Oier Lazkano (Caja Rural-Seguros RGA) es el primer líder la Vuelta Ciclista a Segovia. Prácticamente acaparó los principales premios en la zona de podio. Vencedor de la etapa, primer clasificado en la general , primero también en la clasificación por equipos, en la regularidad, ... en la general sub-23, en la general sub-21... El podio no le pilla de nuevas al ciclista (17 victorias el año pasado), pero es la primera que consigue en esta categoría elite y sub-23, teniendo que superar además el año pasado una fractura de clavícula que le mantuvo apartado dos meses. Y fue además especial por las condiciones en las que lo hizo en una etapa marcada por la lluvia y el granizo. Sabe que no será fácil conservar esa posición, «pero me voy a dejar el alma y que sea lo que tenga que ser», comentó el ganador.
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Que sea la primera etapa no quiere decir que fuese tranquila. Es diferente; como lo fue la de ayer con salida en Fuenterrebollo y con ese final ya habitual en el restaurante Atenas de esta nueva edición (ya la 56) de la Vuelta Ciclista a Segovia, prueba que tiene además un emocionado recuerdo a la figura y la persona de Juan Ramón Valero.
El viento suele dejar su huella en el pelotón de ciclistas, pero lo peor de la etapa fue el granizo que complicó (y mucho) la carrera no solo a los ciclistas (llegaron empapados y con muchas ganas de cambiarse de ropa, hubo caídas y dos de ellos tuvieron que ser evacuados), sino también a los organizadores y las motos que siguen el desarrollo de la prueba, que recibían con fuerza el impacto del granizo. Era imposible continuar en esas condiciones porque apenas había visibilidad y la seguridad es lo más importante.
Y eso que la carrera empezó muy fuerte. Mucho. No hubo excesivos momentos para la tranquilidad. La primera hora se rodó a una media de 46 kilómetros por hora y prácticamente fue igual en la segunda. Tenían ganas los corredores. El primer corte lo formó Alberto Serrano (Escribano, completando en solitario los primeros 35 kilómetros y pasando el primero por la meta volante de Fuenterrebollo. Por detrás, las balsas de agua en la carretera hacían de las suyas. Álex Jaime (Lizarte) y el propio Lazkano enlazaron con Serrano y por detrás se formó un corte de diez ciclistas que alcanzaron a los escapados. Justo antes del granizo se formó un grupo de 13 corredores. Cuando les pilló esa granizada, el pelotón pudo refugiarse en la gasolinera de Fuentepelayo; los escapados, en la fábrica de Dibaq. Transcurridos 25 minutos, la carrera pudo reanudarse.
Camino a Segovia, cinco ciclistas se marchaban por delante. Lazkano (Caja Rural), Serrano (Escribano), Jaime (Escribano), Barbero (Rías Baixas) y Eusebio Pascual (Mutua Levante-Bioracer) conseguían renta suficiente para poder disputarse la carrera. La ascensión a Segovia desde La Fuencisla puso a prueba sus fuerzas. Lazkano (Caja Rural) se imponía con un segundo de ventaja sobre Serrano (Escribano y Jaime (Lizarte). El pelotón cruzaba la meta a 19 segundos, con Sureda (Caja Rural) al frente.
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