unidad psiquiátrica. Tras conseguir estabilizarle, le derivaron a un centro especializado en adicciones en Suiza, donde seguirá internado hasta que recuperación.

El exdeportista de Rostock, ciudad de la antigua República Democrática Alemana, era muy poderoso en la contrarreloj, pero a pesar de su corpulencia se defendía bien en la montaña. En sus primeros años ya compitió por los triunfos con el navarro Miguel Indurain, el único ganador del Tour en cinco ediciones consecutivas entre 1991 y 1995.

Ligado fundamentalmente al Telekom, Ullrich siempre luchó por los puestos de honor en las grandes carreras. Dejó de pedalear como profesional tras estallar la operación Puerto contra el dopaje en España, justo antes del Tour de Francia de 2006, y se retiró de manera oficial en febrero de 2007.