Una ronda plagada de anécdotas

A la ronda burgalesa nadie la conoce como el prestigioso periodista donostiarra Iñaki Sagastume. Su libro 'Vuelta a Burgos, 1946-2016', publicado en 2017 por la Diputación burgalesa, cuenta la historia de la prueba ciclista desde su origen hasta la edición en la que se impuso Alberto Contador. Sagastume estuvo en la recuperación de esta vuelta en 1981, que se corrió por primera vez en 1946 y al año siguiente para quedar en el olvido tres décadas y media. Le encargaron el proyecto de una carrera que, en principio, iba a estar destinada a corredores aficionados. El periodista vasco consideró que por las fechas, se correría en octubre, los ciclistas estarían ya fundidos tras toda la temporada. Por eso abogó por una Vuelta a Burgos en la modalidad open, es decir, tanto para profesionales como para aficionados. Y así fue en sus seis primeras ediciones. Desde 1987, la ronda burgalesa ya fue plenamente profesional. Iñaki Sagastume fue director de carrera y hoy en día sigue ligado a la prueba con la que colabora desde hace cuarenta años. Su libro es el mejor medio de conocer, de una manera amena y precisa, lo que ha sido la carrera durante todos estos años en los que han participado algunos de los representantes más laureados del ciclismo mundial. A continuación contamos algunas de las anécdotas que recoge el periodista guipuzcoano en su obra.

En la edición del año 2000, la Vuelta a Burgos contó nada menos que con la participación de cuatro parejas de hermanos. Una cosa increíble y complicada de ver dentro del ciclismo profesional. Eran los hermanos Jalabert, Casero, Osa y González de Galdeano.

El ciclista navarro Xabier Zandio (Caisse d'Epargne) se adjudicó la XXX edición de la Vuelta a Burgos, la disputada en 2008, tras arrebatar el maillot morado al bielorruso Andrei Kunitski (Acqua e Sapone) en la última etapa, de 155 kilómetros entre Areniscas y Lagunas de Neila, etapa que se llevó Juanjo Cobo (Scott-American Beef).

Hasta ahí todo normal, lo que sucede es que el corredor navarro había corrido la prueba burgalesa cuatro años antes y había quedado el último. La progresión del ciclista quedaba patente.

En la vuelta de 1982, se produjo una anécdota sonada. Era la segunda edición de la ronda burgalesa después de la reanudación de la misma un año antes. Se disputaba la contrarreloj y de pronto un coche intentó meterse en el recorrido sin portar la necesaria acreditación. Sagastume, director de carrera entonces, mandó a la Guardia Civil que sacase al vehículo, que lo expulsase de la carrera.

Se da la circunstancia de que era el coche de Luis Puig, entonces presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Puig, según relata Iñaki Sagastume, le felicitó posteriormente por ello, ya que había cumplido con la normativa que hay que aplicar en esas situaciones.

Por la mínima diferencia, Alberto Contador (Tinkoff) logró su único triunfo en la Vuelta a Burgos en 2016. El pinteño se proclamó vencedor de la ronda después de atacar en los últimos kilómetros de la subida a las Lagunas de Neila. El madrileño superó por un segundo en la clasificación general a Ben Hermans y Sergio Pardilla, que fue el ganador de la última etapa de la ronda burgalesa. La verdad es que Contador estuvo contra las cuerdas, pero reaccionó a tiempo para llevarse el triunfo por un solo segundo. Su ataque en los últimos metros fue colosal, de los que hacen afición. Así el ciclista de Pinto incluía su nombre en el palmarés de la ronda burgalesa.

La Vuelta de Burgos no se le dio bien al estadounidense Lance Armstrong. El corredor americano, salpicado años después por los escándalos de dopaje, no pasó de la décima posición en su mejor clasificación en la ronda burgalesa. En una de sus presencias en la misma, el americano se escapó y cogió distancia a sus rivales. Podía ganar la carrera, pero tenía un avión esperando para acudir al día siguiente a otra carrera, por lo que parece que se dejó coger y evitó así el podio, atender a los medios y pasar el correspondiente test antidopaje.

El ciclista de Bérriz es el corredor que en más ocasiones ha conseguido ganar la Vuelta a Burgos. Mariano Lejarreta participó en cuatro ocasiones en la ronda burgalesa y en las cuatro subió a lo más alto del podio. El corredor vasco logró el triunfo en las ediciones de 1986, 1987, 1988 y 1990. De momento, no parece que nadie amenace el trono de Mariano Lejarreta en esta prueba. El ganador de la Vuelta a España de 1982 tenía la ventaja de que el trazado de la prueba se adaptaba como un guante a sus características como corredor.

En la Vuelta a Burgos de 2003 se produjo una situación complicada. Un grupo de once ciclistas llegaron a la meta con una diferencia de 25 minutos. El resto, 127 corredores, lo hicieron fuera de control. Ante la situación creada, la organización, con buen tino, decidió que ese grupo mayoritario fuese repescado para evitar una eliminación de gran parte del pelotón, lo que hubiera deslucido el resto de la vuelta. Era la primera etapa y se achacó al viento que soplaba que se produjese semejante escabecina.

La tercera edición de la ronda (1981), primera tras la reanudación de la misma, fue ganada por Faustino Rupérez. El de San Esteban de Gormaz, entonces en las filas del Zor-Vereco, venía de ganar el año anterior la Vuelta a España. El triunfo del corredor soriano supuso una mayor repercusión mediática que le vino bien a una prueba que comenzaba a rodar de nuevo y que, en ese momento, estaba abierta tanto a profesionales como a aficionados.

Las Lagunas de Neila se han convertido por su nivel de exigencia en el final de la etapa reina de la Vuelta a Burgos. La primera vez que se subieron fue en la edición de 1985, etapa en la que se impuso Jesús Rodríguez Magro, el que fuera destacado gregario de Pedro Delgado. Desde entonces, este ascenso es etapa obligada de la carrera. Sus fuertes pendientes obligan a los participantes a sacar toda su fortaleza para alcanzar el techo de la ronda burgalesa.

El nivel de la prueba se mide por la calidad de los corredores que han tomado parte en algunas de las ediciones de la misma. En esa lista en la que están los mejores corredores del momento, hay que nombrar a cuatro ganadores de la Vuelta a Burgos que además han sido ganadores del maillot arcoirís. Hablamos de Laurent Jalabert, Abraham Olano y Alex Zulle. El francés ganó en Burgos en 1997, el vasco en 1998 y 1999, y el suizo en 1992. A ellos se suma Alejandro Valverde, el último en ganar un Mundial, que se impuso en la ronda burgalesa en 2004 y 2009.

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