De isla en Isla

La isla de Oleron, en la Nueva Aquitania y al norte del estuario de la Gironda, unida al continente por un puente de 2.862 metros y acostada junto a las marismas del Marennes. La isla de Re, enlazada a Francia por un puente de casi tres kilómetros y con la relevancia histórica de la invasión del Duque de Buckingham para apoyar el sitio británico sobre La Rochelle al que los ingleses tuvieron que renunciar.

Con un escenario paradisíaco y por una ruta que se movía de isla a isla, con un mar en aparente calma pero azotado, de vez en cuando, por un viento que hacía presagiar abanicos que no se llegaron a plantear, la carrera discurrió con las únicas alteraciones de diferentes caídas sin aparentes problemas para ninguno de los implicados salvo, claro está, los sustos habituales y los esfuerzos para reincorporarse al grupo.

Luego, el previsto sprint con una pelea cerrada entre Bennett y Ewan, con victoria para el primero que reeditó en el Tour su triunfo de etapa en la Vuelta a Burgos.