Iván Romeo, ciclista del Movistar Team

Vuelta a Castilla y León 2024

«Es un lujo compartir pelotón con Pogacar, es el mejor ciclista de la historia»

–¿Correr en casa será especial y más después de día como embajador de la vuelta júnior?

–Sí. De hecho, en la júnior ya les dije que este año sí pasan dos veces por Portillo... Y cuando yo corría qué [risas].

–Una única jornada y con casi doscientos kilómetros en los que parece difícil que no se resuelva al sprint.

–Eso parece, aunque yo ya he dicho a mis compañeros que aquí el peligro está en el viento y los posibles abanicos.

–Y el calor... Se habla mucho estos días de las adaptaciones para entrenar con altas temperaturas. ¿Cómo lo hace el Movistar?

–Nosotros utilizamos CORE, con sensores de temperatura corporal, con el fin de prevenir la merma del rendimiento por sobrecalentamiento. Lo hacemos tanto en el rodillo como fuera en los meses de verano, y estar monitorizados todo el rato.

–Se les ha visto a Pogacar, a Remco... ¿Cómo ha vivido el Tour de Francia, porque justo les van a dar el relevo?

–Estamos viviendo una de las mejores épocas del ciclismo. Bueno, y disfrutando del mejor corredor de todos los tiempos, al que se pondrá todavía más en valor cuando termine su carrera. Pogacar es una pasada, y siempre divierte. Es un lujo compartir pelotón con él.

–Se habla de que aún existen posibilidades de que corra La Vuelta, tal y como ha terminado el Tour... ¿Lo harán los dos?

–En mi caso, no creo. No está en la planificación, y ni siquiera estoy dando la lata al equipo para que me incluya. Tengo que ir paso a paso, y mi objetivo en esta segunda parte de la temporada es el Mundial Sub-23 con el que me despediré ya de la categoría en Zurich, la semana del 23 de septiembre. Antes tengo la Vuelta a Burgos, que tiene una contrarreloj que me viene muy bien, y creo que estará delante.

–Con 20 años se despide porque quiere, está claro. ¿Ha quedado la categoría difuminada por la precocidad del paso a profesionales?

–Sí, pero un Mundial es un Mundial, y llevar el jersey arcoíris y tenerlo en el palmarés sigue siendo muy importante para todos. Otra cosa es el resto de pruebas.

–¿Es el principal objetivo?

–Sí. Me gustaría conseguir una medalla. El año pasado me quedé con ese regustillo de que podía haberlo hecho mejor, y quiero cerrar esa etapa.

–Se le ve más fino. ¿Es la consecuencia del salto profesional?

–No lo sé. Ni siquiera yo sé aún qué tipo de ciclista voy a ser, pero ha sido un año de adaptación. Se que cada vez me está yendo mejor, y tampoco me vuelvo loco a la hora de elegir carreras del calendario. El año que viene será el momento de debutar en una grande.

–Siempre y cuando Movistar mantenga la categoría... ¿Preocupa el tema de los puntos?

–Hemos hecho un buen Tour, y creo que no estamos en la situación del anterior ciclo. Cada tres años hay ascensos y descensos, que es nuevo en nuestro deporte, y que mete mucha presión, pero por suerte a mí no me ha tocado vivirla, porque soy de los jóvenes. Hay otros que la tienen. Desde dentro se vive con exigencia, e implica dar un extra más.

–Habla de compañeros con más presión... Aramburu, para el que trabajó para que fuera campeón de España hace un mes; y Lazkano, se despiden. ¿Cómo ha sentado en el equipo?

–No sé ni siquiera si será así. De todas formas, no hemos hablado de eso.

–Habla de presión... La de Enric Mas en un Tour en el que no ha estado a su nivel.

–El equipo tiene mucha confianza en Enric. Al final, le ha tocado vivir una de las épocas del ciclismo más difíciles, con un nivel medio altísimo. El Tour se le ha atragantado, pero siempre ha rendido muy bien en La Vuelta.