Recorrido asesino

Un puerto durísimo como quedó ayer de manifiesto en unas imágenes de televisión espectaculares que pasaron factura a una gran parte de corredores. Recuerdo ahora, tras la visión de la etapa, a un periodista español que, sin ser especialista en ciclismo, era un enamorado de este deporte. Y cuando veía etapas de este perfil, con su puro en la mano y su simpatía en el rostro decía: «Habría que meter en la cárcel a los organizadores de estos recorridos tan asesinos».

Y, en verdad, aún sabiendo que este lunes es día de descanso en la carrera, seguro que si les preguntamos a muchos ciclistas opinarían exactamente igual. Porque, hasta el final de los 175 kilómetros de etapa, no hubo demoledores ataques. Fue una carrera de eliminación la que arrancó de Lyon porque, además del Grand Colombier, se encadenaron seguidos otros dos puertos 'asesinos' por sí mismos: la Selle de Fromentel y el Col de la Biche. Más matadores, si cabe, si consideramos que, tras las dos primeras horas de pedaleo, el promedio del pelotón fue de 50 kms/hora.

Al final, a los españoles nos queda la satisfacción de ver entre los diez primeros puestos a Enric Mas, Mikel Landa y Alejandro Valverde. Los dos primeros, Mas y Landa, pueden optar al podio si mantienen su buena forma actual y Valverde, a sus 40 años, tiene el premio de haber estado con los mejores hasta el último metro. Que ganase Pogacar al líder Roglic es noticia deportiva y, por su mala fortuna, también lo es que en un terreno tan propiamente suyo, la peor parte les tocase a Nairo Quintana y Egan Bernal. El prestigio sudamericano lo salvó Rigoberto Urán, que sube al tercer puesto de la general.

Pero yo también pienso que, sin llegar al castigo de cárcel, habría que limitar la dureza de ciertas etapas como la de ayer…