La 'quinta de Romeo' eleva el ciclismo en Valladolid con una generación del siglo XXI

La victoria lograda por su compañero y amigo Iván Romeo en la contrarreloj del Mundial de Zúrich, en la categoría sub-23, se ha vivido con alegría «incluso lágrimas», en esa 'grupeta' que salió de la Escuela de Ciclismo de Arroyo de la Encomienda, que regenta el propio Juan Carlos Domínguez. «Pasamos unos años muy buenos», reconoce el excorredor profesional, que llegara a enfundarse la maglia rosa en el Giro de Italia de 2002, y que ve con «alegría» como sus pupilos inician su vida profesional «con muy buenas expectativas».

La 'Quinta de Romeo' cuenta con hasta cinco corredores de menos de 23 años de la provincia de Valladolid, incluido el nuevo maillot arcoíris en la lucha contra el crono. Está su hermano Sergio, de 19 años, y que esta temporada ha irrumpido en el circuito sub-23, «con nota», describen sus técnicos. Debutó en la categoría con victoria en la Zumaiako Saria el pasado mes de febrero. Sus compañeros y rivales, aseguran que tiene «más etapas en las piernas que su hermano», dadada su velocidad y su capacidad para ganar al sprint. El vallisoletano, que vivió desde Atlanta el triunfo de su hermano en Suiza, dice que se «volvió loco» cuando vieron que no le podían ya mejorar el crono.

El pequeño de los Romeo pertenece al filial del Kern Pharma, el equipo Finisher, de categoría Continental, que ha deslumbrado en la pasada Vuelta a España, con un trabajo de base «ideal» para las jóvenes promesas.

En esta escuadra está también Nil Gimeno, uno de esos casos anómalos en la carretera, en un deporte cada vez más profesionalizado desde edad infantil. Nil es el 'Roglic' de la provincia, ya que comenzó a correr con 16 años en Aldeamayor, aunque ahora lo hace desde su casa en Simancas. Con 20 años, se ríe cuando se le hace la comparación con el campeón esloveno que inició su vida deportiva como promesa en los saltos de esquí, hasta que una caída le hizo irrumpir con éxito en el pelotón. «Ojalá fuese así», se ríe Nil, que es el único de la Quinta que no salió de la escuela de Arroyo.

Los 'mayores' de la grupeta correrán ya la próxima temporada en el Burgos BH, con carácter profesional. Alejandro Franco, de 23 años, terminar estos días su primera temporada como absoluto, con buenas apariciones en la Vuelta a Portugal, donde ya la pasada campaña deslumbró siendo el ciclista más joven.

A la rueda de Franco le sigue Daniel Cavia, de 22 años, y que tras ganar la Copa de España esta temporada, deja su etapa sub-23 para enrolarse en la escuadra burgalesa. El corredor de Laguna de Duero, muy amigo de Iván Romeo, vivió el triunfo de su compañero «llorando casi». «Al final es como un hermano, nos conocemos desde la escuela, y sé lo que ha luchado por ello y todo lo que trabaja», señala el nuevo corredor del equipo morado.

Cavia comenzó a correr en Arroyo con nueve años, y desde entonces ha sido otro de los ciclistas a tener en cuenta en Valladolid, esos que se «pican» por lograr los tiempos más rápidos en todos los tramos cronometrados de las carreteras de la provincia. «No queda ni uno», bromean en relación a la, quizá, la mejor generación ciclista vallisoletana de la historia.