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Gafada. Desastrosa en la carretera. Pozo para corredores. O por llevar el paralelismo a las grandes pantallas, una versión escalofriante de los Juegos del Hambre, versión ciclismo, versión Itzulia.
La Vuelta Ciclista al País Vasco, la que tenía que ser una de las mejores de la historia por el cartel que presentaba o por la del centenario, se ha convertido en un gigantesco 'pica ciclistas'. No hay una jornada tranquila desde que comenzase la ronda el pasado lunes en Irún.
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A las críticas al recorrido urbano de la CRI inicial -sin más, y dentro de lo que es una lucha contra el reloj dentro de una ciudad, con tramos empedrados-, pero que ya tuvo susto para Remco Evenepoel, con caída incluida; le siguieron dos nuevas etapas con corredores por el suelo, con la terrorífica caída multitudinaria del jueves, cuyo parte de lesiones sigue actualizandose a estas horas, y con los principales favoritos fuera de concurso.
Con el doble campeón del Tour de Francia, Jonas Vingegaard, como uno de los más afectados, con rotura de varias costillas y una clavícula y al que un examen más detallado, se le ha diagoniscado también una contusión pulmonar y un neumotórax; se suma el informe clínico del australiano Jay Vine, con fractura de varias vértebras. En el caso del ciclista del UAE, la recuperación le deja fuera de la temporada y con un pronóstico reservado, pendiente de más pruebas.
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Bruno Parcero y Alexis Algaba
En ese tembleque diario, en el que el propio Marc Soler (UAE) o Peio Bilbao (Bahrain) han admitido que se vive dentro de la carrera, con peticiones incluso de rebajar la velocidad en determinados tramos y debate incluido sobre los porqué de tantas caídas, el parte de accidentes del día le tocó al héroe local.
Mikel Landa se fue al suelo este viernes en la quinta etapa de la Itzulia en una de esas carreteras que acostumbran a ver al alavés entrenar. El nuevo líder del Soudal, tras el adiós de Remco, se cayó en las proximidades del ascenso a Urkiola, a más de 50 kilómetros para la meta de Amorebieta.
De nuevo, imágenes para olvidar, con Landa retirado en camilla y con collarín tras el siniestro, en una fotografía casi calcada a la de unas horas antes con Vingegaard, movilizado con mascarilla de oxígeno.
En lo plenamente deportivo, la victoria fue al sprint para el francés Romain Gregoire por las calles de Amorebieta, después de que la orfandad en la que se ha quedado la carrera, sin los principales favoritos, hiciese que corredores como Sepp Kuss (Visma) o Isaac del Toro, trataran de mover la carrera desde lejos.
No les dejaron, y Mattias Skjelmose y su equipo, el Lidl-Trek, controlaron la jornada a la espera de la etapa reina de este sábado, con salida y llegada en Eibar y de 137 kilómetros.
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